Luego de la clase.

—No lo hiciste nada mal– Palmea la espalda de Agustín con burla en sus palabras– ¿Te sientes cansado? ¿Crees que ya perderás el año?

—Agustín Suspira frustrado.

—Ya cállate. No tengo ganas de discutir, me siento cansado– Se estira y truena toda su espalda– Ay, me duele mucho– Acaricia su espalda.

—No seas chillón– Suspira con cansancio– Puedes ir al hotel mañana después de clases y le pediré a mama que te de un turno para masajes.

—Eso sería bueno– Sonríe adolorido.

Al terminar de guardar todo en sus mochilas salen.

—Yo me voy, nos vemos– Se despide Julián dándose la vuelta.

—¿No tenias algo que decirle a Raphael? – Lo detiene tomándolo del hombro.

Mientras Julián se da la vuelta Agustín aprovecha eso para abrazarlo por los hombros

—Ah…–Siente un temblor en toda la espalda e intenta alejarse de Agustín con cuidado.

—¿Qué es lo que me tienes que pedir? – Entrecierra los ojos y cruza los brazos mientras mira como Julián es abrazado por su amigo.

Agustín lo suelta y sonríe nervioso.

—Vamos, dile– Toma sus hombros y lo empuja con cuidado hacia el rubio.

—Yo solo me preguntaba si tenias tiempo para mostrarme los clubes para ver en cual podría unirme– Muerde su labio inferior, nervioso a la espera de su respuesta.

Antes de que Raphael pueda responder, Agustín se le adelanta.

—Oh, y si no tienes tiempo, le dije que yo podría ayudarle ya que tu podrías estar ocupado haciendo otras cosas– Mira a Raphael con una sonrisa.

—‘No puedo permitir eso, significaría que pasarían más tiempo juntos y no quiero que el este cerca de Agustín’ Piensa mientras ellos lo ven en la espera de la respuesta.

Ambos chicos esperaban su respuesta algo impacientes y nerviosos.

—De acuerdo, no tengo nada que hacer– Suspira resignado– Puede ser mañana después de la escuela, tengo un tiempo extra- si quieres podemos usar esa hora para mostrarte cada club– Dice desinteresado.

—Tonto– Se ríe frotando con sus dedos su frente– Y luego yo soy el distraído.

—¿Por qué lo dices? – Frunce el ceño.

—Amigo, mañana no hay clases. Es día libre porque el consejo estudiantil está preparando los clubes para las inscripciones la próxima semana y algunos profesores no vendrán– Responde para luego suspirar.

—Ah…cierto– Dice con torpeza– ‘Lo había olvidado con la llegada de este chico’– Mira a Julián disimuladamente– Bien, entonces tendré que mostrarte los clubes después de clases la próxima semana– Le dice a Julián.

—Eso me parece bien– Sonríe contento– ‘Podre pasar tiempo con el’– OH, antes de que se me olvide– Saca su celular del bolsillo y mira esperanzador a Raphael.

—¿Por qué me miras así? ¿Quieres algo más?

—Tu numero– Le da su celular para que apunte los números.

—‘¿Qué más da?’ –Dame eso– Le quita el celular de forma brusca y empieza a teclear para luego devolvérselo– Ten tu celular.

Se escuchaba el ruido de un auto acercarse.

—Ah, me tengo que ir– Escucha que sigue el sonido del auto– Gracias– Le dice a Raphael para luego correr hacia el auto.

Ambos chicos se quedaron saludando el aire ya que el chico se fue muy rápido.

—Ya estoy aquí, gracias por venir por mi hoy– Le sonríe y abraza a alguien que los chicos no logran ver ni escuchar.

—De nada hermanito– Le sacude el cabello y besa su frente– Vamos a casa, papa está esperando.

—Si– Se ajusta el cinturón de seguridad.

Auto arranca y ambos se van.

—¿Quién lo habrá venido a buscar? ¿Sera su novio? – Dice poniendo un brazo en el hombro del rubio.

—No me importa– Quita el brazo de Agustín de sus hombros y se sube a su auto– ¿subes o quieres que te deje?

—No me dejes, ya dejare de molestar– Se apresura a entrar y cerrar la puerta del auto.

En el auto con Julián y su hermano.

—‘No lo puedo creer. Tengo el numero de Raphael, me siento tan feliz. Aunque quizás fui muy atrevido, espero que no se haya molestado por eso– Piensa con preocupación.