Debió pasar casi dos o tres horas sin mayor actividad hasta que apareció el primer cliente del día: la Señora Fang quien traía a su pequeño gatito de largo pelaje negro y blanco, llamado Herr Grumps. La expresión de enojo y molestia de Grumps no se hizo esperar al ver como abrían la pequeña jaula, de color blanco en la parte superior y azul en la parte inferior con barrotes blancos, para poder sacarlo de ahí. Wilkens se puso unos guantes de plástico color verde mientras que Charlie se puso unos de color azul y procedió a ayudar a su ex novia. Como era de esperar, Grumps gruñó un poco al sentirse tocado y cuando buscaron sacarlo de la jaula, largó un arañazo que Wilkens recibió de lleno. Ella no era una novata y ya estaba acostumbrada a que los animales, como los gatos o los perros, trataran de atacarla, sin embargo, por algún motivo que ella desconocía, sintió un fuerte temor instintivo que la hizo soltar al gato mientras se veía la herida. Aquel guante no le había servido de nada porque su palma comenzó a colorear de rojo aquel verde.
- ¡Herr Grumps!- exclamó la anciana de cabello canoso y ancho cuerpo al ver al gato salir de la jaula
- ¿Te encuentras bien Beverly?- le preguntó Charlie acercándose a ella
- Sí, estoy bien, no te preocupes- le contestó Wilkens viéndose la herida, tomando el recipiente con alcohol, se quitó el guante y se echó aquella sustancia en su herida. Sintiendo el fuerte ardor, añadió- ¡Ve por el gato!
- ¡Sí!- exclamó Charlie corriendo a donde estaba aquel endemoniado gato quien continuaba largando unos amenazantes maullidos, seguidos de fuertes siseos
- Realmente lo lamento, él nunca suele ser así- se disculpó la Señora Fang, mostrándose genuinamente sorprendida por el accionar del gato
- Vamos gatito- lo llamaba Charlie mientras sacaba un poco de alimento del bolsillo de su pantalón- ¡michi, michi!
Intentaba acercarse a Grumps, pero este aun lo miraba con enojo mientras siseaba y largaba arañazos que lo mantenían a distancia. Wilkens se acercó al gato dispuesta a tomar control de la situación cuando la puerta se abrió y entró un hombre que llamó la atención de Wilkens.
Acercándose al gato, un hombre de cabello azul corto con un grueso flequillo que lo hacía ver un poco similar al personaje de Superman en las películas de los 70 y 80, lo miró con sus penetrantes ojos azules de manera atenta. Volviendo a sisear, Grumps se lanzó hacia aquel fornido intruso dispuesto a atacarlo, sin embargo antes de que pudiese llegar a su destino, aquel hombre, que vestía una camisa celeste junto a un chaleco negro y unos pantalones de vestir del mismo color, se hizo hacia un costado, pudiendo esquivar el ataque. Grumps miró sorprendido aquel rápido movimiento y antes de que pudiera hacer un movimiento de defensa, terminó estrellándose contra la pared de la veterinaria, cayendo de costado y logrando ponerse de pie. Temblaba debido a los nervios, sin embargo la gruesa, como también cálida, risa proveniente de aquel hombre pudo calmarlo, mientras era tomado por sus fuertes manos.
- Ya, ya pequeño travieso- rió aquel hombre pudiendo alzarlo, abrazándolo con fuerzas- ya está todo bien- viendo a la atractiva pelirroja acercarse a él, se lo entregó mientras mantenía su simpática sonrisa en el rostro- ahí tiene señorita, todo suyo
- Muchas gracias señor…- le contestó Wilkens recibiendo a Herr Grumps mientras intentaba no verse hipnotizada por su agradable aspecto
- Blue- le contestó aquel hombre con una expresión divertida y a la vez seductora- James Blue, aunque mis amigos me llaman Jimmy
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