ANGELS

CAPITULO 2

Mientras observaba aquella belleza baje la guardia, fue mi peor error sentí un golpe fuerte en la cabeza haciendo que callera rodando de esa colina y pasara por aquellas rosas las cuales me lastimaban con sus espinas tiñéndolas de color rojo, antes de perder la conciencia pude visualizar a dos siluetas acercándose a mí.

Desperté con aun mas heridas de las que ya tenía, mi cuerpo me dolía mas desde que corrí de aquel campo de batalla, pude notar que mis 6 alas estaban atadas, las dos alas de mi cabeza estaban siendo sostenidas, pero a la vez perforadas por una daga, dolía demasiado pero no podía mover mas que mi cabeza y mis hombros, mis brazos y manos se veían normales, pero no podía sentirlos mucho.

Estaba todavía en aquel campo de rosas, pero estaba afuera de una pequeña casa rustica de color blanco, tenia unas enredaderas con rosas que hacían que la casa combinará con el campo,  entonces pude escuchar unas pisadas a lo lejos de mí, no pude ver bien quien era solo vislumbraba a dos siluetas muy borrosas, no sabía porque las veía así ya que todo a mi alrededor se veía totalmente normal, solo a esas sobras las vea borrosas, gire mi cabeza un momento pero aquellas sombras que vislumbre ahora estaba a la par mía pero solo era una persona, un hombre, bastante alto no podía decir con palabras exactas cuanto media, pero era alrededor de 2 metros, cabello largo, muy negro, en sus ojos tenía una pequeña línea roja y podía notas que tenía varias cicatrices en la cara y posiblemente alrededor de su cuerpo.

Me veía desde arriba con aires de superioridad, pude notar que su aureola era muy extraña, apenas lo deje de ver pude sentir una fuerte patada a mi cara lo cual hizo que cayera de espaldas clavándome un poco más la daga en mis alas, no tuve ni tiempo de recomponerme cuando sentí que me agarro la mandíbula y hablo.

- ¿Acaso tengo algo en la cara? Si no tengo nada porque me ves de esa manera maldita mierdecilla- me hablo aquel hombre, su voz imponía respeto y miedo, era peor que escuchar las voces de los altos mandos. Me hizo temblar de miedo, no podía moverme ni siquiera podía voltear la cabeza, estaba paralizado. Pude sentir como se me acercaba y tomaba de mi cabello con tanta fuerza solo para hacer que lo volteara a ver – pequeño porque te escondes ¿Qué?  ¿Acaso tienes miedo? Oh mírate la pequeña mierda está temblando -me dijo el azabache, sus palabras hicieron que mis ojos lagrimearan me sentía tan débil ante él. – oh tan solo mira tu carita, eres completamente angelical, te queda lo de ser un ángel- me sentí tan impotente con esas palabras que le respondí - ¡CALLATE! Deja de tratarme así, no soy tu maldito perro para que me trates as- ni siquiera mude terminar de hablar cuando él me había vuelto a golpear.

-Pequeño eres completamente una belleza, pero eres tan insolente que puedo ver que ni siquiera llegas al mínimo de inteligencia, de que te sirve ser hermoso si no tienes con que contrarrestar eso, de hecho, creo que solo servirías para ser una puta- hablo aquel hombre con un tono tan frio y serio que me dejo helado – si solo una simple puta que se vendería a solo unos centavos- pude sentir las lágrimas caer, no lo pude controlar y llore, el me miro con incredulidad.

-oh herí los sentimientos del pequeño prostituto, deja de llorar si no quieres que te golpee- no deje de llorar, de hecho, escuchar eso me recordó tantas cosas que mi llano no seso de hecho incremento. Al escuchar que no deje de llorar me dio una fuerte patada en mi estomago – deja de llorar maldita mierda- siguió golpeándome más y más hasta que ya no pude más y sentí que empezaba a perder el conocimiento, hasta que escuche una voz.

-Ey detente carajo, que acaso no vez que no se esta curando, si sigues así va a morir y lo necesitamos vivo. -

NOTA DE LA AUTORA

No es tan largo el capítulo como lo prometí, pero hice el intentó jajsjajs
los personajes y sus diseños puedes encontrarlos en mi cuenta de instagram @v3ilxx_