— ¡Francois! — Gritó Louisse, preocupado, viendo a su hermano tirado en el suelo
Louisse tragó saliva, y con un grito de guerra, se lanzó contra su clon, atravesándolo con la lanza en el centro del pecho...
Pero la criatura volteó lentamente, de forma siniestra hacía Louisse y le sonrió, tomando la lanza con una mano, y estampando la roca contra su rostro igualmente, haciendolo tambalearse hacía atrás, comenzando a reírse de forma macabra
— ¡Estás muerto, maldito! — Gritó Francois, tomando su espada con la mano derecha, y mientras se levantaba, se impulsó girando la espada de abajo hacía arriba contra el doppelganger
Logró cortar desde la cadera hasta el hombro del monstruo en una gran herida, pero aún así la criatura apretó el puño y retrocedió el brazo, listo para golpear a Francois de nuevo.
Pero antes de que siquiera pudiese lanzar su puño al frente, Francois estampó la punta de la antorcha contra su cara, y comenzó a empujarlo hacía atrás. Con la mano izquierda lo empujó con la antorcha, y con su mano derecha, hizo un corte vertical, de arriba hacía abajo, acabando así con ella...
Pero en cuanto levantó su antorcha para ver el cuerpo de el monstruo, se dió cuenta que frente a el, había al menos una docena de esos siniestros monstruos, unos disfrazados de Louisse, y otros de Francois
— ¡Atrás, Francois! — Gritó Louisse, apuntando su lanza y tirándola contra una de las criaturas, atravesando su pecho.
Francois tragó saliva y soltó la antorcha al piso, para sostener su espada con ambas manos y posicionarse para recibir el ataque de todos los monstruos alineados frente a el...
— ¡Nyaghh! — Gritó Francois, mientras todos los doppelganger corrían hacía el, preparando su ataque;
Francois tomó su espada desde abajo mientras la sostenía apuntando debajo en su espalda, y cuando todos los monstruos se lanzaron hacía el, giró la espada con todas sus fuerzas, haciendo a varios de ellos retroceder para esquivar su ataque, mientras que los que siguieron avanzado, recibieron un corte en el pecho o el abdomen, el cual se veía bastante letal.
— ¡Cuidado! — Gritó Louisse, viendo como tres doppelganger se abalanzaban contra su hermano. Apretó su lanza con firmeza, y reuniendo todas sus fuerzas en un grito, atravesó a una de esas tres criaturas en el abdomen, y comenzó a arrastrarlo contra una de las paredes de la cueva, clavandolo en contra de aquellas raíces.
Mientras que Francois, ahora con menos enemigos atacándolo, atravesó en el pecho a uno de los doppelganger, que lo atacaba por su derecha, reteniéndolo con su filo y sosteniendo la espada con su mano derecha... Entonces, cuando el doppelganger de la izquierda se acercó, balanceó su brazo contra el monstruo, golpeando su rostro con el dorso de su mano, aturdiéndolo ligeramente a causa de el metal en sus guantes...
Louisse retrocedió, dejando a el doppelganger clavado en la pared, y comenzó a desenfundar su segunda lanza, pero mientras hacía esto, un cuarto doppelganger golpeó sus costillas con un fuerte puñetazo, empujándolo contra una de las paredes y obligandolo a recomponerse
Sombrita, saltó sobre la criatura que había herido a Louisse, arañándolo con fuerza, pero un quinto doppelganger apareció, la apretó de la cola, y la tiró contra la pared. Afortunadamente para la gatita, su pequeña armadura recibió el impacto en su espalda, aunque esta se cayó al suelo, soltandose por el impacto.
— ¡No nos rendiremos! — Exclamó Louisse, girando su lanza contra el quinto y cuarto doppelganger, causandoles un corte en horizontal en el pecho
Francois pateó a el segundo doppelganger, sacando su espada de su carne, y después, la giró de bajo hacía arriba en diagonal contra el primer doppelganger, cortando su abdomen. Enseguida el segundo doppelganger se recompuso y se lanzó a Francois, pero este aprovechó qué su espada estaba elevada hacía la izquierda, y con fuerza, la bajó en diagonal, casi partiendo por la mitad al segundo doppelganger al encajar profundamente el filo de su espada entre su cuello y su hombro...
Así el segundo doppelganger cayó, y con una embestida, Francois enterró su espada a través del corazón de el primer doppelganger...
Al voltear hacía su hermano, divisió como tres doppelganger comenzaban a rodearlo, mientras el intentaba hacerlos retroceder amenazandolos con la lanza...
Francois corrió hacía los tres doppelganger, y embistió con el hombro a uno de ellos, haciéndolo caerse sobre otro doppelganger. Finalmente, con dos de ellos en el suelo, esta vez girando su espada de abajo hacia arriba, cortó uno de los brazos de el doppelganger en pie
Rápidamente, Louisse y Francois retrocedieron, recomponiendose y viendo cuantos enemigos les faltaba derrotar:
De aquellos doce, aún quedaban siete en perfecto estado, dos heridos y uno clavado en la pared...
Ambos hermanos tragaron saliva al ver que los nueve doppelganger restantes se agrupaban de nuevo, esta vez, preparándose en dos grupos, uno de cinco y otro de cuatro, los cuales se lanzarían por cada hermano...
— ¡Podemos hacerlo!... — Gritó Francois, corriendo contra los cinco doppelganger que le tocaba derrotar...
Atravesó a uno por el estómago, y mientras que otro se acercaba por su espalda en la izquierda, giró su codo izquierdo sosteniendo su espada con la mano derecha, golpeando al que se acercaba por su espalda, pero por su derecha, uno de ellos le lanzó un doloroso puñetazo a la cabeza, aprovechando que ya no tenía forma de esquivarlo.
Apretó los ojos con dolor y confió en su intuición... Pateó hacía la izquierda al doppelganger clavado en su espada, logrando así que un cuarto doppelganger retrocediera, y entonces giró su espada de izquierda a derecha, cortando a un quinto doppelganger y al que le había golpeado en su derecha.
Más sin embargo, el doppelganger a su izquierda ya se había recompuesto, y golpeó a Francois en las costillas, empujandolo contra el Doppelganger a su derecha, el cual lo agarró por los hombros y le dió un rodillazo en el estómago, haciéndolo escupir saliva, y después lo tiro al centro de la cueva, con otro de los doppelganger pateando su mano en el proceso, haciéndolo soltar su espada
— Maldita sea... — Maldijo Francois, intentando retroceder, arrastrándose hacía atrás, boca arriba.
Entonces una de sus manos tocó una roca, y sin dudarlo la agarró con fuerza, y mientras los cinco doppelganger se acercaban hacía el lentamente, se levantó de un salto, gimoteando de dolor en el proceso, y golpeó en el cráneo a uno de los doppelganger, terminando con el y haciéndolo caer al suelo.
Pero enseguida, uno de los monstruos avalanzó su puño de abajo hacía arriba, golpeando la mandíbula de Francois, tirándolo hacía atrás de nuevo, y cuando se intentó levantar, otro lo pisó con todas sus fuerzas en el estómago, abollando su armadura y haciéndolo escupir sangre...
Al mismo tiempo, cuando los grupos de monstruos se lanzaron contra los hermanos, Louisse tiró su segunda lanza contra uno de los doppelganger heridos, atravesando así su corazón, y haciéndolo caer al suelo...
Desenfundó su última lanza, y se preparó para el ataque en conjunto de los tres doppelganger restantes... Arremetió con su lanza contra el doppelganger del centro, pero este atrapó su lanza con la palma de la mano, y quebró la lanza a la mitad...
Un segundo doppelganger se lanzó contra Louisse y le golpeó en el centro de los ojos, haciéndolo retroceder, aunque no cayó...
Louisse suspiró, aguantandose el dolor y apuntó con la lanza rota hacía el doppelganger de la izquierda, el cual estaba preparando su ataque — ¡A por el, Sombrita! — gritó, confiando en su pequeña gatita. Ella se trepó en su espalda de un salto, y comenzó a morderlo y arañarlo en toda la cabeza.
El doppelganger atrapó a Sombrita por el cuello, y Louisse se lanzó gritando contra este mismo, el cual, gracias a el grito, pudo extender su otro brazo y tomó a Louisse por el cuello también.
— ¡Caíste, maldito! — Gritó Louisse, con una sonrisa, aprovechando que ambas de sus manos estaban ocupadas, atravesó la lanza rota en el cuello del doppelganger, haciéndolo así caer, y Sombrita comenzó a retroceder, recuperando el aliento
— ¡Lo hiciste muy bien, Sombrita, es suficiente, ya no tienes que pelear! — Indicó a su pequeña mascota, mientras se agachaba en el suelo para tomar unas cuantas piedras afiliadas y pensarlas con su mano derecha
— ¡Mueran, malditos! ¡Liberen a la tierra de su perversa corrupción! — Gritó Louisse, apuntando las piedras hacía uno de los dos doppelganger, disparandolas contra su cabeza, y golpeando una trás otra hasta que cayó al suelo...
— Hah... ¡Hahaha! — Soltando su ansiedad y adrenalina, Louisse comenzó a reírse, con alegría de haber logrado derrotar a la mayoría, aunque el último parecía estar agachado, se desconcentró al ver a su hermano Francois caer. Pensó en ir a ayudarlo, pero entonces algo lo detuvo...
— ¡Mueran malditos! ¡Hahahaha! —
Una voz copiada de el doppelganger que sobraba se escuchó al fondo de la habitación; Su propia voz. Y cuando vió a su abdomen, un agujero lo atravesaba...
Al levantar la mirada,se dió cuenta de que el Doppelganger había imitado su puntería y le había lanzado una piedra al abdomen, la cual lo atravesó brutalmente en el estómago...
Enseguida, Louisse se tambaleó y cayó desmayado hacía atrás...
Francois solamente atinaba a cubrirse con los antebrazos mientras los doppelganger restantes lo pisoteaban con brutalidad, sintiendo cada vez como su consciencia se desvanecía... Un frió abrazó su cuerpo, y su corazón se aterró al creer que era la muerte reclamándolo, pero entonces, se dió cuenta de él origen de aquél frío...
— Estacas de hielo. —
Una voz grave se escuchó en la entrada de la cueva... Un hombre de cabellos plateados y un abrigo azul, levantaba un báculo, el cual se iluminó y enseguida creó varias cuchillas de hielo, las cuales se dispararon contra los doppelganger, atravesando sus extremidades, pecho, abdomen, y a uno, su cabeza.
Todos los doppelganger cayeron al suelo, muertos en un abrir y cerrar de ojos gracias a aquel mago...
— ¿Q-Quien eres? — Preguntó Francois, adolorido, viendo a aquella figura imponente
— Un favor cumplido... Kronus Chambers. — Se presentó aquel hombre — Ahora si, tu y yo estamos a mano con Selines Mint. — Dijo mientras se acercaba a Francois, extendiéndole una mano y ayudándole a levantarse.
Kronus caminó hacía Louisse, sus botas resonando en la cueva. — Hielo — Pronunció en voz alta, y apuntó su báculo a el agujero en su estómago. Enseguida, una capa de hielo cubrió su herida, deteniendo su sangrado. Francois observaba impresionado, y preocupado por su hermano a la vez
— Eso evitará que muera, pero no lo curará. Debes llevarlo con Selines. Ella se encargará de eso. — Dijo, mientras se notaba como las raíces comenzaban a dispersarse, como liberándose de la corrupción de los doppelganger
Entonces, Kronus comenzó a marcharse de la cueva, pero Francois lo detuvo — ¡Espera!...
Te lo agradezco de corazón, Kronus Chambers. Tu salvaste a mi hermano — Le agradeció con sinceridad, mientras cargaba a su hermano menor, y Sombrita veía a Kronus impresionada
— No hay de que agradecer, pero... Si no estás seguro de ser lo suficientemente fuerte como para proteger a tu hermano, entonces no lo arrastres hasta la muerte junto a ti — Reprendió al joven caballero, mientras continuaba su camino, aunque sus palabras se quedaron clavadas en su corazón, ciertamente dañando su orgullo...
Comments (0)
See all