Al día siguiente Amaris se despertó y no vió a Davion, así que decidió que saldría e iria al jardin, logro llegar hasta una parte del jardin casi escondida un lugar en el que no llegaban los guardias de pronto llegó Helen con lágrimas en los ojos
-¡Helen! Que pasa..-
-¿Amaris..? Sigues aqui ¿po-porque?-
-no tenía donde ir.. puedes decirme que pasa por favor, tu haz echo mucho por mi dejame ayudarte-
-hoy viene el.. hoy viene el chico con el que mi madre quiere que me case-
-oh Helen...-
-por que ser de clase alta te obliga a estar con gente que no te agrada solo para caerle bien a los demás, no es justo, no me apetece casarme aún, y mucho menos con alguien a quien nisiquieras conozco..- Amaris miro a Helen
-mi madre también está buscando, y de echo tiene pensado que me case con un hada oscura muy pedoroso en nuestro reino, el trono ya está asegurado para mí pues soy hija única pero aún así necesito un rey.. me gustaria poder ayudarte pero no se como- helen tuvo una gran idea, tomo de las manos a Amaris
- tal vez puedas ayudarme, y si dices que eres mi novia, le costará pero mi madre quizás entienda que no deseo casarme por ahora-
-Helen.. quisiese ayudarte pero esa idea es muy arriesgada, mi madre se enteraría que estoy aqui además... Somos mujeres las dos-
-cierto, tu madre, está bien este plan no saldria-
¡Señorita Helen!
-Amaris corre- Amaris voló a la copa de un árbol. Un guardia se le acercó a Helen
-señorita Helen, me parece haber visto algo-
-abuelo debe ser tu imaginación, aquí no hay nada, solo estoy yo ¿Que necesitabas?-
-su madre la está buscando, el joven a llegado...
-esta bien- Helen respiro profundo y se fue junto a su mayordomo Edward, un anciano muy leal a ella.
Una tarde una hada de noche se escapa de su reino y va a una fiesta la cual hacen todos los habitantes del bosque, allí se encuentra a otra hada ¿Podrán tener su romance a pesar de las piedras en su camino?
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