Please note that Tapas no longer supports Internet Explorer.
We recommend upgrading to the latest Microsoft Edge, Google Chrome, or Firefox.
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
Publish
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
__anonymous__
__anonymous__
0
  • Publish
  • Ink shop
  • Redeem code
  • Settings
  • Log out

Losers' Journey: Aetheria

A contra tiempo pt- 3

A contra tiempo pt- 3

Jan 17, 2025

Sus ojos, llenos de desesperación, se clavaron en la figura borrosa de Leon, por la lejanía y polvo solo vio que permanecía inmóvil frente a un portal, su rostro ensombrecido por la luz que aún se disipaba.

—¿Qué... qué hiciste? —preguntó Pax, su voz temblorosa, una mezcla de incredulidad y rabia mientras su energía púrpura empezaba a reavivarse.

Leon giró apenas la cabeza, con una expresión que oscilaba entre la duda y la determinación. El aura blanca que lo rodeaba se había debilitado, pero aún era perceptible, brillando como un faro en medio del caos.

Pax apretó los puños, incapaz de contener las lágrimas que ahora caían por su rostro. Su mente estaba atrapada en una tormenta de emociones; la confusión, la tristeza y la ira luchaban por dominarla.

—¡Tú no entiendes nada! ¡No tenías derecho!— su voz resonando con una mezcla de ira y desesperación. Con un gesto decidido, Pax tomó una gran bocanada de aire, como si estuviera reuniendo toda la fuerza que le quedaba. Cerró los ojos con fuerza, sus párpados temblando por la intensidad del momento. Al hacerlo, su aura púrpura comenzó a crecer, envolviéndola en un resplandor cada vez más brillante y amenazante. La energía a su alrededor se intensificó, pulsando con un ritmo casi audible, como un tambor de guerra que anunciaba una tormenta inminente. El aire se volvió denso, cargado de una electricidad palpable que hacía que cada cabello se erizara. Pax estaba al borde de un abismo emocional, y su aura reflejaba el tumulto interno que la consumía, una manifestación visible de su dolor y su furia.

La explosión púrpura sacudió el terreno con fuerza, levantando polvo y escombros en todas direcciones. El impacto dejó un zumbido ensordecedor en el aire, y Meave, a pesar de sus reflejos, no pudo evitar recibir parte de la energía que la lanzó hacia atrás, cayendo pesadamente al suelo.

Tosió mientras intentaba reincorporarse, sus oídos aún resonando por el estallido. Su cabello rojizo, ahora estaba desordenado y lleno de polvo y sus ropas mostraban signos de quemaduras leves. Sentía un ardor punzante en sus brazos y piernas, producto de la onda de energía que la había alcanzado.

A unos metros, Pax corría a toda velocidad, su figura brillando con ese aura púrpura que parecía intensificarse con cada paso —¡Pax, detente! ¡No entiendes lo que estás haciendo! —gritó Meave, su voz cargada de preocupación mientras intentaba ponerse de pie con dificultad.

—¡Tú no entiendes nada!, ¡No tenías derecho! —gritó Pax mientras avanzaba hacia Leon, su aura púrpura creciendo en intensidad con cada paso.

Desde la distancia, Ariel, quien observaba todo mientras trataba de mantenerse en pie, gritó con voz débil —¡detrás de ti, Leon!

—Eso no era él, Pax. Lo sabes en el fondo. Era un eco, una ilusión tejida por el ser del bajo astral. Si hubiera permitido que siguiera aquí, habrías sido consumida. —La voz de Meave era fuerte, pero había un dejo de compasión en ella.

Pax negó con la cabeza, retrocediendo un par de pasos, como si las palabras fueran un golpe físico. —¡No! ¡No es cierto! Yo... yo lo vi. Era él. Podría haberlo salvado... —dijo entre sollozos, sus manos temblando mientras su aura se expandía, descontrolada.

De pronto, lanzo un ataque desde su mano. El haz de luz que lanzó Pax fue tan intenso que iluminó todo el campo de batalla por un instante. Leon, con su brazo extendido, reaccionó rápidamente, desviando el rayo con un destello de energía de su propia aura blanca, que chisporroteaba bajo la presión.

—¿¡QUÉ MIERDA LE HICISTE!? ¿¡DÓNDE ESTÁ!? —gritó Pax con vehemencia, su voz cargada de furia y desesperación, mientras sus ojos se clavaban en Leon.

Leon, sin embargo, solo le dedicó una mirada triste, llena de comprensión y pesar, sin decir una palabra más. Este gesto silencioso fue la chispa que encendió la ira de Pax, quien se lanzó contra él con toda su fuerza. En el instante en que Pax imbuyó sus manos con energía, Leon desvió sus golpes con el dorso de su mano, exponiendo el pecho de la rubia.

Con un movimiento ágil y preciso, Leon tocó su plexo solar. Al contacto, el pecho de Pax resplandeció con una luz intensa, y ella cayó de rodillas, llevando las manos a su boca en un gesto de sorpresa y dolor.

—Perdón que hayas visto eso, pero ahora que el ser ya no está, estoy purificando tu alma —dijo Leon con voz serena, mientras se daba la vuelta para observar los portales que aún quedaban abiertos.

Sin embargo, su instinto le advirtió del peligro inminente. En un movimiento rápido, Leon giró sobre sus talones y extendió el brazo para protegerse del ataque de Pax: una especie de bastón luminoso, que brotaba energía y electricidad. La energía del bastón se dispersó en un destello brillante, iluminando el entorno con un resplandor cegador.

—¿Crees que voy a caer en eso? ¡¿Cómo voy a confiar en ustedes si no hicieron nada?! —gritó Pax, su voz quebrada mientras las lágrimas fluyeron. Su aura púrpura comenzó a formar pequeños remolinos a su alrededor, distorsionando el aire.

Leon dio un paso al frente, su semblante volviéndose más firme. —¡Devuélvemelo!— ordenó con severidad, lanzando una patada mientras preparaba su siguiente ataque de energía.

Sin embargo, antes de que pudiera completar su ataque, hilos rojos la rodearon de nuevo, inmovilizándola y evitando que liberara su poder.

—Leon, ¿y esto? —preguntó Meave, con preocupación en su voz.

—Es solo ella, rechaza esclarecer su mente —respondió Leon, incrédulo ante la resistencia de Pax.

—¡Sácala ya! Se puede corromper —dijo Meave con urgencia, lo que hizo que Leon se apresurara hacia Pax.

Con determinación, Leon se acercó lo suficiente para tocar su cabeza. Al hacerlo, su aura se intensificó levemente, y el cuerpo de Pax comenzó a brillar antes de desvanecerse rápidamente, como si se disolviera en el aire. Leon suspiró, aliviado pero agotado por el esfuerzo pero poco después, Meave corrió hacia él y lo abrazó con fuerza, buscando consuelo y apoyo en medio del caos que acababan de enfrentar. —¿Estás bien? —preguntó Meave, su voz cargada de genuina preocupación mientras lo miraba a los ojos, buscando cualquier señal de dolor o agotamiento.

—Yo debería preguntarte eso, estás muy herida —respondió Leon con suavidad, mientras con cuidado limpiaba las mejillas y la frente de Meave, quitando el polvo y la sangre que se habían acumulado durante la batalla. Su toque era delicado, casi reverente, como si temiera causarle más dolor. Pero algo le llamo la atención, Leon frunció el ceño al sentir la inconfundible presencia de una magia distinta, una que irradiaba un calor sereno y una paz reconfortante. Sus ojos se movieron rápidamente por el área, observando cómo los portales se deshacían uno a uno, dejando solo motas brillantes que se desvanecían en el aire. —tú estás haciéndolo? —preguntó la pelirroja con visible confusión.

—No, no soy yo. —respondió mientras sus sentidos se agudizaban—. Es magia de estilo santo... Tiene que ser Coralie.

Meave se relajó levemente, aunque su expresión mantenía un toque de incredulidad. —¿Coralie? Así que por fin ha llegado.

—Se ha tomado su tiempo pero es bueno que esté aquí. —admitió Leon mientras giraba su atención hacia Ariel, quien seguía esforzándose por mantener su barrera alrededor de la chica—. Ariel, baja el escudo. No creo que sea necesario seguir gastando tu energía.

Ariel asintió con dificultad, su rostro pálido y agotado, mientras dejaba caer lentamente las manos. La barrera desapareció con un tenue destello, dejando a la chica de la casa visiblemente aliviada.

—¿Ella está bien? —preguntó Leon mientras su mirada evaluadora pasaba de Ariel a la joven.

—Sí... Solo un poco asustada. —respondió Ariel mientras limpiaba el sudor de su frente — parece que no ha sido afectada por la energía del ser. Tu aura y la barrera evitaron lo peor.

La chica de la casa asintió tímidamente desde el suelo, abrazándose a sí misma mientras miraba a los dos con ojos llenos de confusión y agradecimiento. —¿Eso significa que... ya terminó todo?

Leon intercambió una mirada rápida con Meave antes de responder. —Casi. —dijo en un tono firme pero calmado—. Aún debemos asegurarnos de que no quede rastro de los portales ni de la influencia del bajo astral.

Justo cuando terminó de hablar, un suave resplandor dorado comenzó a iluminar el área, y una figura alta y serena apareció entre la dispersa neblina que había dejado la batalla. Era Coralie, su presencia imponía un aura de calma inquebrantable. Su túnica blanca y dorada ondeaba levemente con una brisa que parecía seguirla, y sus ojos brillaban con una intensidad cálida y sabia.

—Llegué tarde. —dijo Coralie, con un tono que mezclaba disculpa y autoridad mientras miraba a Leon y Meave —Veo que esto se ha salido de control.

La chica de la casa, al escucharla, levantó la vista para observarla mejor. Su cabello, corto y completamente blanco, enmarcaba un rostro que, aunque marcado por las líneas de la experiencia, conservaba una serenidad imperturbable. Sus ojos, de un color azul profundo, parecían contener un océano de conocimiento y compasión, observando el mundo con una mezcla de comprensión y determinación.

Vestía ropas blancas que fluían con elegancia a su alrededor, confeccionadas con telas que sugerían tanto comodidad como distinción. Aunque su atuendo era holgado, permitía vislumbrar que Coralie mantenía una postura erguida y segura, lo que le confería una apariencia de fortaleza física y mental. Los detalles de su vestimenta eran sutiles pero significativos: encajes dorados adornaban los bordes de sus mangas y el dobladillo de su túnica, mientras que un par de símbolos en tonos metálicos brillantes decoraban su pecho, insinuando un rango o una función importante.

—¿Y eso te sorprende? —respondió Leon con un tono severo—. Fue una estupidez mandar a solo una persona a este lugar.

Leon se acercó a Coralie, su expresión reflejando frustración.

—No sabíamos que sería tan peligroso —replicó la mujer, intentando justificar la situación. —Discúlpate. —ordenó Leon, con menos dureza pero igual firmeza.

Coralie se acercó a la chica y se inclinó ligeramente, un gesto elegante pero lleno de intención. —Lamento mucho lo que ocurrió aquí. Este lugar debería haber estado protegido desde el principio, y fue un error de nuestra parte no anticipar el peligro.

La chica de la casa parpadeó, sorprendida por la disculpa directa. Abrió la boca para responder, pero solo logró asentir tímidamente.

—Hicimos lo que pudimos para corregirlo, pero entiendo que esto no elimina lo que has vivido. —añadió Coralie con suavidad —si necesitas algo más, estaremos aquí.

Leon, desde su posición, murmuró algo inaudible antes de empezar a caminar hacia los límites de la la zona destruida.

—Leon.— Habló Coralie al notar que se apartaba.

—Gente pudo morir solo porque a ustedes no les apetecía corroborar la severidad de esto —gruñó Leon, sus palabras cargadas de reproche antes de alejarse.

—¿Qué hay de la nueva onironauta? —preguntó la mujer, con un tono que mezclaba preocupación y acusación.

Leon se detuvo, quedándose en silencio por unos momentos antes de girarse ligeramente para responder.

—Yo me haré cargo de eso —dijo, su voz decidida, antes de continuar con su camino.

La chica, que había permanecido en las sombras durante toda la discusión, se levantó apresuradamente, como si un impulso invisible la empujara hacia adelante. Sus ojos, grandes y húmedos, reflejaban una mezcla de asombro y gratitud mientras se encontraban con los de Leon. En ese instante, en medio del caos que aún resonaba en el aire, sintió una conexión inesperada, una chispa de esperanza que iluminó su interior como un faro en la oscuridad.

—¡Gracias por todo!... ¡Me llamo Lucy! —exclamó con una voz que vibraba de emoción. Su rostro, iluminado por una sonrisa radiante, se cubrió con sus manos mientras las levantaba alrededor de su boca, tratando de proyectar su voz por encima del viento que soplaba suavemente a su alrededor.

Leon, sorprendido por la efusividad de la joven, le devolvió la sonrisa. Su expresión, antes endurecida por la batalla y la tensión, se suavizó al verla. Había algo en su sinceridad y en la pureza de su agradecimiento que le tocó el corazón, recordándole por qué luchaba. Con un gesto amable y decidido, se impulsó hacia arriba, dejando el suelo con una velocidad sorprendente que desmentía la gravedad de la situación, desapareciendo entre las nubes que comenzaban a dispersarse en el cielo.


Lucy lo siguió con la mirada, su corazón latiendo con fuerza y esperanza. Vio cómo Meave se unía a él, sus figuras elevándose juntas, cada vez más pequeñas en el vasto firmamento. A pesar de la distancia creciente, Lucy sintió que no estaba sola, que había encontrado aliados en su lucha y que, de alguna manera, todo estaría bien. El cielo, ahora despejado, parecía prometer un nuevo comienzo, y Lucy, con el corazón lleno de determinación, supo que este era solo el principio de su propia aventura.

—Entonces... ¿por dónde empezamos? —preguntó, con un brillo de esperanza en los ojos que antes no estaba allí. Coralie sonrió y asintió con aprobación. —Por el principio, querida. Siempre por el principio.

johec84
Johec Evans

Creator

#accion_fantasia #Accion #drama #Fantasia #Fantasia_Romance

Comments (0)

See all
Add a comment

Recommendation for you

  • Blood Moon

    Recommendation

    Blood Moon

    BL 47.6k likes

  • Secunda

    Recommendation

    Secunda

    Romance Fantasy 43.2k likes

  • What Makes a Monster

    Recommendation

    What Makes a Monster

    BL 75.2k likes

  • Mariposas

    Recommendation

    Mariposas

    Slice of life 232 likes

  • Touch

    Recommendation

    Touch

    BL 15.5k likes

  • Silence | book 2

    Recommendation

    Silence | book 2

    LGBTQ+ 32.3k likes

  • feeling lucky

    Feeling lucky

    Random series you may like

Losers' Journey: Aetheria
Losers' Journey: Aetheria

726 views0 subscribers

En un mundo astral donde los sueños se entrelazan con la realidad, Leon y sus amigos navegan por paisajes oníricos y dimensiones desconocidas. Con cada aventura, desvelan los secretos más profundos del universo y el mundo tal cual conocemos, acercándose a una verdad que pondrá al mundo en peligro.
Subscribe

15 episodes

A contra tiempo pt- 3

A contra tiempo pt- 3

34 views 0 likes 0 comments


Style
More
Like
List
Comment

Prev
Next

Full
Exit
0
0
Prev
Next