— Después de haberte escondido de él por un año ahora te casas — dijo Layla —. Si me hubieras hecho caso, de seguro ahora ya lo estarían.
— No puedes saberlo con seguridad.
— Es cierto, pero estoy segura de que es así — dejó un plato en la alacena y me miró — ¿Y ya tienen una fecha?
— La tenemos.
— Pues espero que sea antes de que nazca este bebé — acarició su vientre.
— ¿Desde cuándo?...
— Desde hace unas pocas semanas — sonrió
— Y Ren...
— Ya lo sabe — me interrumpió —. Está más feliz que tu y yo juntas — sonrió.
— Supongo que así es — sonreí — Entonces... suponiendo que todo salga tan bien como hasta ahora... si sigue así, en unos meses podrás presenciar la boda, y será antes de que nazca tu hijo.
Si todo salía tan bien como hasta ahora. Desde que me comprometí con Hansel, las cosas no pudieron ir de mejor manera, nuestros padres aceptaron el compromiso sin poner resistencia, incluso nos ayudaron.
La confianza que Hansel y yo teníamos era más grande que antes, igual que él sentimiento. Todo parecía perfecto, no había ningún problema, todo iba de maravilla, ni siquiera la gente del reino se oponía a esto, todo iba bien.
Era perfecto, como un sueño hecho realidad, a tan solo unos meses estaría a punto de casarme con el amor de mi vida. Pero, porqué este sentimiento de que no era así, que era ese sentimiento de mal augurio.
«No importa, de seguro son los nervios» pensé ignorando ese sentimiento. Tenía que calmarme de alguna forma, pero el miedo seguía ahí, la sensación seguía ahí. Y como cuando el sol se nubla, la luz que alumbraba mi vida se tapó de oscuridad.
Estaba a un par de mese de casarme con Hansel, solo un poco más y sería su esposa. Pero ese momento no llegó, pues dos mese antes estalló una guerra con un reino cercano, y al parecer, después de que ese reino sufriera un golpe de estado, querían conquistar otros reinos.
Ese reino cercano quiso expandir su poder, y entró en guerra con nuestro reino. Que, aunque es cierto que era bastante estable, si entrabamos en conflicto sería un problema, pues el otro reino, era mucho más poderoso que el nuestro a pesar de haber sufrido un golpe de estado.
Cancelamos la boda y decidimos que lo mejor sería posponerla hasta que terminara la guerra. Era lo mejor, ambos lo pensamos así, "cuando todo termine", dijimos con una luz de esperanza. Quien pensaría que esa vela se iba a apagar.
La guerra estalló, y se hizo cada vez más violenta, muchas personas murieron a causa de ella, y muchas otras perdieron algo valioso. Si bien, en un principio los muros del castillo eran fuertes, en algún punto se empezaron a debilitar.
Algunos permanecieron hasta el final y otros huyeron. El reino que antes conocí estaba a punto de caer. Entraron al castillo y tuvimos que huir.
— Váyanse ahora — dijo el rey.
— Padre ven con nosotros — dijo Hansel.
— Es mi deber permanecer hasta el final, huyan ahora o nos mataran a todos.
Hansel solo asintió y me llevo con él. Escapamos por uno de los pasadizos secretos del castillo, salimos al exterior y decidimos huir por el bosque, era una buena forma de perdernos. Sin embargo, no contábamos con la presencia de alguien más.
Nos estaban siguiendo, no sé desde que punto, pero ya nos tenían en la mira. Nos empezamos a adentrar en el bosque, en lo más profundo, hasta que sentí como una espada me atravesó.
— ¡HOSHIE! — oí gritar a Hansel mientras mis piernas me llevaban al piso.
— Hansel — respondí débilmente.
El corrió hacia mí con su espada desenvainada, la cual tenía rastros de la pelea, y probablemente, con quien me hirió. Llegó hasta donde estaba y me tuvo entre sus brazos. Se miraba ansioso, como nunca antes lo llegué a ver.
— Estarás bien, solo tenemos que ir con un médico para...
— No — lo interrumpí —. Sabes que no hay tiempo.
En ese momento Hansel rompió en llanto.
— No llores... me parte el alma verte así... — dije con voz débil —. Estaré bien —respondí tosiendo un poco de sangre.
— Hoshie — me dijo entre sollozo y lágrimas
— Perdón por... no poder... seguir...
— No te esfuerces... ya no importa — Hansel me dijo mientras yo estaba en sus brazos — Ahora no importa.
— Gracias por haber permanecido hasta el final de mi vida — dije mientras cada vez perdía más fuerza y mi vista se nublaba —. Volvamos... — tosí más sangre y pedí su mano.
Hansel sonrió de forma amarga y aun conteniendo el llanto tomó mi mano. Lo contenía, incluso trató de sonreír, pero solo salían lágrimas de sus ojos, tal y como los míos lo hacían, aun podía sentirlo.
— Vol... — tosí nuevamente —. Volvamos a vernos — intenté que mi mano llegara a tocar su rostro.
Hansel asintió, tomó mi mano con fuerza y la ayudó a llegar a su rostro, de igual forma me abrazó aún más fuerte. Aunque ya no sentía nada, por alguna razón, podía sentir la calidez de su abrazo.
— Te espero en mi próxima vida... — dije entre susurros débiles y sonreí lo más que pude.
"No olvides cuanto te amo" era lo último que quería decir, pero, "te espero en mi próxima vida" fueron las ultimas palabras que se llevaron mis suspiros, mi último aliento.
No me alcanzó el tiempo para decir algo más, perdí la fuerza, el habla, y mi vista que poco a poco se iba haciendo borrosa, se había nublado por completo, mi sentir había desaparecido totalmente desde hace mucho, pero a pesar de ello podía sentir su calor, mismo que para entonces había desaparecido. Lo único que recuerdo es que pude escuchar...
— Lo prometo, por favor espérame...
"Lo haré, lo juro" me hubiera gustado responder eso a las últimas palabras que escuché, sin embargo, no podría, mis sentidos ya no respondían, se habían cortado igual que aquel hilo rojo que nos unían a Hansel y a mí.
Quería abrazarlo, quería hacerlo tan fuerte para que, pudiera sentir el calor de mi corazón, pero mis brazos no se movían, quería besarlo por última vez, pero ni siquiera tuve tiempo de hacerlo. Quería llorar, pero ya ni siquiera salían lágrimas.
"Te espero en mi próxima vida" No estaba segura de que existiera otra para decir eso, ni siquiera sé porque dije eso al final. Pero si era cierto, lo esperaría, esperaría los años, lustros, décadas, los siglos, incluso si fuera necesario, esperaría milenios solo para volver a estar con él. "Lo haré" quería decirle a sus ultimas palabras que pude escuchar, pero no pude hacerlo, no podía hacerlo.
Mi último recuerdo, son esas últimas palabras en sus brazos, esa sonrisa engañosa, su calor desvaneciéndose, su mirada triste, la sangre en mis manos, esa sonrisa en lágrimas, y, sobre todo, ese anhelo de querer abrazarlo fuertemente y no poder hacerlo. Eso fue lo último, el último recuerdo, el primer final, el primer amor, la primera historia, el primer deseo, la primera ruptura, la primera separación, la primera promesa, la primera vida. Y, la primera muerte que presencié a mis ojos fue la de aquella luz que antes brillaba con intensidad, la segunda, fue mi muerte, pues para ese entonces, mi corazón ya había dejado de latir...
“¿Tú crees en las vidas pasadas?” la mujer justo enfrente de mí me lo decía con esa mirada que te hace saber que pronto comenzará una historia. “Vamos a empezar desde mucho tiempo atrás…” lo decía como una cuenta cuentos.
Me pregunto si su historia será tan real como ese anillo de matrimonio que lleva en el dedo o será una fantasía como aquel hilo del destino que te une mágicamente a esa persona.
Como sea, mostraré esta historia al mundo tal y como aquella mujer me la contó en un café. No lo sé, quizás sea e igual que ella estés esperando a alguien en tu próxima vida. Eso es lo que hace Hoshie, aquella mujer que alguna vez contó la historia.
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