Bajo un cielo ardiente, se encuentra un adolescente de 17, casi 18 años. Se llama Kaim. Este está en un acto cívico de su colegio, en el cual se les está dando la bienvenida a un nuevo año escolar, pero para Kaim, es el último antes de su graduación.
Liars: ¡Uff, qué calor! No sé cómo nos pueden pedir que estemos parados durante media hora mientras la directora habla bajo una sombra refrescante.
Kaim: ¡Cierto que sí! Ella en la sombra y nosotros bajo el sol, como si fuéramos lo peor.
Mientras estos dos amigos se quejan de la situación aparentemente injusta, la tierra comienza a temblar.
Kaim: ¡Un terremoto, al suelo!
Liars: Mmm... ¿no nos tirábamos al suelo en caso de disparos?
Kaim: Aa, verdad. —Tono sorprendido y un poco alto—
Directora: ¡Cálmense YA! Solo es un terremoto, no es para tanto.
Lo que no sabe la directora es...
Estrepitosamente, el cielo se abre dejando ver una multitud de seres bajando de este. Aquel cielo que era caliente y azul ya desaparecido, es reemplazado por un cielo lleno de nubes, el cual en el centro tiene un gran agujero, de donde descienden los seres antes mencionados.
Kaim: :o
Liars: ¿Kaim, no crees que deberíamos correr?
Multitud: ¡AHHHHH! Es el fin del mundo, ¡OMG!
Directora: Se calman, me hacen el favor. No son unos niños chiquitos para armar este alboroto.
Kaim: Tan estúpida... como si estuviéramos listos para una invasión alienígena.
¿¿¿???: Atención humanos, ahora todos ustedes serán conquistados. A partir de hoy, el 20/01/2025... serán controlados.
Kaim: ¡Noooo! Aún quería hacer muchas cosas... ir al mar, montar una montaña rusa, hacer cositas...
Liars: Creo que no es tiem—
La oración de Lars se ve interrumpida por el ser que dio el anuncio. Este ser, a pesar de la majestuosidad que expresa, se ve pobre: collares y brazaletes oxidados, aretes rotos, ropas sucias y rasgadas. Sin embargo, pese a todo esto, sigue viéndose riguroso y en buena forma física, como si nunca le hubiera faltado comida... solo riquezas.
Liars: Oye, Kaim... ¿no sientes que el aire... se siente pesado?
Kaim: Tienes razón... se siente como cuando estás en un sauna y no puedes respirar bien debido al vapor... pero sin lo caliente ni lo húmedo.
Directora: Cálmense, esto debe ser una broma para YouTube. Incluso puede ser la IA con sus avances tecnológicos.
Lo que la estúpida rectora no sabía... es que minutos después, el cielo se abriría, dándole paso al primer descenso de un dios en la historia.
¿¿¿???: Ahora, TODOS DENLE LA BIENVENIDA A MI QUERIDO DIOS... EÌM, el dios de la carencia.
Al momento en que el esbirro dijo esto, descendió al suelo empujando a la rectora de su podio con sombra, para después arrodillarse. El cielo comenzó a agrietarse como un vidrio bajo presión, para dar paso a una existencia que nunca debió pisar esta tierra. Mientras el cielo, que nunca se debió quebrar, se rompe, da vida al viejo dicho humano: “El cielo comenzó a caerse.”
Estudiante 1: ¡AYUDAAA, se me está cayendo el pelo!
Estudiante 2: ¡A LA MIERDA, ESTOY ENVEJECIENDO!
Kaim: ¿Liars, estás bien?
Liars: Mmm... no, solo es que ver a todos así me hace llorar... ¡AGHHH!
Kaim: ¡¿Qué está pasando?!
Kaim estaba confundido por lo que ocurría: una chica y sus joyas volviéndose polvo, el chico callado enojándose y golpeando a todos, sus amigos llorando y otros adelgazando. Pero para colmo... eso bajó.
¿¿¿???: ¡SILENCIO!
Después de esta simple palabra, todos dejaron de hablar. No por obediencia, respeto o curiosidad... desde sus instintos más primordiales, allí estaba grabado: MIEDO, un miedo por un depredador que les podía quitar la vida si así lo deseaba. Plasmando una escena que define perfectamente la frase: “La mejor manera de obediencia no es el respeto ni la confianza... es el miedo.”
Esbirro: Den la bienvenida a Eìm, EL DIOS DE LA CARENCIA.
Eìm: Ya puedes guardar silencio.
Esbirro: Sí, mi señor.
Eìm: HUMANOS, el mensaje es simple: servir o morir.
Kaim: Qué mierda... ¿cómo así? O sea, ¿si no servimos, nos morimos?
Liars: Creo que eso es lo que significa.
Eìm: Ahora, los que se arrodillen serán considerados esclavos. Los que no, ganado, y morirán. De igual forma, ambas decisiones son formas de servir.
Directora: ¡Malparido! Se arrodillará su madre. Ahora hágame el favor y se baj—
El sermón de la amada directora se vio interrumpido por el sonido de su cabeza explotando. Los estudiantes comenzaron a gritar y correr; uno a uno fueron muriendo, excepto los que decidieron dejar morir su dignidad... los que se arrodillaron.
Kaim estaba muy confundido como para hacer algo al respecto, pero por fortuna, su amigo lo tiró inmediatamente al suelo.
Liars: Sé que no eres inteligente, pero guarda silencio.
Kaim: Pero... bueno.
Cuando todos los estudiantes se vieron postrados, comenzaron a aparecer monstruos alrededor de ellos, evitando que escaparan. Eìm dio por hecha su mini conquista, pero antes de irse...
Eìm: Ya me debería ir... sin embargo, lo tengo que comprobar, aunque dudo encontrarlo.
El dios de la carencia alzó la mano como gesto de buscar algo... y, al parecer, lo encontró.
Kaim: ¡Cof! ¡Cof!
Liars: Deja de toser, o nos matará.
Kaim: ¡Cof! Lo sé, pero no puedo dejar de ¡Cof!
Kaim alza la cabeza para ver si el dios ya se ha ido, pero no lo ve. Este cree que se salvó, hasta que sintió una voz en su espalda.
Eìm: Al parecer no te puedes callar. Lo agarra del cuello.
Kaim: Perdón... no lo vuelvo a hacer. En tono de réplica.
Liars: ¡Suéltalo! Es que usted nunca se ha enfermado... ¡madure!
Un monstruo envuelve a Liars para después callarlo y postrarlo. Mientras tanto, el dios ve a Kaim cuidadosamente, para luego rasgarle la camisa y romperla. Todos los estudiantes veían esto y lo daban por muerto.
Kaim (mentalmente): Mierda, ya me morí. Ojalá mi madre y hermana estén bien y se salven de este supuesto dios. Al menos que me saque los órganos rápido ;(.
El dios Eìm pasa su mano por el pecho de Kaim, para luego bajar al ombligo, tapeando cuidadosamente cada parte, como si buscara algo. Inesperadamente, para el dios, las criaturas presentes y los estudiantes, este comienza a brillar. Aparece un tatuaje ondeado como las olas del mar y dorado como el sol de ese día, subiendo hacia el corazón de Kaim. Este mismo ve asustado lo que pasa, agitando su respiración y viendo la gran sonrisa de ese dios.
Kaim: Por favor... no me mate.
Eìm: Por fin te encontré.
Después de estas cuatro palabras entre los dos, el dios deja de agarrarlo por el cuello a Kaim para después besarlo de una forma necesitada... Después de todo, es el dios de la carencia y necesidad.
Comments (0)
See all