-Escúchame bien, no quiero que me vuelvas a hablar de esa manera, ¡¿entendiste?! —le gritó mi jefe a esa, espero se ponga interesante, lo bueno es que puedo escuchar lo que dice porque están intervenidos los teléfonos.
-Lo siento Matty, pero esa estúp*da secretaria de quinta me dejó mucho tiempo esperando y pensé que era ella no tú. —le dijo la bab*sa, de seguro es la oxigenada que llevó al restaurante.
-No me interesa, sé que eres una vulgar, pero no tienes que hablarle así a MI secretaria, ¿entiendes? Y no me vuelvas a llamar. —le dijo mi jefe bastante molesto, creí que yo era grosera pero esa bab*sa me gana.
-Sí entiendo, pero ella n... —ella no termino de hablar porque mi jefe le colgó.... ¡Ja! ¡Punto para Allison! Guardé el audífono para ponerme a trabajar, así lo hice hasta ver que era la hora de la comida así que me levanté tomando mi bolso, pero mi jefe se acercó.
-Quiero que cada uno de estos diseños los guardes con su información correspondiente y los lleves a los ingenieros, ¿entiendes? —asiento despacio mirándolo y muerdo mi labio para no decir algo indebido.
-Sí señor, en cuanto regrese de comer lo hago. —muero de hambre, necesito comida sino estaré de peor humor. — ¿quiere que le pida algo de comer antes de irme? —pregunté, ojalá me diga que no, ya me quiero ir.
-No, lo haces ahora, cuando termines vas a comer, además creo que deberías de cuidar lo que comes...estas algo pasadita. —dijo mirándome de pies a cabeza... ¿me llamó gorda? Se dio la vuelta como si nada y no aguanté más, ¡es un idi*ta! Agarré el jarrón aventándolo justo en su cabeza... ¡ups! Pero él se pasó, tengo todo el día aguantado sus idi*teces. Me acerqué mordiendo mi labio al verlo inconsciente, ¿qué hice? «¡ya lo mataste!» ¡Calla, conciencia! ¡No está muerto! Mierda...pues ya qué, lo agarré de las piernas arrastrándolo hasta su oficina y lo subí como puede al sofá para después salir corriendo a mi escritorio llamando a Frank.
-¡Frank! Necesito que borre... —no puede terminar de hablar cuando me interrumpió su risa. —no te rías, bab*so, estoy en problemas si se da cuenta de lo que hice.
-Lo sé, ya lo hice, no te preocupes por eso, ¿pero no crees que exageraste? —dijo mientras reía y yo rodé mis ojos. —es que la forma en la que cayó al suelo fue tan graciosa.
-Pues...tal vez un poco, ¡pero él tuvo la culpa! —le dije mientras me sentaba en la silla. —en serio cada que abre la boca me hace enojar, no puede pensar antes de hablar.
-¿Cuánto crees que dure así? Por cierto, obviamente guardé una copia antes de borrarlo. —ambos reímos y muerdo mi labio inferior, necesito ese vídeo. —enana, tú también debes pensar antes de golpear.
-No lo sé...creo que como diez minutos o menos, no es mucho. —murmuré sin importancia mirando hacia la oficina. —desde hace mucho tiempo sabes que tengo problemas de ira.
-Ah...claro, lo normal, ¿no? —sé que está sonriendo. —lo sé, pero debes de controlarlo, un día de estos nos vas a matar a todos. —puede ser que sí, las ganas no me faltan.
-Sí como sea, adiós. —colgué frunciendo mi ceño empezando a trabajar, no, no soy bipolar, pero no debo de permitir volver a sentir nada por nadie, menos volver a querer a esa bola de bab*sos, porque si les pasa algo la que estará sufriendo seré yo y no quiero pasar por eso de nuevo, pero bueno me puse a trabajar porque si no ni de chiste termino todo esto.
Después de un rato vi que la puerta de la oficina se abrió y tuve que morder mi labio con fuerza para no reí ya que mi tarado jefe salió agarrando su cabeza y mirando a todos lados para luego irse en el ascensor, no pude más y comencé a reír como loca hasta el punto de que mi estómago dolía así que mejor traté de calmarme porque debía seguir trabajando.
Ya casi era la hora de salida así que fui a dejarle a los ingenieros los papeles que me dijo mi jefe y uno de ellos me invitó a salir, estaba guapo así que obviamente acepté, creo que se llama Ángel, al ver la hora guardé todas mis cosas rápido, en cuanto terminé entre al ascensor frunciendo mi ceño al recordar que mi jefe no volvió... ¿le habrá afectado el golpe? Neh...no creo.
Al llegar a mi auto subí rápido manejado hasta que llegué a la bodega, de seguro Tato ya está adentro, me estacioné y bajé del auto rápido entrando al lugar, odio a mi jefe me hizo salir tarde, ¿qué le pasa? una chica tan indefensa como yo no puede andar a estas horas en las calles «¡Ja! Ridícula» tu cállate conciencia.
-¡Hey! Por fin llegas. —me dijo Tato en cuanto entre en la oficina de la bodega. —estuve esperándote mucho tiempo, me muero de hambre. —se quejó. — ¿por qué tardaste tanto?
-Mi estúp*do jefe no me dejó salir hasta ahora, ¿trajiste lo que te pedí? —le dije sentándome en el escritorio. —lamento la demora, te pagaré la cena. —murmuré observándolo con atención.
-Claro que sí, ¿cuándo te he quedado mal? —dijo colocando una maleta pequeña a mi lado y sacó el aerógrafo. —acepto la cena, te juro que Diablo es un explotador, no me deja descansar.
-¿En serio quieres que te diga cuándo? —le dije bromeando ya que pues él es el único que no me ha traicionado...por ahora. —gracias por conseguirlo, me ahorraste mucho tiempo.
-Que graciosita, pero si te lo traje, ¿ahora qué? —dijo encendiendo el aerógrafo y apuntándome con el cómo si fuera un arma. —con esto me encargo de tu jefe.
-Tienes que maquillarme en donde tengo mis tatuajes. —me encojo de hombros mientras quitó mi ropa y lo miré levantando una ceja. —con eso solo le arderán los ojos.
-¿Para qué? Emm...también en el de... —levanté mi mano frente a su rostro para que no siguiera. —bueno, no te enojes, pero en serio, ¿para qué necesitas eso? —frunció su ceño mientras yo quitaba mi ropa quedando solo en ropa interior.
-Cállate, ni de broma esa yo puedo solita. —míralo que vivo me salió. —es largo de explicar, pero solo no le digas a Diablo, no quiero sus reclamos, no estoy para soportar a nadie.
Después de explicarle a Tato lo que planeo hacer, él me dijo que me ayudaba y no aceptaba un "no" como respuesta, sé que se preguntan porque me maquillé a esta hora, pero tengo que ir a otro lugar y no pueden ver mis tatuajes, pero primero iré a dormir, aunque sea una hora.
Después de que terminó me fui a mi departamento, al llegar me desvestí y me tiré en el sillón a dormir, estoy tan cansada cómo para pararme e ir dormir a mi cama...
Comments (0)
See all