Read Bajo la luna (Edición y publicación) (Baile y Luna #2) :: Capítulo 1

CAPÍTULO 1

¡ADVERTENCIA! SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA BAILE Y LUNA, ANTES POR FAVOR LEEAN Baile a Media Luna (PRIMER LIBRO), PARA EVITAR POSIBLES SPOILERS O CONFUSIONES, GRACIAS.

— ¡Qué fastidio! ¡Ni siquiera ha pasado un solo día! — Selene decía con molestia mientras guardaba sus cosas en una maleta.

— Te irás de nuevo, ¿no es así? — recargado en el marco de la puerta

— Tyler… — Selene volteó en dirección a la voz y lo vio sorprendida — ¿Qué haces aquí?, deberías de estar trabajando.

— Sí, es cierto, pero vengo a verte antes de que me olvide de tu cara — sonríe con burla.

— Eso debería de decir yo — mira la maleta —. Apenas llego y Débora me dice que ya me tengo que ir — mira a Tyler — pero lo prefiero antes de estar encerrada todo el día llena de papeles — sonríe con una ligera molestia.

— Si tú lo dices — encoge los hombros.

— Ay… — suelta un suspiro y masajea su cuello — De acuerdo, iré hasta allá, pero después de esto no saldré hasta la próxima semana.

— Estás segura de…

— ¡Lo he decidido! — lo interrumpió.

— Si no hay nada urgente de última hora, quizá sea así.

— Creo y estoy segura de que será así.

Selene cerró la maleta estando sentada al pie de la cama; en ese momento, entró un sirviente a la habitación, hizo una reverencia y dijo:

— Majestad… — hace nuevamente una reverencia — Princesa, vengo a informarle que el carruaje está listo para partir, al igual que los guardias… Ya todo está listo.

— Si ese es el caso, entonces lo mejor será partir de una vez — se levanta de la cama y sale de la habitación.

— Déjeme ayudarla — trata de agarrar la maleta.

— No es necesario — levanta la maleta — puedo encargarme de esto sola.

Los tres se dirigieron a la salida del palacio y, como el sirviente había dicho, todos estaban listos para partir. Al ver que todo estaba listo, Selene esbozó una sonrisa y se subió al carruaje. Una vez dentro, miró a Tyler por la ventana. Tyler se dio cuenta de ello y asintió con la cabeza. Justo en ese momento, Selene dio la orden de partir, siendo de esa forma como Tyler vio a Selene alejarse cada vez más del palacio.

Han pasado varios días desde que emprendieron el viaje, era un viaje inusualmente tranquilo, pues anteriormente se habían encontrado con algún animal salvaje, bandidos o algún viajero por el camino. Sin embargo, el camino estaba totalmente desolado, ni siquiera un alma se había atravesado en todo el camino.

— ¿Seguro que vamos en el camino correcto? — Selene asomó su cabeza por la ventana mientras esperaba la respuesta del cochero.

— Sí, su alteza, yo mismo lo he revisado — voltea a verla —. Es imposible que me haya equivocado.

— De acuerdo, confiaré en ti una vez más — volvió su cabeza de regreso al interior del carruaje.

No pasó mucho tiempo cuando de pronto el carruaje empezó a acelerar su paso de manera repentina; esto alertó a Selene.

— ¡¿Qué está pasando!? — sacó nuevamente la cabeza.

En ese instante vio caer al cochero mientras el carruaje seguía en movimiento, lo que hizo que comprendiera un poco más la situación.

— ¡Cuidado alteza! — sujetó a Selene de la cabeza y la metió adentro del carruaje.

Un cuchillo quedó enterrado en el interior del carruaje, lo que hizo que ambas personas se mantuvieran agachadas dentro del carruaje.

— Como sospeché — dijo en vos baja — es un intento de asesinato.

— Alteza, no levante demasiado la cabeza, podrían cumplir su cometido — lo dijo nervioso sin quitar las manos de la cabeza de Selene.

— Ya lo sé Katari — lo ve directamente a los ojos mientras lo dice en voz baja —. Ahora tenemos que encontrar una manera de salir, y rápido.

— Sí, alteza, pero si nos descubren…

— No lo harán — lo interrumpe rápidamente —. Tendremos que salir con esto en movimiento, si nos quedamos más tiempo, sí cumplirán su cometido — aun estando agachada se va acercando a la puerta del lado izquierdo de carruaje.

— Pero podría ser peligroso para usted, alteza — un poco preocupado.

— Eso no importa — abre la puerta del carruaje —. Salta ahora.

— Alteza, considero que lo mejor será que usted lo haga — voltea a verla —; yo estoy a cargo de su seguridad.

—Salta, ahora — dijo con un tono firme.Katari miró a Selene con preocupación, pero, antes de que pudiera decir algo, Selene lo arrojó del carruaje de una patada. Después, bajaría del carruaje ella misma. Sin embargo, un cuchillo fue arrojado al marco de la puerta impidiendo que Selene baje del carruaje.

Ella se hizo a un lado, pero, para error suyo, quedó acorralada. Levantó la mirada y se encontró con unos ojos verde esmeralda: eran unos ojos fríos; no dudarían en matarla ni un segundo. Tenía una cicatriz vertical vieja en el ojo izquierdo, la cual empezaba debajo de la ceja y terminaba justo debajo del ojo atravesando su ojo por la mitad; quizá era por eso que ese ojo era de color un poco más claro que el otro. Las facciones de su rostro eran duras, pero bien definidas. Su cabello era negro azabache y su piel oscura como la cruel noche. Estaba cubierto con una capucha negra, la cual hacía que nadie viera su rostro, a excepción de ella.

Él se empezó a acercar a Selene; ella intentó atacarlo con una daga, pero él detuvo el ataque con su mano tomando la daga por el filo y lanzándola afuera del carruaje. Se acercó aún más a ella y, con la mano que había sujetado la daga, tomó el listón que Selene tenía en el cabello.

Ella miró como aquel listón azul se manchaba con la sangre de la mano de él. En ese momento, notó que iban a lanzar una flecha en su dirección y Selene aprovechó para derribar al asesino. Mientras estaba en el suelo del carruaje, el asesino miró a Selene con sorpresa. Pues, ella le apuntaba con un cuchillo justo en el cuello, mismo que ella había sacado de su manga.

— ¿Quién te envió? — lo miraba con la misma frialdad que él lo había hecho antes.

Él la observaba en silencio mientras lentamente trataba de sacar un cuchillo.

— ¿No hablarás?

— …

— Entonces me voy.

Selene se alejó rápidamente; él intentó detenerla, pero ella le lanzó el cuchillo con el que lo había amenazado; él lo atrapo y ella saltó del carruaje. Poco después, él saltó del carruaje antes de que se estrellara. Aun teniendo el listón color azul manchado de sangre, se colocó un guante negro en la mano que había sido herida para que nadie lo notara.

— ¿Por qué tardaste tanto? — preguntó impaciente

— Por nada — contestó sin inmutarse.

— ¿Está muerta? — dijo otro intentado descifrar a esta persona.

— ¡No digas tonterías! — lo miró — Por supuesto que lo está.

— Entonces hay que…

— Toma esto y vámonos — le da una insignia con el escudo y el listón lleno de sangre.

— Vamos a decirle al jefe — sonrió mientras miraba la insignia y el listón en sus manos.

Selene se escondió en el bosque hasta que los asesinos se fueron. Caminó de regreso hasta encontrar su daga y a Katari: un guardia pelirrojo y guapo de ojos grises; quien se ha encargado de la protección de Selene desde hace varios años.

— ¿Se encuentra bien alteza? — dijo preocupado.

— Sí, estoy bien — tomó la daga y la guardó — ¿Qué pasó con lo demás?

— Están muertos… Y, si me permite alteza, lo mejor será buscar un lugar donde pasar la noche, pueden volver por usted.

— Lo sé, sin embargo… El reino más cercano… — dijo un poco dudosa.

— ¿Sucede algo? — miró fijamente a Selene.

— No es nada — sonrió — solo tu pésima orientación — masculló.

— ¿Perdone?

— Solo ignóralo — le dio un saco — Ahora ayúdame a llevar esto.

Katari abrió el saco y miró lo que estaba dentro de él; enseguida, miró a Selene con sorpresa y preocupación (más preocupación que sorpresa) y dijo:

— ¡Regresó al carruaje!

— Tenemos que sobrevivir de alguna forma — se colocó una capa color negra.

— ¡Pero podrían haberla matado! — le reprendió.

— No te preocupes, no había nadie — sonrió.

— Alteza, si no lo sabía, su majestad podría matarme si a usted le pasa algo.

— No llegaría a tanto — dijo despreocupada — aunque, si hubiéramos hablado de mi padre, entonces, tendrías razón.

— Alteza… — suspiró de forma pesada — Por favor deje de arriesgar su vida de esa forma.

— Hay que partir ya — dijo ignorándolo por completo — pues, si nos cae la noche, será aún más peligroso.