Capítulo 7: El Verdadero Renacimiento
Dicen que cuando el débil se cansa de las burlas y la humillación, ocurre algo que solo se ve en los mangas o los cómics: un renacimiento.
Un cambio tan profundo que borra al antiguo yo… para dar paso a una nueva fuerza.
7:00 AM.
El silencio cubre los suburbios, interrumpido solo por el canto de las aves y el suave murmullo del viento entre los árboles.
Hasta que una alarma rompe la calma.
Alex despierta sobresaltado, con el corazón latiendo a toda velocidad.
—Uff, qué susto… —murmura, frotándose los ojos—. Ese sueño fue raro…
Hace una pausa, recordando algo importante.
—Además, hoy llega la carta de ingreso… eso decidirá si entro o no a un grupo.
El recuerdo del sueño aún flota en su mente. No fue una pesadilla, pero tampoco un sueño normal. Solo un vacío infinito.
Alex flotaba en medio de la nada, rodeado por símbolos extraños —algunos como letras, otros imposibles de describir— brillando en distintos colores.
De pronto, aquellos símbolos giraron a su alrededor, irradiando una energía desconocida.
Y entonces, unos ojos blancos surgieron en la oscuridad, iluminando todo el vacío.
Una mirada que atravesó su alma… antes de que despertara sin recordar más.
De vuelta a la realidad, Alex observa la ventana.
Un sobre descansa allí, con su nombre escrito en tinta negra, sobre un papel de aspecto refinado.
Alex (leyendo en voz alta):
“Querido Alex:
Le escribe la Asociación de Grupos para informarle que sus habilidades destacaron entre los 60 mejores postulantes.
Lamentamos comunicarle que la mayoría de los grupos no aceptaron su invitación…”
Alex se queda en silencio unos segundos, con el sobre en las manos.
Luego sigue leyendo.
“…sin embargo, no fue por bajo desempeño.
Alguien, desde las sombras, lo escogió antes que nadie.
A partir de hoy, usted pertenece al Cuarto Grupo: Las Sombras.
Su entrenamiento iniciará hoy a las 6:00 PM. Le recomendamos estar preparado.”
Alex deja caer la carta, sorprendido.
—¿El grupo de las Sombras? —susurra, incrédulo—. ¡Esto es increíble! Realmente lo logré… Este será mi renacimiento.
Horas antes, con Isaac…
—Así que entraste a un grupo, ¿eh? —dice Isaac, apoyado en la pared—. Y nada menos que en Las Sombras.
Me intriga por qué te aceptaron. Allí son muy diferentes a lo que mostraste.
—Lo sé —responde Alex, pensativo—. De todos los grupos, era el último que esperaba.
Me pregunto qué tipo de entrenamiento tendrán…
Isaac lo mira con seriedad.
—No te confíes. Si mi entrenamiento fue duro, el suyo es un infierno.
Dicen que muchos abandonan antes de terminar… aunque nadie sabe mucho sobre ellos.
—¿Eh? ¿Cómo que nadie sabe mucho? —pregunta Alex, nervioso.
—Quién sabe —bromea Isaac, sonriendo—. Tal vez te estén esperando… o tal vez te estén poniendo a prueba.
—¡Eso suena genial! —dice Alex, con una mezcla de emoción y miedo.
6:00 PM.
El sol se oculta tras el horizonte cuando Alex llega al punto de encuentro: una vieja fábrica, limpia a pesar del abandono.
A su alrededor, el bosque murmura bajo el viento.
—¿Hola? —llama, dando unos pasos hacia adentro—. ¿Hay alguien aquí?
El eco de su voz se pierde entre los pasillos vacíos.
No hay nadie.
—¿Será el lugar equivocado? —murmura, girando para marcharse.
Pero antes de dar un paso más… siente una presencia detrás de él.
Un golpe preciso impacta en su cuello.
Todo se vuelve oscuro.
El cuerpo de Alex cae al suelo, y una figura encapuchada lo arrastra hacia la oscuridad del edificio.
¿Qué le espera al joven recluta de las Sombras?
¿Fue elegido… o engañado?
Continuará…

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