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La Saga de la Hija de la Luna

Los traidores

Los traidores

Sep 20, 2025

Kami y Stuart se sentían en seguridad con Terronova. En la mañana siguiente de su llegada al templo, ellos se levantaron temprano, cuando el sol apenas salía, iluminando aquella vegetación esmeralda que los rodeaba. Era una pena que debían partir, Kami por una vez se sentía a gusto en esa peligrosa aventura, que pronto llegaría a su fin. Stuart tenía algo de comida pero eso no calmó el hambre de Kami, de modo que Terranova le dio algunos frutos que la llenaron de energía. "Son mágicos", dijo ella guiñando el ojo, sin saber si lo que decía era verdad o no.

Pasaron unas horas y se detuvieron en un claro donde se veían unas piedras de extrañas formas. Kami preguntó por qué se detenían, sabía que debían detenerse para descansar pero lo que no entendía era por qué tan repentinamente. Terranova le contestó diciendo:

—Este es límite de mi bosque, más adelante encontraran el templo de la luna.

—¿No puedes ir más adelante? —preguntó Kami.

—Mis poderes, mi territorio, pertenecen a este mundo. Más adelante es territorio celeste. Estas piedras son un sello, un sello destinado para evitar que los intrusos de este mundo no entren.

—Entonces, ¿eso no significa que no podemos entrar?

—No te preocupes, Stuart nació siendo estrella y tú eres la hija de Selena, ambos pertenecen al cielo. De lo que deben preocuparse es de los traidores, ellos son estrellas después de todo. Como mínimo voy a evitar de que alguien pase.

—Gracias por todo, Terranova.

Así fue como continuaron su camino. Kami estaba un poco angustiada, estaban en terreno desconocido (no es que antes no lo estuvieran pero al menos antes Stuart parecía saber lo que hacía). Stuart, por su parte, estaba sintiéndose preocupado pero a la vez aliviado porque todo iba a acabarse al fin. El anillo de Kami empezaba a brillar cada vez con más intensidad, lo que era señal de que se acercaban cada vez más al templo de la luna y a su ancestral hogar. Mientras avanzaban, la vegetación parecía ser cada vez más escasa o al menos más clara, como si los árboles, flores y arbustos tomaran el color de la mismísima luna o la luz clara y cegadora del sol.

Al fin, después de una larga caminata, llegaron a un edificio alto, lleno de enredaderas y otras plantas (como el templo de Terranova), sin embargo este templo era más amarillado y se podían notar algunos soles en los muros.

—Nos hemos equivocado de rumbo, este es el templo del sol, Solaris. No entiendo, el templo de la luna debe estar en dirección opuesta, el simple brillo del anillo nos debió haber confundido —dijo Stuart. Esta vez él usó el anillo para que un rayo de luz (igual al de la otra vez) los llevará a la dirección correcta.

Kami estaba más que confundida, ¿por qué el anillo brillo más al acercarse al templo del sol? ¿Acaso la ciudadela celeste estaba cerca del templo? Si eso era así, ¡podría significar que la guerra estaba a punto de estallar!

Siguieron caminando, esta vez por la dirección correcta, hasta que Stuart quedó agotado. Sin embargo, Kami no se sentía particularmente cansada por alguna razón, como si estar cada vez más cerca de la ciudadela celeste la llenara de energía. Durante esa pausa Kami le preguntó qué iba a hacer cuando todo haya terminado, él le respondió que iba a cumplir su deber como estrella una vez más, junto a sus amigos. Pero la verdadera pregunta era qué es lo que iba hacer Kami, ella ya tiene una vida normal, por fin tiene amigos, está feliz siendo mortal, ¿cómo iba a cambiar toda su vida, todo por lo que pasó, por alguien que ni siquiera conocía, a pesar de que sea su madre biológica? Kami vivió sin saber la verdad, y ahora... no le importaba tanto, pero estaba obligada a seguir su destino de evitar esa guerra.

Ellos continuaron su rumbo tranquilamente hasta llegar a un edificio más pequeño que el templo del sol, ese edificio era de color blanco (ya desgastado por los años), seguramente hecho de algún tipo de piedra similar al mármol. La emoción era grande para los dos, pero debían esperar a que la ciudadela celeste pase por encima del templo, durante la noche.

Más tarde, casi durante el atardecer, entraron al misterioso templo de la luna. Adentro había inscripciones extrañas y lunas hechas de un material distinta al de los muros del templo, Stuart le dijo que era la lengua de los astros del cielo y que podía leer lo que decían perfectamente:

"...cuando el cielo existió, el sol reinaba,
Pero de noche, la oscuridad prosperaba.
Un día primero de la semana, una nueva luz nació, destinada a nunca ver el día, sino a prosperar en la noche..."

Era una parte de una historia sobre la creación de la luna, todos en la ciudadela la conocían bien. Luego de eso, según dice la leyenda, la curiosidad de la luna por descubrir que había del otro lado de la Tierra se hizo más grande y entonces descubrió el sol, se hicieron amigos y el sol le dio un poco más de su luz para que no estuviera sola del otro lado de la Tierra. Fue así como llegaron las primeras estrellas, siendo el verdadero primer eclipse. Aunque los dioses nacían primero como mortales, era una leyenda que sonaba creíble.

Ellos siguieron, buscando la sala principal. Stuart no estaba ahí desde hace mucho tiempo ya, de modo que su memoria le fallaba. Kami miró su anillo buscando una respuesta y sintió que sabía dónde se encontraba. Ellos dos corrieron hasta una habitación grande en donde había una gran piedra al centro, bajo un hoyo en el techo. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue que había alguien en la habitación... "Eduard Brilliant" murmuró Stuart. Kami estaba sorprendida y preocupada, ¡era una trampa! ¡Él los estaba esperando! De pronto, empezó a hablarles con una voz suave y que parecía manipuladora:

—Vaya, tardaron más de lo esperado pero por fin están aquí...

Otras personas aparecieron, preocupando aún más a Kami y Stuart.

—¡Eduard, déjanos en paz o veras! —amenazó Stuart, lo que en verdad divirtió a Eduard.

—¿Y qué puede hacer un simple mortal como tú? Sólo vas a hacer que te matemos, y supongo que no querrás eso, ¿verdad? Tengo una mejor solución: olviden todo esto, váyanse y podrán salvar sus vidas.

—¡Nunca voy a hacer eso! ¡Y lo sabes muy bien!

En ese momento, Eduard le lanzó un rayo a Stuart, dejándolo en el suelo. Luego prosiguió:

—Muy bien, siempre fuiste muy cabeza dura, pero no te hablaba a ti... Eclipsa, tú puedes elegir: o te olvidas de esto y vuelves a tu vida mortal ilesa o sigues y mueres en el intento... Después de todo, ¿por qué iba a interesarte alguien que ni siquiera conoces y que no se tomó la molestia en buscarte?

Kami se detuvo a pensar, eso mismo se había preguntado, pero a pesar de que era una oferta tentadora, tanto ella como Stuart e incluso Terranova sabía que no podía permitir que eso ocurriera... Entonces dejó su respuesta con mucha claridad:

—¡Porque no voy a dejar que destruyas todo lo que amo! ¡No voy a permitir que hagas eso! Soy Eclipsa, hija de Selena, diosa de la luna, ¡y voy a verte caer!

Stuart estaba algo orgulloso, Eduard no entendía cómo una simple niñita semi-mortal se atrevía a enfrentarse a alguien superior como él. Él, junto a los otros traidores, trató de matarla, pero ella logró dominar su poder de flotar para esquivar los ataques. Stuart también la ayudó, deteniendo a Eduard como pudo.

Entre el caos que había, Kami llegó hasta la piedra brillante de la habitación y Stuart le dijo que usara el anillo. En el momento en que ella puso el anillo sobre la piedra, un rayo de luz calló del cielo sobre ese lugar tan apartado. Stuart trató de evitar que lastimaran a Kami o que le impidieran de escapar, lo que hizo que él no pudiera irse con ella, pero alcanzó a decir algo antes de irse: "Ve al palacio y busca a Selena, ¡impide la guerra!".

Después de eso, solo pudo ver una luz cegadora y se vio en lo que parecía un jardín bajo un cielo brillante, se dio cuenta que había llegado a la ciudadela celeste.

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Tulipia

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Hace años, una guerra entre el día y la noche había comenzado, el sol estaba contra la luna y sus estrellas. Ahora la paz se mantiene en el cielo. Pero una conspiración va a reiniciarla y sólo una chica, Kami, puede detenerla...

(Originalmente publicado en Wattpad, pero dejé de usar app hace rato, decidí que sería mejor si lo público en Tapas. Esta es una recopilación de todas las partes, escritas hace mucho tiempo y puede contener errores o ser cringe. Se recomienda discreción.)
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