Felicity, mientras se miraba las manos, reflexionaba sobre la extraña sensación de familiaridad que experimentaba con su nuevo cuerpo. Aunque su mente seguía siendo la misma, el cuerpo que ahora habitaba parecía encajar de una manera que no podía explicar del todo. A diferencia de algunas personas que sienten que su cuerpo no les pertenece, Felicity sentía que este nuevo cuerpo era suyo, a pesar de las diferencias evidentes. Este descubrimiento le proporcionó una extraña mezcla de consuelo y desconcierto.
Se perdió en sus pensamientos mientras observaba sus manos, notando su piel más suave y sus dedos más pequeños. El rostro que veía en el espejo le resultaba ajeno, pero la sensación de pertenencia era palpable. La realidad de su nueva existencia seguía siendo impactante, pero al menos, el cuerpo que habitaba no le parecía completamente extraño.
De repente, la puerta se abrió y entraron los tres cuidadores, cada uno con una expresión de preocupación y curiosidad. El mayor de ellos, el hombre de cabello blanco, se acercó con un aire de autoridad y amabilidad. Aunque su cabello blanco era una característica notable, su presencia seguía siendo varonil y dominante, con una piel clara y ojos azul claro que reflejaban una mezcla de seriedad y ternura. A pesar de su apariencia imponente, había una calidez en su mirada que transmitía una sensación de cuidado genuino.
Los tres cuidadores habían traído un pequeño refrigerio que incluía una manzana. Felicity miró el fruto con interés, aún luchando por adaptarse a su entorno. El hombre de cabello blanco, que emanaba un aura europea y poseía una presencia serena, se sentó frente a ella, dispuesto a intentar comunicarse a pesar de la barrera lingüística.
Con gestos suaves y una sonrisa alentadora, el hombre comenzó a hacer preguntas básicas utilizando signos y palabras simples. Primero, le mostró la manzana y dijo "manzana" en su idioma. Luego, le mostró un trozo de gelatina y dijo "gelatina", y finalmente, le mostró una flor y dijo "flor". Cada palabra iba acompañada de gestos y expresiones que ayudaban a transmitir el significado.
Luego, el hombre de cabello blanco se señaló a sí mismo y dijo "Wolfgang". Felicity, con algo de incertidumbre pero siguiendo su ejemplo, repitió el nombre con cautela. Cuando él le señaló, ella respondió con "Felicity". La reacción de Wolfgang fue de sorpresa y tristeza a la vez. Aunque estaba evidentemente impactado por la revelación, también parecía aliviado al ver que Felicity, o Allegra como él la conocía, no tenía problemas de inteligencia.
A pesar de su emoción contenida, Wolfgang mostró una sonrisa triste y se levantó para consolar a la mujer de cabello oscuro, quien observaba la interacción con una mezcla de preocupación y simpatía. La pequeña victoria en la comunicación ofreció a Felicity una chispa de esperanza y una ligera sensación de progreso.
A medida que pasaba el tiempo, Felicity seguía luchando por adaptarse a su entorno. La dedicación de los cuidadores y su esfuerzo por comunicarse, junto con el simbolismo de la manzana y el reconocimiento de Wolfgang, le ofrecieron un nuevo impulso. Aunque el camino por delante seguía siendo incierto, su determinación para adaptarse y encontrar una forma de regresar a su vida anterior se mantenía firme.
Felicity, una mujer de treinta años, vive en la sombra de la soledad y la tristeza, separada de su familia y su amor por las circunstancias de la vida. Cada día se convierte en una lucha constante, y cada noche, sus plegarias buscan liberación de la rutina que la agobia.
Pero cuando la oscuridad de la noche la envuelve, Felicity se encuentra atrapada entre dos mundos. En "In Two Lives?", su realidad y sus sueños se entrelazan en una narrativa llena de misterio, descubrimientos y pasiones inesperadas. En esta novela de BL y Omegaverse, Felicity deberá enfrentar sus propias emociones y tomar decisiones que alterarán su vida de manera irreversible, desafiando los límites entre lo que es real y lo que no lo es?.
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