Elizabeth se pasea en el barco, hasta que encuentra el cuerpo de su hermana mayor Adelvina.

Nicholas el vampiro aparece detrás de ella.

"Lo siento Elizabeth, pero tuve que hacerlo"

Elizabeth se estremece al escuchar la voz de Nicholas. Se voltea para enfrentarlo, pero se queda paralizada al ver sus ojos rojos y su piel pálida como la nieve. Trata de hablar pero las palabras no salen de su boca. Nicholas se acerca a ella y le toma la mano. "No te preocupes, no te haré daño", murmura en su oído. Elizabeth siente un escalofrío recorrer su cuerpo y trata de soltarse, pero la mano de Nicholas es firme.

"No lo entiendo ¿por que lo hiciste?"

"Ella sabía demasiado. Me amenazó con contarle a todo el mundo sobre tu escape del barco y con traicionarte. Además, necesitaba alimentarme."

"Pobre de ella, pobre de mi hermana"

"¿Qué? Ella siempre fue cruel contigo Elizabeth"

"Lo sé, pero no merecía morir de esa manera. No puedo creer que hayas hecho algo así."

"Qué ingenua eres, esto no es mi primera vez haciendo".

Elizabeth se siente horrorizada al escuchar las palabras de Nicholas. No puedo creer que haya estado conviviendo con un vampiro asesino todo este tiempo. Siente una profunda tristeza por la pérdida de su hermana, pero también una sensación de peligro inminente. ¿Podría ella ser la próxima víctima de Nicholas? Elizabeth sabe que tiene que ser astuta si quiere sobrevivir en este barco, rodeado de seres sobrenaturales. Pero, ¿Cómo puede protegerse de alguien tan poderoso como un vampiro? Elizabeth sabe que tendrá que ser más fuerte de lo que jamás ha sido antes si quiere salir con la vida de esta situación.

"No te preocupes, no te haré daño. He aprendido a controlar mis impulsos ya no ceder ante la tentación. Además, he desarrollado la habilidad de leer los pensamientos de los demás para evitar cualquier situación incómoda".

"Gracias por decirme eso", responde Elizabeth con cautela. "Pero tengo que admitir que estoy un poco asustada de estar en este barco con un asesino. ¿Cómo puedo estar seguro de que no me hará daño?".

Nicholas sonríe con amabilidad y le responde: "No tienes nada que temer, Elizabeth. Estoy aquí para protegerte y guiarte en este mundo sobrenatural. Sé que al principio puede ser un poco abrumador, pero con mi ayuda, estarás a salvo".

"Pero ha echo daño a mi hermana mayor" Llora Elizabeth

Nicholas se queda en silencio por un momento después de escuchar las palabras de Elizabeth. Comprende el dolor y la preocupación que siente por su hermana mayor y sabe que necesita hacer algo para ganarse su confianza.

"Lo siento mucho por lo que le hice a tu hermana. Fue un error y me arrepiento profundamente. Quiero hacer todo lo posible para reparar el daño que causé y ganarme tu confianza y la de tu familia", dice Nicholas con sinceridad.

Elizabeth se queda pensando un momento antes de responder. Aunque todavía está un poco insegura sobre Nicholas y sus intenciones, aprecio su disculpa y su deseo de hacer las cosas bien.

"Deja de llorar", le dijo el vampiro Nicholas a Elizabeth, molesto y cansado.

"Pero mi hermana fue comida para ti. No puedo dejar de llorar, a pesar de que fue mala conmigo. Todavía la amo", respondió Elizabeth.

Nicholas suspir y mir a Elizabeth con una mezcla de frustracin. Como vampiro, conocía muy bien el dolor de perder a seres queridos, pero también sabía que la naturaleza de su existencia requería que se alimentara de humanos. Era una vida complicada ya menudo solitaria.

"Entiendo tu dolor", dijo, su voz suavizándose ligeramente. "Pero debes entender que no tuve otra opción. No es personal, es simplemente lo que soy. Y tu hermana, bueno, tomó la decisión frustrarme".

Elizabeth se acercó y secó las lágrimas. "Lo sé. Sólo desearía que las cosas pudieran ser diferentes".

Nicholas puso una reconfortante mano sobre su hombro. "Yo también. Pero debemos aceptar el mundo tal como es y sacar lo mejor de sí. Y quién sabe, tal vez algún día las cosas cambien".

"¡No me toques, vampiro!" Elizabeth le grita.

Nicholas retiró su mano, sorprendido por la reacción de Elizabeth. Comprendía que su naturaleza era temida ya menudo malinterpretada, pero no esperaba esa reacción de parte de ella.

"Lo siento", dijo Nicholas, retrocediendo un paso. "No quería incomodarte. No eres la primera persona en sentirse incómoda cerca de mí".