Amaris corrió al jardín de ese palacio, flores hermosas habían allí, aún que eran casi de su mismo tamaño, permaneció entre las flores por un rato y de pronto apareció un chico, ella trató de esconderse pero el la encontró de todas formas

-el olor que estoy sintiendo no es el de ninguna flor que conozco

Amaris salió de su escondite y examinó con la mirada al chico

-no temas, no tengo el por qué delatarte, puedes confiar en mi, de todas formas si quieres hacerle algo a la reina mucho no me importaría. 

-soy davion-

-yo soy Amaris, ¿Encerio puedo confiar en ti?- 

el chico sonrió

-tienes suerte de toparte conmigo, agarras confianza muy rápido, si otro elfo o hada te encontrará y tuvieses esa confianza me imagino lo que sería de ti- 

soltó una pequeña carcajada

-¿cual es el motivo de que estes aquí?-

-en realidad yo solo había ido a la fiesta del jardín, pero un chico trato de abusar de mi y Helen me rescato, pero no puedo ser vista por ser un hada oscura...-

-vaya.. eres realmente guapa, jamás creí poder ver una hada de está especie- Amaris se sonrojo un poco

-muchas gracias. Soy la princesa oscura-

-princesa..- Davion tomo la mano de Amaris y le dió un pequeño beso haciendo una reverencia

-un placer conocerla, princesa- el sonrojo en la cara de Amaris se hizo más grande

-no debes tener dónde quedarte ¿No?-

-asi es...-

-que te parece si duermes en mi habitación por hoy- Amaris sonrió-¡De verdad! Muchas gracias-

-no hay de que princesa.. sigueme- Amaris sonrió y fue detrás de Davion. Llegaron a una habitación pequeña aún que bonita, cuando llegaron Davion se sento en una silla alado de una mesita

-sientate princesa- Amaris se sentó al frente de el

-Davion tu habitación es muy bonita- 

Davion sonrió

-muchas gracias, por más que soy un sirviente me dejan quedarme aquí y trato de mantenerla bien cuidada para que se vea bonita- Amaris y Davion charlaron mucho antes de dormir y luego Amaris se sentó en la cama de Davion, este se sentó a su lado

-Davion... De verdad muchas gracias...-

-no hay de que princesa, para mí es todo un placer, espero que puedas ser feliz tu vida debe ser bastante dura..- Davion tomo la mejilla de Amaris y acerco un poco su cara, Amaris se sonrojo mucho y acerco también su cara... Davion saco una hoja que Amaris tenía en su pelo y ella hizo un largo suspiro

-bueno ya es hora de dormir- dijo Davion

-esta bien, y.. ¿do-dormiremos juntos?- Davion soltó una pequeña carcajada

-oh no, claro que no- 

Davion tomo una manta y la tiró en el suelo

-yo dormiré aqui-

-no, no, no debes dormir en en suelo, dejame dormir a mi ahí y tú duerme en tu cama-

-que anfitrión sería si te hago dormir en el suelo, además eres una princesa- Davion hizo una sonrisa cálida y Amaris se la devolvió

-esta bien-

luego de esto los dos se durmieron.

Davion era un elfo de luz, era alto, de 1,88 más o menos, de cabello rubio corto y ojos dorados, usaba lentes, tenía la piel muy blanca y pálida, sin duda era un elfo atractivo.