Me desperté escuchando unos ruidos muy asquerosos.
-Agh, ¡Quien sea que esté haciendo ese ruido asqueroso que se calle ya o se vaya!- Grité ya harto.
Escuché unas leves risas y levanté la cara para verlos. Les tiré lo primero que vi, que por suerte para ellos fue un cojín.
-¡Que estéis saliendo no significa que tengáis que compartir vuestro “amor“ y saliva a todas horas y en todas partes!- Ellos solo se rieron.
-Bueno parejita del año, ¿cuando le vais a contar a Roxy?- Ahí ya no se reían los jodidos.
-¿Ahí ya no os reís tanto? eh. Capullos.-
-Le vamos a decir ahora en el desayuno.- Abril se dio la vuelta.-¿Espera tú cómo lo sabes?-
-¿En serio me estas preguntando esto?- Ella asintió.
-Primero, no lo ocultáis muy bien, segundo, si vas dejando gloss en la boca de tu puto novio claramente que lo descubriré.- Les dije ya enfadado. Abril se puso rojísima, y se rió avergonzada. Charlie solo rió avergonzado.
-Bueno, nosotros nos vamos...- Dijo Charlie.
-Sí por favor.- Les dije volviendo a tumbarme en la cama.
-Oye, pero prepárate que nos vamos a desayunar.- Dijo Abril
-Te esperamos fuera de la habitación, no tardes.- Dijo Charli.
-Agh, os odio, yo solo quiero dormir.- Les dije hundiendo mi cara en la almohada. Pero no me dormí, me vestí y fuimos a desayunar, aunque yo no tenía hambre. Yo solo quería dormir.
Bajamos al restaurante del hotel y fuimos hacia la mesa donde se encontraba Roxy.
-Buenos días.- Le dijo Abril alegre a Roxy.
-Buenos días.- Dijo Roxy hacía todos mirando a la nada.
-¿Te pasa algo?- Le preguntó Abril a Roxy un poco confusa.
-Solo estoy cansada.- Le dijo Roxy distraída.
-Bueno, nosotros vamos a por nuestro desayuno.- Dijo Abril, Roxy solo asintió.
-¿Isaac?- Me llamó Abril.
-No tengo hambre.- Le dije y me senté al lado de Roxy. Ellos asintieron y se fueron.
-Roxy, tengo que contarte algo.- Roxy volvió a la realidad.
-Mmh.- Fue lo único que respondió. Estaba pensativa, ni estaba comiendo, solo jugaba con la comida en el plato.
-Bueno, no soy la persona indicada para contártelo pero, Abril y Charlie sí están saliendo.- Se que no debería de habérselo contado pero algo me decía que ellos no lo iban a hacer.
Roxy me miró. -¿Te lo han contado?- Me preguntó.
-No pero...Los escuche hablando, y también vi restos del gloss de Abril en los labios de Charlie.- Le dije y poco a poco se me estaba formando un nudo en la garganta.
-Perfecto.- Dijo Roxy indignada.
-Roxy, ellos te lo iban a contar ahora.- Sentía que me dolía la garganta cada vez más, y más, y más. Abril y Charlie volvieron con sus platos. Roxy no paraba de mover la pierna nerviosa.
-¿Todo bien?- Le dijo Abril a Roxy.
-Claro, ¿por qué no iba a estarlo? ¿por qué mi mejor amiga no es capaz de contarme que está saliendo con alguien?- Roxy habló enfadada y tiró el tenedor al plato.
-Roxy, yo- No pudo terminar de decir porque Roxy se fue de allí.
-Mierda.- Dijo Abril.
-Ya voy yo.- Les dije y no esperé a que dijeran nada, porque yo no iba a perder tiempo en que se fuera. ¿Qué sería capaz de hacer? Conociéndola podría llegar a cortarse o algo peor.
-Roxy estate quieta.- Le dije siguiéndola.
-Déjame en paz. No quiero hablar con nadie.-
-Pues no, ¿y si te cortas? Ni de coña te dejo sola.- Entonces Roxy se quedó quieta.
-Oye que estoy mal pero por esa tonteria no iba a cortarme.- La verdad es que me relajé un poco.
-Como mucho rascarme un poco pero ya.-
-Igualmente, no te voy a dejar sola ahora. No quiero que te hagas daño.-
-Isaac gracias por preocuparte por mi, pero soy mayor que tú y sé más cosas que tu, así que déjame en paz.-
-¡No! porque porque, tengo algo que contarte.- Roxy alzó una ceja. La verdad es que no tenía nada que contarle.
-Habla.- Mierda, ¿ahora yo que le digo?
-Pero aquí no, en la playa.-
-¿Tu eres tonto?- Me dijo.
-Es que tengo ganas de ir, y no se a quien más invitar. Venga ponte el bañador y vamos. Te espero en la entrada del hotel en 15 minutos.- Roxy rodó los ojos.
-Vale.- Dijo alargando la palabra.
11:27
-¿Dónde está esta mujer?-
-Detrás de ti.-
-Coño, que puto susto.-
-Espero que no te importe que haya invitado a alguien.- Me dijo mientras caminaba hacia la playa. Roxy iba con un bañador de dos piezas negro con calaberas. Yo iba con un bañador suelto azul clarito.
-Sisi, invita a quien quieras.- Le dije siguiéndola.
Una vez en la playa me dijo.
-Bueno, ¿Me vas a decir ya la cosa que me querías decir?- Me dijo Roxy tumbandose en la toalla que acababa de poner en la arena.
-Pues...- Me quedé pensando. -Pues ayer por la noche...Emilio me besó en la mejilla, y vino a decirme buenas noches. Me pego un susto de la ostia sinceramente.- Dije y me senté a su lado.
-Que bien. ¿Y tú qué opinas al respecto?- Me preguntó.
-Bueno, creo que realmente me está empezando a gustar. Me sonrojo casi siempre que lo veo, y su risa causa la mía, su sonrisa es preciosa, y tiene unos ojos que me podría quedar horas mirándolos.- Estaba volviendo a sonreir como idiota, pero esta vez no me importaba, estaba siendo feliz de verdad. Roxy se sentó y me observó, incluso diría que estaba a punto de llorar.
-Que bonito Isaac.- Los dos reímos.
-Roxy, ¿estás bien? Es que parece que se te vaya a caer una lágrima.-
-Estoy perfectamente bien, no se porque dices eso.- Se ve que no le había afectado tanto. Roxy se volvió a tumbar.
-¡Ricky!- De repente Roxy salió corriendo. Cuando miré hacia atrás ya estaba abrazando a Ricky. Ricky iba con un bañador enterizo negro. Cuando se acercaron.
-Hola.- Me saludó Ricky.
-Hola.- Le respondí con una sonrisa.
-Bueno, ¿nos vamos a bañar?- Preguntó Roxy toda feliz.
-Buah, yo no quiero. Mejor ir vosotras y yo me quedo aquí cuidando de las cosas.- Les dije.
-Pues vale. -Me dijo Roxy. -Vamos vamos.- Le dijo Roxy a Ricky. Se les veía felices, y la verdad no pude evitar pensar en si Emilio y yo seríamos así algún día.
-Agh, Emilio ¿cuándo será el día que?- No pude terminar de decir cuando escuché a mis espaldas.
-¿Cuándo será el día que qué?- Me giré enseguida, era Emilio. Que vergüenza joder.
-El día en el que...aparecieras.- Le dije algo nervioso.
-Ah...Bueno, pues ya estoy.- Y se sentó a mi lado con una sonrisa ya formada en su cara. Emilio iba con un bañador como el mío solo que en negro.
-¿Tú no quieres bañarte?- Me preguntó.
-¿Eh? Ah, no. A mi no me apetece. Pero si tu quieres ir ve, no me importa quedarme solo.- Le respondí.
-No, prefiero quedarme aquí contigo.- Me sonroje enseguida. ¿Acababa de decir que prefería pasar tiempo conmigo? Respondí sonriéndole, y él enseguida me devolvió la sonrisa.
Definitivamente me estaba enamorando. Pero a mi no me había gustado ningún chico antes, entonces ¿qué soy?
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