Los ojos de Felicity se entreabrieron, su consciencia emergiendo de las profundidades de un sueño inducido por medicamentos. Parpadeó rápidamente, tratando de comprender su entorno. El techo blanco sobre ella y el olor estéril a antiséptico le indicaron que estaba en un hospital.
Giró la cabeza lentamente y vio a varias personas desconocidas. Hablaban rápidamente en un idioma que no entendía y parecían preocupados. De repente, todas esas personas salieron corriendo de la habitación, como llamando a alguien con urgencia.
El pánico se apoderó de ella mientras intentaba recordar cómo había llegado allí. Trató de hablar en voz alta, pero un tubo en su garganta impedía que su voz saliera. El miedo la invadió y decidió intentar incorporarse. Sin embargo, apenas levantó un poco su cuerpo cuando una de las personas con bata blanca entró rápidamente y la detuvo con manos firmes.
“Por favor, cálmate,” dijo, aunque Felicity no entendía las palabras. Sólo podía captar la intención detrás de ellas.
La confusión hizo que su corazón se agitara, y el pitido de las máquinas a su alrededor se intensificó con su angustia. Los rostros preocupados de las personas con batas blancas se acercaron más, tratando de tranquilizarla.
Lágrimas de frustración y miedo llenaron sus ojos. Movió la cabeza, tratando de entender lo que decían, pero todo era un torbellino de sonidos y confusión. Recordando lo anterior, vio a una enfermera acercándose con una aguja y sintió una oleada de pánico. Quería entender lo que estaba pasando, no quería volver a dormir.
El miedo la impulsó a moverse más rápido, intentando alejarse de la aguja. Las personas con batas blancas la sujetaron con más firmeza para evitar que se lastimara. Mientras forcejeaba, sus ojos se detuvieron en sus propias manos.
Sus manos se veían más pequeñas, casi infantiles. La confusión y el miedo revoloteaban en su mente mientras la oscuridad la envolvía una vez más. Algo profundo y misterioso había cambiado, y mientras se rendía nuevamente al sueño, no podía sacudirse la sensación de que nada volvería a ser igual.
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