Era confuso, aparentaba ser de noche, pero no existía un “cielo” que pudiera confirmarle, en cambio, lo primero que saltaba a la vista eran ramas entrelazando desde lo alto formando una profunda y robusta capa de hojas delimitando donde se supone debería de haber nubes, el sol o la luna. A principios no era notorio pero apenas exhalo su primera bocanada de aire, esta reflejo la temperatura del entorno increíblemente frio, ¿Por qué no podía sentirlo a la par con su cuerpo?, no sentía la helada ni tampoco sentía calor, se encontraba en una temperatura agradable, tanto era el hecho que incluso lo describiría como algo arrullador, pero eso no era la mayor inquietud, ¿Por qué mantenía tantas raíces sobre él?
Decir que era similar a ver cables enmarañados le quedaría corto en comparación al desastre que tenía encima, eran raíces de todo tamaño enredadas entre las piernas, manos, cuello, no había un solo lugar despejado, ¿No significaba que llevaba mucho tiempo aquí?, ¿Acaso nadie había ido a buscarlo?, cual fuera el caso, debía movilizarse.
Combatiendo contra la somnolencia, las raíces fueron arrancadas una a una al levantarse con calma.
— “¡Ay!”
Pero una vez se dio el primer paso por erguirse correctamente, algo parecía haber sido arrancado desde principios de columna.
“¿Pero qué- “— Finas hileras de raíz distintas a todas las demás parecían haber sido las causantes del piquete agudo. Las puntas troceadas si se prestaba atención, emanaban un ligero brillo que al poco tiempo se desvaneció. No había nada, ni una sola gota de sangre o irregularidades al checar la nuca o la espalda, además de que el dolor fue momentáneo, ¿Entonces qué había ocurrido?, era mejor rezar por el mejor de los casos que no haya sido envenenado por actuar de manera imprudente.
La suciedad fue sacudida, el resto de malezas retiradas y finalmente parecía tener una visión más clara; ¿Acaso tenia tanto frio hace un momento?, apenas retiró la última rama, la gélida sensación que no era notoria antes comenzó calar hasta los huesos, ¿Ya era invierno?, recordaba estaban próximos a ingresar a otoño, pero la temperatura no concordaba, ¿Por qué su cuerpo no parecía resentido si transcurrio tanto tiempo?, la sensación de inquietud no hacía más que ir en aumento.
Su libreta.
Debía encontrarla, nunca se separaba de ella. Lo más seguro es que recibió un fuerte golpe que por ello no comprendía o recordaba que paso con exactitud, seguramente revisando apuntes podría tener alguna idea más exacta. Se encontraba más despierto que antes, pero sus ojos aun no lograban adaptarse a la falta de luz. Era peligroso solo ir tanteando de un lado a otro con las manos o pies, aunque tampoco pretendía ir muy lejos, por suerte como pensó, no voló más allá de unos cuantos metros de donde se encontraba. Una libreta rojo brillante con detalles dorados de inmediato se notaba en cualquier parte así que rápidamente se aproximó.
“… Esto es demasiado irregular… “
Su pie no pudo avanzar apenas choco con lo que le parecía tanto desconocido como familiar.
No era tierra, ni tampoco raíces en seco u alguna piedra, era blando, pero a la vez firme. Se encontraba entrecerrando los ojos esperando obtener mayor visibilidad, pero apenas tuvo la idea casi como si se hubiera entregado una petición, la tierra se iluminaria tenuemente, una luz blanca tan suave que parecía ser gentil con la visión que aun luchaba por adaptarse, enfocándose especialmente en el lugar que recién había pisado.
. . . — Antes era frio, ahora era helado, ¿Calar los huesos?, era un chiste, ahora incluso se sentía como si las venas hubieran sido congeladas y la sangre dejara de circular, “Helar la sangre”, ¿Seria la expresión correcta?, incluso parecía suave.
¿Un cadáver? . . . No, no solo eso, ahora que podía visualizar con mayor rango, todo el suelo se encontraba atestado. Mujeres, hombres, niños y ancianos, no existía distinción simplemente eran cuerpos regados por todas partes que al igual que su persona se encontraban enredados entre miles de raíces de distintitas variedades.
Los movimientos cesaron en seco, al igual que la mente, ¿Qué demonios estaba ocurriendo?, ¿No era el único?, ¿Quizás estaba experimentando algún tipo de accidente como en esas películas donde deben sobrevivir?, no se veía ningún avión o indicios de algún choque, tampoco tenía coherencia en pensar otras opciones.
. . . “¿Respirando?” — Era débil, pero sin dudas se veía un levemente movimiento, estaba vivo. Todos alrededor lo estaban, ¿Estaban durmiendo?, siendo el caso… ¿Solo el había despertado?... Aún existía esperanza, siendo el caso, solo debía levantarlos, sí, una persona a la vez, quizás comenzar con quien choco antes seria lo primero.
No demoro mucho antes de aproximarse a tomar las raíces encima del hombre frente a él, pero apenas fueron tocadas la iluminación se fue. La luz parecía provenir de ellas.
“¿Fotoluminiscencia?” — Dudo por un momento, vio muchos casos similares, pero este parecía ser extraño, ¿Por qué de pronto la luz ceso?, no, más bien, ¿Qué clase de planta era esta?, ¿Acaso murió?, existía muchas especies demasiado delicadas que apenas entran en contacto perecían. No era el momento, mientras antes despertaran todos mejor, no tener luz no iba a ser un impedimento.
Sin embargo, los problemas apuntaron a otra cosa.
La somnolencia parecía regresar, la punta del pie le era incomoda, “¿Cosquillas?”, su visión regreso a la causa de la molestia. Las raíces no murieron, en cambio igual a un parasito parecían escalar por encima del zapato. Rápidamente este fue arrancado al intentar alejarse por la impresión.
El frio no hacía más que aumentar, sintiendo como si fuera a congelarse en cualquier momento, con el miedo de ya no poder moverse. Lo que antes pretendía tomarle el pie, esta vez deseaba tragarlo por completo pues las raíces que antes yacían en calma desparramadas en todo el suelo, cobrarían “consciencia” para ir a cazarle.
Al diablo con despertarlos, debía salir o sabrá dios si solo acabaría con él volviendo a dormir.
La libreta fue tomada mientras corría como nunca lo hizo, alejándose lo mejor que pudo del lugar, ¿Pero hacia donde podría huir?, era como si el bosque entero decidiera unirse para cazarlo, ¿Los arboles decidieron un día sacar sus raíces y las mismas comenzaron a “caminar” ?, era ridículo, una completa tontería, aun si tomara 10 botellas de vodka no se creía capaz de decir o imaginar tal locura. Fuera como fuera, simplemente seguía corriendo, no podía parar, lo que sea que le estuviera siguiendo, tontería o no, cada vez era más rápido o mejor dicho era como si entre plantas se comunicaran y la tarea de seguirlo se transmitiera entre ellas sin parar igual que un teléfono, ¿Entonces que debía hacer?, ¿Correr por la eternidad?, ni siquiera sonaría como una mala broma, ya comenzaba a cansarse y ni si quiera llevaba media hora, ¿Qué tanto más debería avanzar hasta que lo dejen en paz?, debía pensar, ¿Qué rayos hizo mal además de despertar?
. . . — Sus pasos. Mientras corría, un rastro luminoso de sus huellas era dejado. Las hendiduras del pie descalzo eran más brillantes en comparación de las del zapato.
Toda la energía que le quedaba se enfocó en saltar en dirección a los árboles, escalando locamente esperando que las raíces no se atrevieran a seguirle hasta que no pudo más. Igual a un gato aferrándose a una tabla en el agua, los dedos se clavaron con tal fuerza que incluso comenzaban a perder color.
Estaba a salvo.
Pasados el rato, se acercó a la rama estable más cercana y se llegaría a una conclusión contundente.
Soy estúpido
Efectivamente las raíces dejaron de seguirle, ¿pero cómo no sería el caso?, sin importar que clase de planta del infierno o situación más locamente fuera de la lógica era esta, ¿De aquí a cuándo existirían raíces voladoras?, no es como que se fueran a levantar 3 metros para alcanzarle, no son malditas aves y tampoco es que fueran a atacar a uno de los suyos, si deseaban ir tras él, también se arriesgarían a una especie de autolesión. . . No llego a correr ni la hora, pero, aun así, ¿Por qué rayos no pensó todo lo anterior antes de correr como un desquiciado?, quizás fue parte de la fuerte impresión que tuvo pero no podía evitar maldecirse mentalmente por ello.
Fuera de eso, finalmente podía respirar, estaba exhausto, ¿Qué más daba ahora?, solo quería recostarse un rato.
Bien, ¿Qué rayos se supone que ocurre?, ¿Es una especie de base experimental rara o…? — Nada. Seguía presionando la memoria sin lograr recolectar algún recuerdo útil, ¿Cómo termino en un lugar tan turbio?, sabrá dios, solo termino con una horrible migraña. Al menos su libreta pudo ser rescatada, la tapa fue abierta pero algo particular salto a su vista.
“Brote de frijol sin madurar, será mejor que no tomes vicios como estos, de todas formas lo odias aunque uno nunca sabe =D”
— . . . En verdad que eres alguien pesado. . .
Tres. . . Seis. . . Ocho. Ocho cigarrillos adheridos con cinta adhesiva en la tapa del cuaderno junto a una nota de impecable caligrafía dibujaron una mueca y expresión de incredulidad en el rostro de Leif.
Leif detestaba el humo del tabaco, ni hablar de su consumo directo, era amargar su tarde con ello. Por supuesto, quien le entregaba esta nota, estaba por completo enterado al respecto pero “Bromas” como esta no cedían ni aun transcurriendo los años.
— . . . ¿Debería presentar una renuncia oficial apenas te encuentre?, no, solicitare un aumento, necesito vacaciones.
Las quejas salían, pero aun con ello uno de los cigarrillos fue desprendido. Por debajo de los cigarros y la nota se encontraba una curiosa caja con un contenido neto de 200 cerillos.
—. . . ¿Esperabas que fumara o que prendiera una hoguera?. . . — Los objetos fueron guardados momentáneamente. Observo por debajo del árbol. Las huellas marcadas por el zapato desaparecieron, mientras que las huellas marcadas por su pie descalzo aún se encontraban presentes y brillantes por su anterior persecución.
No podía permanecer eternamente arriba, debía pensar. Bajando con precaución, estirando el brazo, algunas piedras fueron alcanzadas y rápidamente regreso. La primera fue arrojada.
No hubo reacción.
. . .
Otra piedra más grande que la anterior fue lanzada.
Tampoco hubo algún cambio.
Mientras transcurría el tiempo el frio calaba con mayor dureza, ¿Ir entre arboles igual que un mono?, era un chiste, ni siquiera pudo correr más allá de 15 minutos, ¿Subir hasta la copa?, estos árboles eran tan altos que parecían no tener fin, primero caería antes de lograr escalar algo significativo, si logró alcanzar una rama alta y moverse fue de milagro gracias a la adrenalina.
El aire frio se acentuaba en cada exhalación, necesitaba calentarse o esto no funcionaria.
. . .
Quizás sea el caso. — Aún quedaban dos piedras. El cigarrillo y los fósforos regresaron. Las exhalaciones frías fueron remplazadas por el pesado rastro del tabaco.
Cof, Cof- Qué- por dios, en verdad, ¿Cómo es que esos pulmones no se te han podrido?, deben tener el color del petróleo seguramente, ¡Cof! — Como era costumbre, tenía un fuerte rechazo e inevitablemente la tos ahogada no se hizo esperar.
Seguro debes estar gastando toda una caja de estos. Olvídalo, no pretendo quedarme sin empleo porque eres inconsciente, esconderé estas cosas de tu cajón apenas vuelva, solo espera. — Replico.
El cerillo aun encendido se trasladó por debajo de una de las piedras recolectadas y cuando el mismo parecía haber cedido, la piedra pasaría a ser calentada por el escaso aliento de Leif, repitiendo el proceso una vez más. Una vez tomo un poco de calor estaba lista.
Si no funciona. . . — . . . De alguna manera ideas ridículas y bastantes locas comenzaron a formularse, sería mejor optar por el camino más prudente.
La piedra fue lanzada.
Hubo reacción.
Inmediatamente la zona de impacto fue iluminada y las raíces corrieron a buscar la causa, pero apenas corroboraron de que se trataba y el calor fue extinto la dejaron ir como si nada.
— “Bien, lo que sigue.”
Hubo varias teorías a principios; la presión, vibraciones, el tacto pero al final-
Debería ser sencillo. — El cigarrillo fue extinto contra la corteza del árbol dejando un pequeño punto brillante.
Era el calor, el bosque parecía tomarlo en cuenta para seguirle.
Pero veamos que- . . . ¿? — Una nota cayo entre sus piernas, seguramente perteneciente al cigarro anterior pero no lo noto hasta ahora.
¿Al final tomaste uno?, ¿Quizás una decepción amorosa fue la ocasión? ;(
— . . .
La nota paso a convertirse en basura, basura de muy mal olor.
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