Paso un largo rato, después de que Raúl les contara todo lo que había pasado en los últimos días, antes de que el director y su asistente fueran capaces de salir de su asombro. Raúl había pasado todo ese tiempo con la cara entre las manos completamente cansado de todo. Entonces el Sr. Cortez rompió el silencio “¿Qué es lo que quieres hacer?”. Raúl alzo la mirada ante estas palabras y su rostro se llenó de confusión. “No es necesario que me contestes ahorita, puedes ir a tu casa, descansar y mañana decirme que decidiste” dijo el Sr Cortez con amabilidad. Ante estas palabras Raúl asintió levemente la cabeza. El Sr Cortez miro a Julián y este sin decir nada se acercó a Raúl. Ambos salieron de la oficina e inmediatamente el Sr Cortez tomo el teléfono.
El tono de llamada sonó 3 veces antes de que el teléfono fuera contestado. “Tienes exactamente 10 minutos para llegar a mi oficina” dijo con tono amenazante y termino la llamada sin esperar una respuesta. Dejo el teléfono sobre el escritorio y se acomodó en su asiento. A los 8 minutos se escucharon pasos apresurados en el pasillo. El Sr Cortez se acomodó con los codos sobre el escritorio y poso el rostro sobre sus manos esperando a que la puerta se abriera.
El sonido de la puerta siendo abierta fue acompañado por una respiración pesada. Tadeo entro en el lugar al tiempo que se limpiaba el sudor y trataba de recuperar el aliento. “No te atrevas a sentarte” dejo el Sr Cortez cuando Tadeo tomo una de las sillas frente al escritorio. Tadeo se estremeció ante la severidad en la voz del director; se quedó de pie, junto sus manos y su rostro se pintó de preocupación.
Tadeo estaba moviéndose con nerviosismo en su lugar al sentir la mirada penetrante del Sr Cortez sobre él. Después de lo que se sintió como horas el Sr Cortez dejo salir un gran suspiro antes de bajar sus manos y relajar su expresión “Deja de actuar como un crío a punto de ser regañado y toma asiento” le dijo a Tadeo. El pelirrojo se relajó un poco y tomo asiento, esperando que el director empezara a hablar. El Sr Cortez se paró y camino hasta un librero grande a un lado de la ventana y tomo una botella y 2 copas que estaban ahí, luego regreso a su escritorio y se sentó.
El Sr Cortez abrió la botella y sirvió vino en las 2 copas frente a él. Le paso una copa a Tadeo, chocaron las copas y bebieron. Pasarón otro rato en silencio disfrutando de su bebida hasta ver el final de la botella. Entonces, el Sr Cortez aflojo su corbata y miro a Tadeo que tenía la mirada perdida en su copa vacía. El director sacudió la cabeza ante la escena delante suya y soltó un fuerte suspiro.
“Tienes mucho que explicarme Tadeo” dijo el director con voz suave pero firme. El pelirrojo alzo la mirada y en su rostro se veía la confusión. “No, no tengo nada que explicar” dijo Tadeo con total convicción. El Sr Cortez algo exasperado dijo “Si, si tienes; el joven Raúl ya vino a contarme sobre tu rabieta en la cafetería”. Tadeo puso los ojos como platos antes de acomodarse en la silla con los bazos cruzados y la mirada en el suelo. “No sé de qué hablas” dijo el pelirrojo casi en un susurro. El Sr Cortez hirvió en furia ante tal respuesta. “¿Me estas tomando el pelo? Ya estas muy peludo como para andar actuando como un niño mimado y malcriado” resoplo el director con la mirada fija en Tadeo.
Tadeo simplemente se hizo más pequeño en la silla e ignoro las palabras del director. Ante esta respuesta el Sr Cortez se levantó de su silla y golpeo el escritorio con fuerza, haciendo saltar al pelirrojo de su lugar. Tadeo ya bastante asustado comenzó a hablar, le explico sobre lo que había pasado ese día desde el inicio hasta el final. Una vez termino de hablar saco su celular del bolsillo y se lo dio al Sr Cortez. El director tomo el teléfono en sus manos, y su ira creció más una vez leyó los mensajes en la pantalla. El Sr Cortez le regreso el celular a Tadeo “¿Por qué no me avisaste en el momento que te llego el primer mensaje?” pregunto el director preocupado al tiempo que volvía a sentarse. “No lo sé, yo creí que podría hacerme cargo de todo, una vez llegara al café; pero como ya sabes, las cosas simplemente se salieron de control debido a mi carácter de mierda” admitió con dolor el pelirrojo.
“Sin importar los años sigues siendo el mismo” dijo el director viendo al pelirrojo. Tadeo escondió su rostro entre las manos y se quedó en silencio durante unos minutos. El Sr Cortez se sentó a un lado del pelirrojo y lo palmeo en la espalda, hablaron unos minutos más y luego Tadeo salió de la oficina. El Sr Cortez se acomodó en su silla y la giro para quedar de frente con la ventana detrás de él. Junto las manos dejando sus codos en los reposabrazos y miro hacia el cielo nocturno. “Parece que sin importar que tan lejos corra uno, la desgracia siempre encuentra su camino de regreso, el destino puede ser muy cruel Leo” dijo el director con rostro triste antes de sumirse en sus pensamientos.
*Sollozos* Las palabras del Sr Cortez son duras, pero no son mentira. Parte de ser el destino, es estar a cargo de lo que ustedes conocen como karma. Entenderán entonces que sin importar nada, si alguien acumula demasiado karma, ya sea positivo o negativo, este se le regresa. Y pues, lamentablemente los sucesos que acontecieron desde aquí, si son obra mía. No me arrepiento de nada, es mi trabajo y aunque no sea bien percibido, se realiza para que ustedes los humanos aprendan valiosas lecciones. *Suspiro* Ahora bien, les recomiendo que mantengan en mente el acontecimiento de los mensajes, ya que, en un futuro no muy lejano, serán lo que nos revele un muy oscuro y cruel secreto. Por el momento, en vez de estar intercalando entre Tadeo y Raúl como hasta ahorita, nos enfocaremos de cerca en Raúl, ya que sus acciones tienen un gran peso en lo que le ocurrirá a Tadeo más adelante, y me gustaría que entendieran bien la razón detrás de ello.
Entonces, regresemos un poco. Volvamos al momento exacto en que Julián se acerca a Raúl, después de que él soltara todos los acontecimientos vividos hasta ese momento…

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