Taro se mueve con precisión mortal, golpeando a sus oponentes con rapidez.

Un cuchillo le roza la mejilla, dejándole un corte superficial.

Kaito observa con una sonrisa burlona. “Sigues siendo un demonio en combate…”

Uno de los hombres intenta apuñalar a Taro, pero este le tuerce la muñeca, lo que le hace soltar el arma.

Con un movimiento rápido, toma el cuchillo y lo usa contra otro atacante.

Kaito aplaude lentamente. “Sigues siendo el mismo. No puedes negar lo que eres”.

Taro lo mira con una expresión sombría. “No vine a pelear”.

Kaito sonríe. “No importa lo que digas. La sangre que derramaste sigue ahí”.

Si no luchas, morirás aquí."

Yuri está en su apartamento, mirando su teléfono.

Revisa los artículos sobre la masacre del bar y la familia Matsumoto.

"Taro... ¿qué estás escondiendo?"

En el muelle, Taro salta y patea a otro enemigo, derribándolo.

Kaito saca un arma y le apunta.

"Dime, ¿cómo se siente saber que la muerte siempre te sigue?"

Recuerdo de la masacre del bar. Cuerpos en el suelo, sangre en las paredes.

Taro de pie en medio del caos, respirando con dificultad, su mirada vacía.

De vuelta al presente, aprieta los dientes.

Kaito baja lentamente el arma. "No estoy interesado en matarte ahora".

"Pero tarde o temprano, tendrás que responder por lo que hiciste".

Taro se queda de pie en silencio, mirando a Kaito y sus hombres irse.

Taro se sienta en un banco en el muelle, mirando hacia el ciudad.

Se pasa la mano por la cara, cansado.

"Nunca podré escapar de esto, ¿verdad?"

Fin del capítulo.