y el tiempo te dejará tan decrépita
y dejará tus carnes tan
descompuestas
como el día en que llegaste al mundo,
como un hueso de manzana en descomposición
que nada ni nadie quiere,
destinada a no deshacerse
sino rondar el mundo material
hasta el fin de sus días
como un objeto,
que nadie ni nada quiere,
destinado a ser materia inerte
sin sensibilidad
ni derecho a la opinión
(ni espina dorsal)
como una casa abandonada
en quien alguien
rompe las ventanas,
rasga las cortinas
y gasta el agua.
como una casa al derrumbar,
que solo aporta
falsos sentimientos de comodidad,
que hace sentir cómodo
a todo el mundo,
pero no hace a nadie
sentirse en casa,
porque serás una mujer
como una casa,
pero no eres
un hogar.

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