Kami se levantó a la misma hora de siempre (6 am), se puso una camisa azul de mangas cortas, jeans y tenis blancos como siempre y tenía su habitual cola de caballo, todo parecía muy normal, pero no lo era: ¡Era el primer día de escuela de Abladon! Ya después de arreglar unos asuntos, la directora aceptó que estuviera ahí por un tiempo, al menos hasta que se haga oficial. Aunque se le había olvidado despertarlo, entonces fue hasta donde estaba durmiendo tranquilamente y no le agradó madrugar, no tenía la costumbre, el tiempo era diferente en el Mundo de los Muertos y su cama de ahí era muy vieja (tampoco tenía la costumbre de dormir tan bien), en realidad, los muebles de aquel mundo eran muebles viejos que estaban relacionados con la muerte de algunas personas y que se llevaron consigo. El chico no tardo mucho, pero Kami le ayudó un poco a adaptarse un poco. Luego de comer un rico desayuno, los chicos se fueron al colegio, Linda los llevó al colegio.
A Abladon le daba curiosidad todo lo que lo rodeaba, mirando todo con brillantes ojos, a pesar de ciertas cosas. Al llegar Kami le advirtió que el colegio como cualquier parte podía ser un lugar lleno de rechazo para los que no tienen lo que otros privilegiados sí, pero siempre que no se preocupará por lo que piensen los demás estaría bien. El chico se puso nervioso, pero sólo tenía actuar como una persona normal y no mencionar nada sobre sus padres ni lugar de origen, no sin mentir.
Los chicos entraron y justo en ese momento Nicolás fue a abrazar a su amiga, no la había visto en mucho tiempo. Abladon quedó bastante incomodado, no sabía que ocurría.
—¿Qué te sucede, Nico? No me fui por tanto tiempo —le dijo Kami.
Su mejor amigo le respondió:
—Tal vez 2 semanas no es mucho, pero fue tan de imprevisto.
A Kami le sorprendió oír que su aventura de una tarde le duró 2 semanas, incluso si ya sabía que el tiempo era diferente en los pasadizos oscuros. Kami le presentó a su nuevo amigo Abladon, Nico fue muy amistoso y le agradó a pesar de que era tímido, y Nicolás los puso al tanto de lo que había pasado. No pasaron muchas cosas, pero sí le sorprendió oír que Alix estaba saliendo con Nicolás, aunque no tenía nada en contra de eso.
Kami tuvo que explicar por qué no estuvo en el colegio. Claro que tuvo que mentir transformando la realidad que tuvo un problema con sus padres biológicos y que era una situación de vida y muerte. La directora solo respondió: "Entiendo la situación, tus padres adoptivos me dijeron que tuviste que irte por un tiempo indefinido, hasta pensaba que tal vez no ibas a volver. En todo caso, tú y tu amigo deberían volver a clase". La verdad es que no muchos sabían cuál era la relación entre Abladon y Kami, algunos pensaban que eran parientes, otros que era un amigo que conoció en el extranjero (esa era la teoría más cercana de la realidad).
Kami debía adelantar trabajos, lecciones y eso, mientras Abladon permanecía en silencio, evitando responder preguntas, observando en silencio y analizando como era la gente y como debía actuar. Durante las clases, de historia por ejemplo, debía evitar comentarios como: "Yo conocí a esa persona muerta" o algo así, incluso si se equivocaban y sabía la respuesta verdadera porque se encontró al fallecido personaje. Al chico no le iba tan mal (todo mundo muere y obviamente eso incluye a los profesores), a pesar de que su madre fue quien lo crio, afortunadamente su padre no quedó convencido por eso.
Al final del día, Abladon no sabía qué pensar, había aprendido muchas cosas y se quedó hablando con Kami cuando iban caminando de regreso a casa. El curioso chico quiso hacerle una pregunta:
—¿Sabes? No me siento tan mal aquí, creo que puedo encajar con facilidad, al menos no hago esto solo. Supongo que durante un tiempo tú también necesitaste un amigo, ¿hace cuánto conoces a Nicolás? ¿Piensas decirle la verdad?
—Lo conozco no hace más de un año, pero no sé si sea el momento para decirle, fue casi el único amigo que tuve por mucho tiempo, pero ahora tengo varios amigos, y somos amigos ahora.
—Sí, supongo que ser tu amigo es prueba que tengo mucha suerte. Nunca voy a dejar de agradecerte por lo que hiciste.
—¿Qué no recuerdas que fuiste tú quién me salvó a mí y al mundo del malvado plan de tu madre?
—Bueno, no fue nada, si no hubieras ido nunca me hubiera rebelado en contra de ella.
—Eres muy amable, Abladon. Aunque, sinceramente, ¿cómo un chico tan adorablemente buena-gente es hijo de alguien tan caótico? Entiendo que Moro no es un ser maligno y asesino, como muchos esperarían de un Dios de la Muerte, pero aun así no sé cómo tu madre no logró convertirte en el arma que ella quería.
—Eso suena muy malo. Aunque supongo que desde niño, la angustia de destruir mis seres queridos me alejó de ella. Tal vez está en nuestra naturaleza diferenciar el mal del bien por medio de la empatía.
Los chicos volvieron a casa, comieron algo, hicieron sus tareas y antes de irse a dormir estuvieron viendo una película, para que Abladon aprendiera cosas. Es triste que parezca un ignorante, pero Caótica no quería que le agrade la idea de vivir en la Tierra ni que se diera cuenta de su belleza, de modo que lo aisló lo más posible de todo lo que pudo, apenas le dejó aprender algunas cosas básicas. Al día siguiente no había escuela, era fin de semana y podían pasar todo el sábado haciendo nada o buscando como entretenerse (luego el domingo podían ir a la Ciudadela Celeste para aprender cómo usar sus poderes), debían disfrutarlo mientras duraba, porque al volver el lunes siempre le daba a uno duro. Así iban a ser prácticamente todos los días (o todas las semanas) hasta el final del año, sólo entonces Kami iba a revelar su elección para su futuro, la única pista que le dejó a Abladon era que iba usar su don legítimo de nacimiento para ayudar a alguien.
Por el momento debían descansar, tenían todo un año por delante.

Comments (0)
See all