Los dos vampiros descansan plácidamente durante el día, mientras esperan la llegada de la noche para salir a cazar. A pesar de su condición sobrenatural, ambos han encontrado la manera de adaptarse a la vida nocturna y han desarrollado un sistema para no llamar la atención de los humanos.
Federico, el más antiguo de los dos, es un verdadero maestro en el arte de la caza. Conoce todos los trucos y técnicas para encontrar y atrapar a su presa sin dejar rastro alguno. Nicholas, por su parte, es un vampiro más joven y aún está aprendiendo de su mentor. Aunque todavía comete algunos errores, Federico sabe que nunca se convertirá en un cazador tan habilidoso como él.
En cambio Elizabeth sale de su ataúd aburrida y con hambre, hace tiempo que se niega beber sangre.
Caminando por el campo, Elizabeth seduce a un joven con solo una mirada. Utilizando su belleza, lo invita a acercarse a ella seductoramente.
"Vamos a tu granero", le dice con voz sugerente.
El muchacho la sigue, sin saber que su destino sería fatal.
Un poco después, Nicholas la encuentra con manchas de color carmesí alrededor de la boca.
"¿Qué sucedió, Elizabeth?"
Ella le responde con un tono frío y desinteresado que solo ha tomado un poco de sangre, pero que no era suficiente para saciar su sed.
Federico la llama "Nosferatu", mientras ella sonríe con orgullo.
"¿Que hay de malo con esto Nicholas?" Se burla Federico mientras ríe ruidosamente,
"¿Acaso no estas feliz Nicholas?, ya deje ser la tímida y tonta chica humana" Elizabeth dice con una mirada sin compasión, sin luz en sus ojos, solo belleza física.
En cambio, Federico parece disfrutar de su papel de provocador. Él sabe que puede molestar a Nicholas con sus comentarios sarcásticos, pero no parece importarle. Elizabeth, por su parte, parece encontrar divertido el comportamiento de Federico.
"¿Qué le sucedió a Elizabeth? Ya no es como solía ser. Ha perdido la luz en sus ojos y su mirada es fría. Aunque sigue siendo hermosa físicamente", dijo Nicholas.
"No seas paranoico, Nicholas. La convertiste en vampiro y ahora ha dejado atrás su timidez humana. Ya no es completamente humana, ahora es una vampira", respondió Federico mientras ofrecía su copa a Elizabeth, quien bebía desesperadamente.
Federico sonríe mientras observa a Elizabeth beber de su copa con desesperación.
"Voy a atraer a 5 humanos para ti, Elizabeth", dice él.
Con una sonrisa maliciosa, tanto Federico como Elizabeth sonríen.
Nicholas observó con preocupación cómo Federico ofrecía su copa a Elizabeth, quien bebía con ansias. A pesar de que no estaba de acuerdo con la transformación de su amada en vampiro, sabía que ya no había marcha atrás. Se preguntó si alguna vez volvería a ver la luz en los ojos de Elizabeth y si ella sería feliz en su nueva vida. Mientras tanto, Federico y Elizabeth planeaban su próxima caza de humanos.
Federico deja la copa mientras ambos se entregan a un apasionado beso frente a Nicholas, y la copa cae al suelo, rompiéndose en pedazos. Para su sorpresa, Elizabeth estaba besando a Federico, y Nicholas sintió un punzante dolor en su corazón al ver la escena delante de él. Sabía que Elizabeth ya no era la misma persona de antes, pero verla besando a otro vampiro lo hacía sentir aún peor. En silencio, se alejó, dejando a la pareja sola en su éxtasis.
Nicholas tocaba su violín mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
"Elizabeth, te he traído cinco personas. Que comience el banquete, mi amor", le dijo Federico a la vampira Elizabeth.
Elizabeth saborea mientras se acerca a las cinco personas.
Federico observa con una gran sonrisa lo que Elizabeth está haciendo con esos humanos.
"Son deliciosos", admite Elizabeth.
Federico empieza a tocar el piano, mientras sigue admirando a Elizabeth, que se alimenta de los 5 humanos que el mismo le ha traído.
"Federico, ¿podría hablar con usted en privado?", le toca el hombro Nicholas.
Federico detiene su interpretación y se voltea para mirar a Nicholas.
"Por supuesto, Nicholas. ¿Qué sucede?", responde Federico con una sonrisa.
Nicholas se aleja del piano y lo lleva a un rincón más apartado de la habitación, fuera del alcance de Elizabeth.
"¿Qué has hecho con Elizabeth? Ella es tan cruel como tú"
Federico respondió con una sonrisa burlona. "¿Te molesta que haya besado a tu novia Elizabeth frente a ti? Quizás ella se dio cuenta de que eres un vampiro inmaduro y que yo tengo más experiencia".
Nicholas frunció el ceño, sabía que Federico estaba tratando de provocarlo. Pero no quería caer en su juego.
"Deja de jugar conmigo, Federico".
"Elizabeth se dio cuenta que tu no tienes agallas, y por eso le gusto yo. Vamos, dame una bofetada , nunca tuviste las agallas".
Nicholas respiró profundamente, tratando de mantener la calma. Sabía que no debía dejarse llevar por la provocación de Federico, y menos aún caer en la violencia.
"No voy a caer en tu juego, Federico. No tengo nada que demostrarle a Elizabeth ni a ti. Y si ella prefiere estar contigo, está en su derecho de elegir. Pero no me importa. Yo soy quien soy, y no necesito demostrarle nada a nadie".
Federico se quedó en silencio, sorprendido por la respuesta de Nicholas. Finalmente, se encogió de hombros y dijo: "Como quieras, vampiro. Pero recuerda que la próxima vez que quieras desafiarme, estaré listo para lo que venga".
Nicholas simplemente asintió con la cabeza y se alejó, sin mirar atrás.
Federico comienza a reírse a carcajadas sin parar, hasta que termina sentado en el suelo sin poder dejar de reírse de Nicholas.
Federico seguía sintiendo una gran envidia por Nicholas, ya que Elizabeth siempre había estado enamorada de él desde que eran niños.
Nicholas comprendía perfectamente lo que estaba pasando por la mente de Federico, pero decidió no hacer caso de sus provocaciones. Él sabía que la verdadera fuerza radicaba en su capacidad de controlar sus emociones y no dejarse vencer por la ira.
La relación entre Nicholas, Elizabeth y Federico se vuelve aún más tensa mientras Elizabeth se adapta a su nueva vida como vampira. Mientras Federico muestra su maestría en la caza y se deleita en provocar a Nicholas, este último lucha con sus celos y preocupaciones por Elizabeth. A pesar de sus intentos de mantener la calma, Nicholas se enfrenta a Federico, quien trata de desestabilizarlo con comentarios sarcásticos y provocativos.
En la Europa del siglo XVII, la joven Elizabeth II era conocida por su curiosidad e inocencia. Enamorada del hombre Nicholas Vorhis, un vampiro de 123 años, Elizabeth quería acompañarlo, pero Nicholas sabía que eso pondría en peligro su vida. En ese tiempo, la ley prohibía el amor y la amistad entre humanos y vampiros, lo que hacía que su relación fuera peligrosa.
A pesar de que Elizabeth quería aventurarse y ser diferente a las otras princesas, Nicholas no podía permitir que su amor lo pusiera en riesgo. La Princesa Elizabeth II de Windsor entendía que los vampiros podían vivir en el mundo humano, pero solo si estaban dispuestos a servirles para mantener la paz. Nicholas sabía que debía partir y dejar ir a Elizabeth para protegerla de cualquier peligro.
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