Era medio invierno, puedo asegurarlo; el día era frío, tal vez demasiado. Sentía las manos entumecidas y podía ver mi respiración igual que si fuera humo por el frío. Era medio día, las doce tal vez, no sé la hora con precisión, pero sé que era medio día. El sol ya estaba en ese momento, pero eso no evitaba que hiciera mucho frío.

Caminaba por la calle, la misma de todos los días. No había nada diferente; no había ningún cambio relevante más que él frío invierno, pero ni siquiera eso era relevante ni diferente. Siempre ha hecho frío en invierno. Por un momento dejé de mirar al piso y levanté la vista, ahí estabas tú.

Fue una extraña coincidencia que voltearas a mirarme y me dedicaras una amplia sonrisa. No pude evitar sonreír tímidamente ante tu gran sonrisa. Te acercaste. Corriste tan rápido hasta llegar a mí. Me mirabas en silencio, pero no tanto como yo lo hacía.

— No esperaba verte aquí — me dijiste.

— Bueno… Yo solo estaba pasando por aquí.

— ¿Enserio? — lucías algo decepcionado — Por un momento pensé que habías venido a verme.

— ¿Así que de eso se trataba? — sonreí.

— ¿A qué te refieres? — lucías desconcertado — No te entiendo.

— Ah, no es nada, solo pensé…

— ¿Qué estabas pensando? — tu rostro mostraba curiosidad.

Solo negué con la cabeza. Te miré, parecías algo decepcionado. Realmente quería saber lo que pensabas en ese momento. Te miré con detenimiento por un rato, tal vez demasiado; me mirabas fijamente como si esperaras algo. No estoy segura, pero a veces siento que tus ojos azules son tan transparentes que me dicen lo que tú no; justo como ahora, me muestran un anhelo.

— ¿Por qué me miras así?

— ¿De qué forma? — te dije.

— Olvídalo — sonreíste —. No puedo explicarlo, es muy difícil.

— Bien, ¿y qué harás ahora?

— No lo sé — dijiste mientras hacías un ligero movimiento de negación con la cabeza —. Estaba a punto de preguntarte.

— ¿Preguntarme qué?

— Si tenías planeado hacer algo — tu voz disminuyó gradualmente.

— No en realidad — te sonreí.

No dijiste nada. Permaneciste en silencio como si trataras de buscar que decir. Lucías contrariado. No pude evitar reírme de ti; lo que hizo que estuvieras más sorprendido al verme. Traté de calmarme un poco, pero mi sonrisa se mantuvo por un tiempo.

He notado que en ocasiones te escondes. Sé que hay cosas que quieres decirme, pero aún te detienes de hacerlo. Aún no te lo he dicho, pero tu mirada me dice muchas cosas. Esta me dice cuanto me amas a pesar de que en ocasiones tu boca impide que salgan esas palabras. Miré tus ojos azules como siempre lo he hecho, porque sé que ellos me dirán aquello que no te atreves.

— Tienes las manos frías — dijiste cuando mis manos tocaron tu rostro — ¿Por qué no usas guantes?

— Lo olvidé — te respondí con una sonrisa.

Tu solo me miraste con una sonrisa. No pude evitarlo, me acerqué a ti y te robé un pequeño beso. Te quedaste paralizado mientras me mirabas fijamente, como si trataras de encontrar una explicación a mis acciones. Mantuve mi sonrisa para ti. Conozco ese hábito tuyo, sintiéndote como si no merecieras esto. Por eso me quedé por unos instantes con mis brazos pasando detrás de tu cuello, para que dejaras de pensar en ello.

— Hace frío — dije mientras tomaba tu mano —. Hay que irnos de aquí.

— ¿A dónde? — sujetaste mi mano con fuerza.

— No lo sé, ¿qué tienes en mente?

Volteé a mirarte nuevamente. Permanecías en silencio mirándome con esos ojos tan claros y transparentes que me hacen poder descifrarte. No puedo evitar sonreír cada vez que te veo, quizá se deba a que te amo.

— Te amo — dijiste repentinamente.

— Lo sé — te respondí.

— ¿Cómo puedes saberlo?

— Porque tus ojos me lo dicen todos los días.

— ¿Cómo puedes descifrar esto?

— Tal vez porque te amo.

Él solo sonrió y tomó mi mano con fuerza. Caminaba a su lado ese día. Era medio invierno, estoy segura. Hacía tanto frío que mis manos estaban entumecidas y mi respiración podía verse. El clima era frío, demasiado, pero mi corazón no se sentía frío; al contrario, era cálido y acogedor, lo sé porque estabas conmigo. Siempre me siento así cuando tú estás a mi lado.

Kady