— Volveré más tarde — dijo aquel hombre después de darle un beso en la mejilla a Hoshie.
Hoshie solo asintió con la cabeza, mientras aún conservaba una enorme sonrisa. El me hizo un gesto similar a una reverencia, misma en la que solo asentí y se retiró. Hoshie no dejaba de verlo hasta que dejó el café, y aun conservaba esa sonrisa en el rostro.
— ¡¿Quién es él!? — me dijo Clarisse después de cerrar la puerta.
— ¿Por qué? — dije aun sonriendo.
— ¡¿SABES QUE ACABO DE VER!? — dijo señalando la puerta de la entrada.
Yo solo la miré con una sonrisa como si no comprendiera nada, porque quizá no lo entendía muy bien. Clarisse me miró por un rato y luego soltó un suspiro pesado mientras hacía su cabello hacia atrás.
— Acabo de ver a mi hermanita la menos interesada en el amor ¡besar a un chico en la mejilla! — dijo aun señalando la puerta.
— No exageres.
— ¡¿QUÉ NO EXAGERE!? — alzó su voz — si mamá viera esto…
— ¿Porqué sacas a mamá de repente? — la interrumpí mientras fruncía el ceño.
— Es que… — parecía tragarse sus palabras — ¡Mírate en un espejo! ¡TONTA! — dijo con desesperación —. Agh — suspiró mientras se masajeaba en entrecejo — Él es con quien hablabas todas las noches ¿no es así?
— Sí, ¿pero por qué…
— Cállate— me miró como si estuviera punto de llorar — No puedo creerlo… — se mordió los labios y me miró un poco molesta — No puedo creer que te lo hayas guardado para ti sola.
— No empieces Clarisse.
— Es que… ¡¿cómo pudiste!? — me dio golpecitos en el brazo —. ¡Yo que soy tu hermana favorita!
— Eres mi única hermana.
— ¡Ese no es el tema! — me miró — ¿Ustedes son no…
— No — dije negando con la cabeza.
Clarisse me miró sorprendida y después frunció el ceño. Se me escapó una ligera risita y le dije.
— Tampoco es lo que piensas.
— Pero te gusta ¿no? — me miró con una sonrisa.
— Creo que más que eso.
— No te vas a quedar callada ¿verdad?
— Claro que no — negué con la cabeza — le voy a decir — sonreí —. No creo soportar mucho tiempo.
— ¿Cuándo? — sonrió enormemente.
— Andas preguntando mucho ¿no? — la miré fijamente.
— Ya sé, pero es porque me interesa — sonrió todavía más — ¿Así que cuándo?
— Cuando lo vuelva a ver.
— Esperaba una mejor respuesta — suspiró decepcionada.
Solté un suspiro y me reí levemente, ella solo me miró y frunció el ceño de nuevo, luego suspiró pesado y dijo con una expresión totalmente seria.
— Creo que me ilusioné demasiado — se tumbó en el sofá — creí que dirías ahora mismo.
— No, es… complicado — suspiré.
— Hay cosas más complicadas que esto, te lo aseguro.
— Habló la experta — murmuré.
— Más que tú, por supuesto — se acomodó en el sofá —. Ni siquiera te importaba.
— Claro que me importaba — sonreí y me senté junto a ella.
Clarisse me miró con una expresión de sorpresa, abrió tanto los ojos que parecía que se le iban a salir de la impresión.
— Nunca dijiste nada — me miró con extrañeza —. Ni siquiera dabas señales.
— Bueno… — sonreí levemente y recargué mi puño debajo del mentón —. En realidad, solo estaba esperando.
— ¿A quién? —sonrió de forma burlona —. A él.
— Tal vez — respondí de forma inconsciente.
Después de darme cuenta de lo que había dicho, reflexioné y era una estupidez. Ni siquiera podía asegurar de que realmente me cruzaría con Hansel en algún punto del camino, ni siquiera sabía que realmente me enamoraría de él, pero sentía como si él fuera a quién he estado esperando todo este tiempo, aunque en realidad nunca había esperado a alguien. Al menos no conscientemente.
Pero en el fondo es como si todo este tiempo hubiera esperado a “esa persona”, no sabía quien era, ni tenía la más mínima noción de su existencia, y aún así, parecía como si esperara a que llegara, a encontrarlo, o más bien, a que él me encontrara a mí.
Y en el fondo quizá aun seguía esperando, pero ya no podía hacerlo. Justo ahora me encontraba en la ventana de mi habitación pensado un montón de cosas que nunca antes había pensado. Creo que en estos momentos quiero seguir esperando, pero también, quiero encontrarlo, ahora quiero ser yo quien lo busca.
Por un momento no quiero retroceder o quedarme quieta, quiero buscarlo, y quiero encontrar eso o ese alguien a quien mi alma ha estado buscando tanto, que ni siquiera yo lo sabía. Aunque ahora, solo esperaré a que se vuelva cruzar frente a mí.
“¿Tú crees en las vidas pasadas?” la mujer justo enfrente de mí me lo decía con esa mirada que te hace saber que pronto comenzará una historia. “Vamos a empezar desde mucho tiempo atrás…” lo decía como una cuenta cuentos.
Me pregunto si su historia será tan real como ese anillo de matrimonio que lleva en el dedo o será una fantasía como aquel hilo del destino que te une mágicamente a esa persona.
Como sea, mostraré esta historia al mundo tal y como aquella mujer me la contó en un café. No lo sé, quizás sea e igual que ella estés esperando a alguien en tu próxima vida. Eso es lo que hace Hoshie, aquella mujer que alguna vez contó la historia.
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