Durante todo el tiempo que estuvieron en la escuela, Abladon y Kami veían a sus respectivos padres y aprendieron cosas para su futuro. Al terminar el año, Kami se graduó y le reveló a Nicolás su verdadera identidad, quedando impactado. Sin embargo, eso no iba a afectar su amistad, pero ella iba a irse por un tiempo y no se iban a volver a ver durante un tiempo.

La joven había tomado su decisión: Iba a ser la nueva Diosa de los Sueños, así los Soñadores iban a tener una nueva vida llena de esperanza. Kami entonces había aprendido como hacer una reliquia: solo tuvo que concentrarse mucho para que toda la energía que fluía en su cuerpo terminará siendo un frágil objeto, pero lleno de poder soñador. Así fue como creó El Atrapasueños del Eclipse, tenía forma de luna y con este objeto creó todo un Mundo de Sueños conectado a los pasadizos oscuros, así obtuvo también la habilidad de almas que le permitía atravesar estos pasadizos sin perderse. Dreamy y los Sonadores volvieron a su mundo felizmente.

Abladon también se quedó ahí, le gustaba la Tierra, pero no quería estar lejos de Kami, su relación ya era muy estrecha. Él no sabía qué hacer con su vida, pero Kami le propuso que mientras tanto se quedará ahí y que con su habilidad de almas fuera el guardián de ese mundo, asegurándose que mientras ella no estaba ningún intruso entrará ni que los pequeños Sonadores quedarán perdidos en las pesadillas (cerca de la salida del Reino, donde estaba la oscuridad hacia los pasadizos oscuros). Abladon también escondió el Cetro del Caos en el Palacio de Ensueños, donde todos los habitantes de ese Reino vivían. También trató de convencer a su padre de permitirle llevar a los Sonadores fallecidos al Mundo de los Sueños, no tenía problema con eso, si las almas no iban a la Tierra.

Hablando de Moro y el Inframundo, a Caótica, por otro lado, no le iba tan bien. Ella pagó por sus crímenes, básicamente todos estaban molestándola y abusando de su pérdida, ahora que ya no podía usar su poder como antes (perdió toda su autoridad). Claro que Moro tampoco quería herirla, pero trató de darle una lección, para que aprendiera cómo hacer que su poder sólo se limite a controlar el caos y no a esparcirlo, sólo entonces iban a poder perdonarla y dejarla libre. Claro que eso no iba a ser inmediato, era muy terca y rebelde (era Caótica). Sólo Abladon podía perdonarla, ya que gracias a sus errores, él existe.

Pasó un tiempo antes de que tuvieran una rutina predeterminada que pudieran repetir. Durante el día, Kami iba a visitar la Tierra y sus seres queridos, de noche Abladon visitaba a sus padres. Mientras que los Sonadores vivían soñando, sus cuerpos físicos generalmente estaban en el palacio, pero sus almas de sueños viajaban por todas partes. Futuria también ayudaba a controlar a los jóvenes Soñadores, para que estos usen sus habilidades para el bien de ese mundo. Mientras tanto, el Atrapasueños del Eclipse estaba en un lugar secreto que sólo Kami Eclipsa Jason conocía.

Las cosas iban bien para todos ahí, lo que era bueno porque iba a ser así por toda la eternidad, pero no importaba, en ese Mundo el único límite era la imaginación. Incluso cuando el sol destruya la Tierra, o la vida que habita en ella lo haga por si sola, ese lugar quedaría intacto y listo para recibir más y más gente dispuesta a soñar. ¡Entonces sueña alto y no dejes que tu futuro quedé escrito en piedra!

FIN