Cada vez que me voy a dormir en un lugar que no sea mi casa, normalmente me cuesta dormir. Esta noche no fue la acepción.
Cuando Robert nos dijo que teníamos que irnos a dormir, Jack se fue a su habitación y Robert me llevo a lo que sería la mía. Me llevo a un cuarto con un colchón tirado en el piso, un armario viejo, y una bengala que daba hacia un árbol.
Róbert: bueno, aquí dormirás, a partir de ahora, siéntete cómodo de hacer lo que quieras con este cuarto, que ahora te pertenece, a mi nombre, pero te pertenece.
Jim: gracias. No sé cómo agradecértelo, de que me hagas dado la oportunidad de vivir contigo y Jack.
Robert: no tienes que hacerlo, al fin y al cabo, todos merecemos un hogar, ¿cierto? Bueno, ya te dejo para que duermas. Descansa bien.
Jim: igual, descansa bien.
Después de eso, puse mis cosas en el armario, me dirigí al colchón y me tiré boca arriba.
Jim: bueno, así que esto fue lo que decidiste, es hora de adaptarse.
Luego de eso tuve de los peores insomnios de mi vida, solo pude dormir 2 horas. Dormí desde las cuatro de la madrugada, hasta las seis de la mañana. ¿Fue terrible y lo peor, tenía clases, y aún peor, estaba la posibilidad de que mi padre esté esperándome para devolverme a la casa, y esto podría significar que supieran de Robert y Jack y quisiera hacerles algún daño, y? ¿Y?
En eso escucha como tocaban la puerta y veo como está se halla, era Robert.
Robert: buenos días, Jim.
Jim: buenos días.
Robert: ¿cómo dormiste?
Jim: solo dormí como dos o tres horas, yo ni sé, sobre pene mucho esta noche.
Robert: ya veo, sobre pensar, siempre nos trae malos recuerdos. Por ejemplo, Jack.
Jim: Jack? — dije mientras levantaba una oreja.
Robert: ¿sí, pues Jack no tuvo un buen pasado al igual que tú?
Jim: y que paso — digo con indignación y curiosidad.
Robert: sentándose a un lado mío— bueno, todo empezó hace mucho tiempo, porque cuando él era niño tenía un amigo muy cercano, tan cercano que él lo visitaba todos los días, comían siempre juntos, estudiaban juntos e incluso en ocasiones hacían pijamadas. Pero un día cuando Jack tenía 16, ósea hace 3 años, ese amigo empezó a cambiar, empezó a actuar diferente, a hablar diferente, se dejó crecer el pelo y a vestirse diferente, hasta que un día él se acercó a Jack y le dijo.
—Jack, te tengo que decir algo.
Jack: si dímelo— a punto de montarse a su patineta.
— no sé qué me pasa, pero me siento diferente, no me siento como yo y siento que ya no soy el mismo.
Jack: a qué te refieres? — deteniéndose por un momento.
— Jack, ya no quiero ser un chico, quiero ser una mujer.
Jack: ¿Espera qué?
— creo que soy trans, y honestamente, no sé cómo debería de sentirme o hacer y siento que ti, al ser mi persona más cercana, debería de decírtelo, porque creo que ni siquiera mis padres lo entenderían.
Jack: dejando de hacer lo que hace— ya veo, mira, no me importa lo que eres o lo que serás, porque eres mi amigo, o bueno… amiga, y siéntete libre de ser tú conmigo.
Jack: ya no estás sola
Y así fueron pasando los días, cada vez se notaba más y más el cambio que daba su nueva amiga, qué nombre era Jessica, y así Yeyo a un punto que ya era toda una mujer.
A mediados de sus 17 años ya se sentían cómodos, Jessica, como siempre ha aneblado, y Jack por ser siempre un apoyo y guía para Jessica. Pero los demás no lo veían así. Personas no tan conformes con esto comenzaron a aparecer y a hacer de las vidas de estos dos un infierno, en especial la de Jessica. ¿Comentarios como “mira la marimacha” o “eres mujer? Ven y enséñame una se las tuyas” e incluso le hacían cosas como lanzarle objetos como toallitas o lápices. Jack, por otra parte, la defendía upa la ampolla a, pero eso no parecía funcionar.
Jack: no le hagas caso a esos imbéciles.
Jessica: llorando— lo sé, pero es que simplemente no puedo, Jack, no quiero seguir con esto, ya no más.
Un día, casi víspera de Navidad, a Jack le llego un coreo electrónico que decía.
“de Jessica para Jack
Hola, sé que puede sonar raro, pero gracias, gracias por todo el esfuerzo que has hecho para que todo esto parara y por no rendirte para que todo esto se detuviera, pero yo ya no puedo más.
Jessica está cansada, ella no puede más.”
En ese momento él salió de su casa en bicicleta tan rápido como pudo, al llegar a la casa de Jessica. Al llegar tocó la puerta y ahí estaban su madre en la puerta.
Madre de Jessica: lo, hola, Jack, que lo trae usted por acá?
Jack: ¿sabe algo de Jessica?
Madre de Jessica: ah, no sé nada de “ella” lo último que se es que a noche discutió con su padre y “ella” salió furiosa de la casa con su mochila.
Jack: ya veo, gracias.
Jim: ¿¡y que paso!?
Robert: Jack no paro de buscar y preguntar a quién sea hasta que un día, simplemente se rindió. Después de eso nos conocimos en MeWe y nos hicimos amigos y el resto ya lo sabes.
Jim: vaya. No esperaba eso, se nota que el paso mal.
Robert: sí, pero al final, hay que seguir adelante. Porque si solo vives del pasado, en el pasado te quedarás y no serás feliz.
Jim: ya veo. ¿Qué hora es?
Robert: las 7:20, vamos, hay que prepararse porque en 40 minutos tienes clases. Te espero abajo con el desayuno.
Jim es un joven a punto de graduarse de la secundaria,
con grandes problemas de autoestima y una tendencia
a sobre pensar las cosas. Tras soportar el rechazo
constante de su padre por ser gay, decide escapar de
casa y refugiarse con Robert, un hombre que conoció
en un foro en línea y que vive junto a Jack.
Robert, decepcionado de sí mismo por no haber
cumplido su sueño de ser astronauta, encuentra
consuelo y propósito en sus amigos, manteniendo
viva su pasión por el espacio. Ahora vive con Jack
y Jim, tratando de hallar un nuevo sentido a su vida.
Jack, un guitarrista solitario que enfrenta la vida con
ironía a pesar de la desaparición de su mejor amiga,
trabaja en una tienda de instrumentos musicales. Allí
conoce a Hana, una chica con la que formará una fuerte
amistad musical.
Jim, Robert y Jack lidian con sus propios desafíos. Desde
enfrentamientos emocionales con sus familias hasta
reconciliaciones que los unen aún más, cada uno de
ellos aprenden a superar sus miedos y a aceptar sus identidades.
"Cuando se Ocultan las Estrellas" es una conmovedora
historia sobre la búsqueda de la identidad, el poder de
la amistad y la importancia de encontrar un lugar al que
llamar hogar. Enfrentando prejuicios y dolor, los
protagonistas descubren que, a veces, las estrellas
más brillantes son las que se ocultan detrás de las nubes
más oscuras.
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