Los hermanos Louisse y Francois, avanzaban a través de las montañas aunque en dirección casi contraria de dónde se encontraba su hermano Linway. A comparación de el viaje de su hermano, el cual ocurría al mismo tiempo, las montañas eran distintas.
Estaban menos inclinadas, y estaban repletas de un verde pasto con un suave olor a humedad y plantas… De vez en cuando se encontraban con arbustos de bayas con colores brillantes, junto a algún que otro conejo que corría asustado en cuánto veía la presencia de humanos…
— Y bueno, hermanote. cuéntame ¿Quien era esa mujer? — Preguntó Louisse, curioso de cómo su hermano había conocido a una tan habilidosa sanadora
— ¿La curandera? Hmm… Creo que su nombre era Selines. Rescaté a quien parece ser su hija de un doppleganger — Dijo, sin darle mucha importancia
— Hmmm… Noté que te veía con admiración, Francois. ¿Será que se enamoró de ti? — Dijo Louisse en un tono burlesco
Francois se echó a reír — ¿Enamorarse de mi? Por dios, no estamos en un cuento, Louisse. — Dijo, tomando a gracia el comentario de su hermano
— Yo creo que la vida es un cuento, así que, puede que si sea así — Dijo Louisse con una sonrisa, mienteas Sombrita avanzaba por la montaña, rozandose las narices con el pasto
— Hmm… — Su hermano, Francois, procesó por un momento — Es curioso que hables de amores de fantasía, siendo tu alguien tan centrado en únicamente la naturaleza —
Louisse se rascó la nuca unos segundos y contestó — Hmm… Puede que ame a la naturaleza más que a nada, pero no soy un psicopata. Yo también siento cosas por las personas, por ejemplo, también me preocupo por ustedes y disfruto de su compañía — Confesó Louisse, un poco tímido
Francois sonrió con genuina alegría ante el comentario de su hermano. Ambos eran los menores de la familia, y le alegraba ver como este mismo encontraba sus ideales y pensamientos durante su adolescencia.
Francois abrazó a su hermano por el cuello y comenzó a despeinarlo mientras caminaban — Que dulce mi hermanito, confesando que si nos quiere y no es un lobo incomprendido — bromeó, mientras Sombrita se subía en su espalda de un salto para no tener que caminar
— Haha, ya, ya para — Dijo Louisse, intentando soltarse de el agarre de Francois mientras soltaba unas cuantas risas.
— Pero, antes recuerdo que dijiste que la gente no te interesaba. ¿Por que ese cambio de pensar, Louisse? — Preguntó curioso, mientras se acomodaba a Sombrita en la cabeza, la cual comenzó a equilibrarse como si estuviese surfeando en la cabeza de Francois
— Bueno… Aprendí que no está tan mal conocer gente nueva…. Me di cuenta que puedes aprender mucho de otros si tan solo les prestas un poco de atención… Conocí a alguien que al final se interesó en mi, a pesar de que también se negaba a prestarme atención — Confesó con sinceridad, abriendo su sabiduría hacía su hermano, justo como lo hacía con la mayoría de personas
— Hmmm… ¿Te refieres a la jinete de dragones? ¡Jaja! Hermanito, puede que haya sido una sirena. ¿Estás seguro que no tenía cola de pescado? — Bromeó Francois hacía su hermano
Louisse se notó irritado ante el comentario de su hermano — Ya les dije que un día verán a ese dragón y sabrán que no miento… — dijo con resentimiento por la burla de su hermano
Francois le dió una palmada en el hombro — Bromeo, Louisse. Tu emoción no te deja mentir cada vez que hablas de ese encuentro.
Y dime ¿La haz encontrado de nuevo? — Preguntó con curiosidad
— No… Quería ir a verla la otra vez, y subí la colina donde ella se encontraba, pero estaba con otro chico ¡Que tenía otro dragón!
Fue increíble, pero tristemente todos salieron heridos, pues el grifo se alarmó por la imprudencia de el chico con el que estaba Celeste… El chico lanzó fuego por todos lados y seguramente hizo asustar al grifo, por lo cual el lo atacó, y todo terminó en un caos, con el pobre grifo moribundo — Recordó, con preocupación en su rostro — Ojalá esté bien y no lo hayan rostizado… — Dijo Louisse, sin confiar por completo en que Selines hubiera curado al grifo
Francois le puso la mano en el hombro — No te preocupes hermanito, esa mujer dijo la verdad. Yo lo sé. No tendría por que mentirme — Intentó calmar a su hermano, el cual solo suspiró y asintió
— Cuando terminemos esta misión, te acompañaré con “Celeste”, para que la conozca junto a su dragón — Trató de animar a su hermano con palabras — Por cierto, creo en tus palabras pero… ¿Por qué dos jinetes de dragones estarían en Feyralinn? — Cuestionó con recelo — ¿Estarán intentando conquistarnos? —
— No — Dijo Louisse, negando con la cabeza — Ellos solamente están de paso… — Pensó unos segundos en si contarle o no a su hermano, pero, era un caballero, sabía que sus palabras no saldrían de esa conversación. — Los elfos quieren recuperar su inmortalidad, y creen que si invaden Queenlanding, podrán recuperarla… — Dijo de forma resumida
Francois procesó la información unos segundos, pero antes de que pudiese responder, Louisse volvió a tomar palabra — Los elfos son conocidos por su conexión con la naturaleza, pero… Yo tengo una conexión con la naturaleza y no necesito ser un elfo inmortal… Me gustaría enseñarle eso a Celeste… Que no tiene por que pelear con nadie para unirse con la naturaleza de nuevo… — Confesó sus preocupaciones
— Hmmm… Entiendo tu punto, hermano… Pero los elfos también son personas llenas de un honor y orgullo así como los caballeros;
En Forthium, el reino de los volcanes, un caballero pierde su honor si rompe su espada
En Queenlanding, el reino de los magos, un caballero pierde su honor si le rompen su foco arcano
Pero lo de los elfos no es un simple hecho, sino un tema peor… Louisse, es como si te arrancaran una parte de ti. Como si te cortaran un brazo y se lo quedasen. Ellos perdieron lo que los hacía especiales; Su inmortalidad. — Explicó a su hermano, recordándole la historia
Louisse respondió — Pero celeste nació mortal… A ella nunca le quitaron nada. Y, Konstantino siempre dijo que todos somos especiales a nuestra manera ¿Por que necesitaría ser inmortal para ser especial? Celeste es especial; Monta a un dragón. ¿Necesita algo más para ser especial? — Cuestinó señalando lo tonto que esto le parecía
Francois se matuvo en silencio durante unos segundos. Su hermano era un soñador la mayoría de veces, pero era muy bueno simplificando los comportamientos de las personas… Pero entonces decidió decirle la realidad a su hermano
— Es por que los elfos creen que son superiores a las demás razas… Es por eso que son orgullosos y quieren recuperar lo que ellos consideran una ventaja…
A veces el orgullo, es más priorizado que el objetivo original...
Como cuando un niño hace un berrinche por perder un juego, y en vez de mejorar para ganar, tira el tablero al suelo y lo destruye por mero orgullo... — Explicó a su hermano
— ¿Y no ustedes los caballeros también priorizan su orgullo? — Cuestionó a su propio hermano para intentar comprenderlo
Francois, esta vez no dudó un poco en su respuesta, denotando que tenía claro su código de honor — No. El orgullo del que te hablo, es un orgullo individual, el orgullo egoísta de unos cuantos, el cual fué transmitido para llenarle el ego a otros.
El orgullo de un caballero, no significa ego ni narcisismo. El orgullo está dirigido a una causa mayor, a un objetivo en conjunto; Mantener un orden.
Louisse, el motivo por el cual los caballeros tenemos tantos códigos, es por que debemos ser el ejemplo. Puede que tu ataques a alguien por la espalda sin remordimiento, a pesar de tus motivos, pero. Si todos actuaramos así, seríamos salvajes.
Un caballero debe ser un símbolo de orden, un símbolo de autoridad y serenidad. Un símbolo, dependiendo de el reino.
En Feyralinn, un caballero es símbolo de la libertad, de la paz y de la unión. — Explicó a detalle a su hermano
— Fácilmente podrías ser un caballero, Louisse. Un caballero De Feyralinn, también busca que se respete la tierra, a las hadas y las bestias. Pero un caballero debe saber mantener la calma enmedio de la tormenta.
Eres joven, y a pesar de tu madurez mental, eres impulsivo y es fácil hacerte enojar. Eso podría hacerte igual a la gente a la que críticas, pero no te preocupes, hermano.
Tienes al hermano mayor perfecto para enseñarte como ser un poco más sereno — Señaló a su hermano, dándole una palmada en la espalda
—No soy impulsivo, Francois... Solo que odio las injusticias — Se defendió Louisse
— Y eso es justamente a lo que me refiero... ¿Crees que soy indiferente a las injusticias? Para nada, yo las odio. Pero el mundo está lleno de injusticias, y no ganaremos nada si cedemos ante ellas — Confesó a su hermano, abrazandolo por el cuello
Louisse se mantuvo en silencio, analizando a detalle todo lo que su hermano le había explicado. Si bien Louisse era curioso, también era algo terco y impulsivo. A pesar de eso, se abrió a las palabras de su hermano, entendiendo su punto
— Pero bueno, hermanito. Volviendo al tema de tu amiga. Parece que realmente te preocupas por ella. ¿Por que no le dices eso la siguiente vez que la veas?
Que no necesita ser inmortal para ser especial — Animó a su hermano, mientras se acercaban a la cima de la montaña, llena de árboles y aves cantoras
— Lo haré — Se decidió Louisse, apretando el puño con determinación
Entonces los hermanos siguieron avanzando… Según las pistas que Francois había recolectado, el nido de doppelgangers debía encontrarse en alguna parte de ese bosque en la montaña.
Con cada paso que daban, el viento era más intenso, y el sonido de la fauna se detenía, hasta que eventualmente llegaron a una altura en la que no había un solo sonido animal… Las plantas, las cuales antes eran verdes y coloridas, ahora parecían tener un sombrío tono de color morado…
— Estamos cerca, atenta, Sombrita — Dijo Louisse, desenfundando una de sus lanzas de su espalda
Francois, colocó su mano en el mango de su espada, listo para desenfundarla por si era necesario.
— ¿Y ahora, como encontramos el nido? — Preguntó Louisse, mientras analizaba sus alrededores con la vista
Francois se agachó, y comenzó a revisar el suelo en búsqueda de alguna huella — Deben estar cerca... Su simple presencia ha corrompido a la naturaleza así que, no pueden estar lejos... — Dijo, analizando una hoja seca casi negra
Sombrita por su parte, bajó de la cabeza de Francois de un salto, y comenzó a olisquear el pasto grisáceo con cuidado... Entonces, se detuvo, giró su mirada hacia un árbol, y siseó hacía este mismo
—Hmmm... — Pensó Francois por un momento — Ahí están — Desenfundó su espada y señaló hacía donde Sombrita había siseado
Caminaron hacía la dirección del nido, y lograron divisar que uno de los enormes árboles, tenía una entrada en el centro, la cual bajaba a alguna especie de cueva... Un olor putrefacto se emanaba desde el interior, y extraños murmullos provenía desde las profundidades.
Francois tomó firmemente su espada con una de sus manos, y con la otra mano sacó una antorcha de su mochila, la cual encendió — ¿Estás listo? — Preguntó, echando un vistazo a su hermano
— Eso creo — Respondió Louisse, sosteniendo una de sus lanzas con ambas manos, y Sombrita escalando por su hombro
Entraron a la estrecha cueva, con paredes de tierra y raíces oscuras qué denotaban la corrupción qué los doppelgangers habían llevado hasta ese bosque...
Sus pasos resonaban a lo largo de el pasillo, y de pronto las sombras parecían comenzar a moverse hacía todos lados, danzando...
Llegaron a una habitación con paredes hechas de raíces oscuras, la cual a primera instancia parecía vacía... Más sin embargo, comenzaron a escucharse las risas y susurros provenientes de las paredes...
— Están en las paredes — Dijo Louisse, aterrado, señalando a una pared a su lado, en la que se podía apreciar una de esas criaturas de piel gris, altas, con extremidades largas y un rostro demacrado
Francois tragó saliva y con cuidado deslizó la punta de su espada en el corazón de la criatura...
Con seguridad, avanzó al centro de la habitación y le hizo una seña para que lo siguiera... Si peleaban en una de las esquinas terminarían acorralados, así que el decidió confiar en que, al centro, podrían tener más espacio para pelear...
— Hermano... —
Francois escuchó un susurro de su hermano en la espalda, y enseguida giró la cabeza — ¿Sí? —
¡CRASH!
La figura de Louisse, la cual sostenía algo en su mano derecha, estampó una roca contra la cara de Francois, tirándolo hacía atrás... Un doppelganger había tomado la forma de su hermano.
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