Fue extraño escapar de una cueva para terminar en otra. Al notar que sus pensamientos volvían a su lugar de nacimiento, decidió levantarse. Comió un poco y observo el exterior.

No podía vivir así, las horas que paso en el basurero y la gente que se cruzó los días siguientes hasta que llegó a este lugar, le mostró lo deficiente que era socialmente.

—Tengo que buscar un hogar, trabajo y estudiar. Estás son mis prioridades...

Rebuscó en su mochila y encontró un aparato eléctrico. Era una pulsera, tiene una pantalla táctil y está conectada a un pin que tenía instalado en su cortex de conexión, cosa que pensaba solo servía para manejar las máquinas con las que trabajaba, pero al ver que era bastante mundano lo sorprendió.

Al encenderlo, pudo ver la pantalla que antes mostraba solo las especificaciones de las máquinas, mostrar la página de acceso a la red.

Se quedó momentáneamente en blanco, no sabía por dónde empezar.

Historia, sentido común, trabajo, estudios básicos... era demasiado. Su respiración se volvió irregular, pánico e inseguridad amenazaban con devorarlo.

De repente, sintió algo húmedo rozar su mano. Una criatura peluda y a cuatro patas estaba mirándolo.

—Un... ¿Perro?

Los había visto en su camino las personas parecían, bastante cómodos a su alrededor así que asumió que no eran dañinos. Este era un cachorro, no sabía cómo reaccionar simplemente se quedó mirándolo un rato.

 Su ataque de pánico había pasado.

Aún, algo descolocado escaneo al animal. La información decía que era un cachorro de Lobo Huargo Estelar, una raza creada para evolucionar y ser parte de la defensa terrestre. Estaban programados para reconocer solo a humanos que pudieran ayudarlos a defender el territorio, en dicho escenario se acercarían e intentarian formar un vínculo con este. Sino formaban manadas y seguían su rutina "natural"

—Eso quiere decir que me considera acto para el combate.—Saber que de alguna forma era reconocido lo calmo más.— está bien ven conmigo... Supongo que debo ponerte un nombre.

El muchacho demostró lo inteligente que era al tomar una postura sentada y mirarlo fijamente, claramente entendió lo que Marc dijo. Una leve sonrisa se dibujó en el rostro del humano, mito al cachorro y pensó en un nombre.

—Como eres un Lobo Estelar, sigamos con esa temática. Te Llamaré Quasar, espero que me acompañes de ahora en adelante niño, bueno parece que yo mismo soy considerado un niño todavía a mis 16 Pero entiendes...

Era la primera vez que hablaba libremente, en la "Cueva" solo podia responder cuando se le permitía y el contacto entre los trabajadores estaba totalmente controlado y estipulado en que circunstancias podría darse...  Empezó a acariciar a Quasar y en algún momento también empezó a llorar.

Cuando finalmente se calmo, pensó en lo siguiente que tenía que hacer. ahora necesita comida para dos, Quasar estaba solo en todo este tiempo no se acerco ningún otro lobo y cuando le pregunto si estaba con alguien más este nego con la cabeza y emitía una sensación de soledad.

Necesitaba una cuadrada, no podía simplemente aparecer en algún pueblo o ciudad. No tenía registro de identidad, cosas que  noto  pedían, en esos lugares durante su viaje y razón por la cual no se atrevió a pasar por esos lugares.

Con un objetivo en mente comenzó a buscar en la red.

Unas horas más tarde se encontraba camino a una ciudad cercana, tenía el mapa activado en su visión Quasar lo acompañaba de cerca y Marc seguía leyendo y memorizando lo que había encontrado.

Por suerte para él, no era raro que cada cierto tiempo aparecieran individuos sin identificación en las ciudades. Luego de la guerra de hace 2 siglos, la población había descendido por obvias razones, lo que quedó por lo menos en los grandes grupos que se concentraron en ciertas zonas y a su alrededor florecieron aldeas y pueblos.

El planeta tierra ya no estaba totalmente ocupado por la raza humana, había bosques que se comieron grandes ciudades que ya no podían recuperarse por lo que  estaban en proceso demolición y reconstrucción a medida que la población aumenta, además se combate a las bestias y monstruos que los aliens dejaron por su paso y se siguen manteniendo para que la población se mantenga alerta. Por suerte según el mapa está era una zona verde libre de peligro.

Marc no pudo evitar suspirar al comprender el porque de la designación de zona verde en el mapa. Todavía había muchos peligros que le eran desconocidos.

Y así, sumando a la gente dentro de la red, también hubo algunos grupos que lograron sobrevivir y florecer  fuera de está. A pesar del esfuerzo y grandes avances que se hicieron para vigilar el sistema solar. Por alguna razón que se le escapaba a Marc, parecía que se retraso a propósito el volver a reconstruir y conectar la tierra misma y solo estaban en esta red las grandes ciudades.

Sentía algo hediondo ante esta información, tal vez era solo prejuicio, o simplemente no tenía los permisos para saber.

Lo que importa ahora es que gracias a estos extraños vacíos en el sistema. Le permitía poder conseguir una identificación y proseguir con sus planes, además aparentemente al estar vinculado con un Lobo Estelar  tenía la obligación de unirse al entrenamiento de las fuerzas de seguridad y cumplir con un periodo obligatorio de trabajo de algunos años, luego se le permitiría salir. Pero, mantendría la obligación de responder al llamado en caso de desastres o invasión.

Tenía sentido y no le molestaba. Cerro la ventana con un pensamiento y comenzó a tejer una historia de fondo. Cómo no tenía una identidad comprobada, tendría que hacer un registro presencial.

Había una muestra del formulario que tenía que completar, por lo tanto, uso este tiempo para leer y tratar de hacer una historia lo más sólida que puede en este momento.

Al atardecer llegó a la ciudad de Las Torres. Aparentemente, se llama así porque se fundó alrededor de dos Torres que resistieron el asedio de una oleada de monstruos hacia el final de la invasión.

Tuvo que hacer fila en un puesto de seguridad, cerca del antiguo muro que rodeaba la ciudad. Aparentemente la Red detecta enseguida una conexión proxy de un indocumentado así que en línea recomendaban que informara su llegada en dichos puestos para evitar problemas más adelante.

Fue vergonzoso. Años de adiestramiento hicieron que respondiera como si estuviera hablando con los guardias de la cueva, aún asi de alguna forma saco el impulso para comentar su historia, el ver a un niño así de indefenso, hizo que los oficiales se creyeran su historia, no era raro ver adolescentes que venían de "Afuera" de la red tener problemas para comunicarse con la gente.

—je, está bien. Es suficiente, respira un poco... Bien, ahora que estás más tranquilo toma esto, pon este chip en la pulsera y el collar para el Lobo. Debería de llegarte en tu visión una notificación, puedes seguir adelante, a unas 5 cuadras hay una plaza, detente ahí y tomate tu tiempo para leer lo que dice. Buena suerte y como consejo... Intenta no buscar trabajo en alguna de las grandes empresas, por suerte tienes tiempo para formarte en seguridad aprovecha ese tiempo para aprender sobre esas cosas y evitalos... Es suficiente ahora sigue tu camino.

—gracias...

Marc siguió su concejo, estos días aprendió que la "Cueva" dónde nació era parte de una de las grandes empresas, así que ya había decidido evitar a estás organizaciones como si fueran pestes.