El aroma del café recién hecho llenaba la cocina, mezclándose con el sonido suave de la radio que Carmen insistía en encender cada mañana. Aitana servía dos tazas, una con leche y miel, la otra negra, como le gustaba a su abuela desde que tenía memoria.
—Hoy soñé con tu abuelo —dijo Carmen la abuela de Aitana , con voz rasposa pero firme
—Me llevaba a bailar, como antes, cuando no teníamos más que los pies y el cielo.
Aitana sonrió, aunque por dentro se encogía entre tristeza y recuerdos. Cada vez que Carmen hablaba del pasado, parecía más lejos del presente.
—¿Y bailaron? —preguntó, sentándose junto a ella.
—Claro que sí. Aunque en el sueño, tú estabas mirando. Y llorabas.
Aitana bajó la mirada. No sabía si era un sueño o una advertencia.
Después del desayuno, salió rumbo a la cafetería donde trabajaba medio turno. El pueblo era pequeño, y todos sabían que Aitana no se quedaba por gusto, sino por necesidad. Algunos la admiraban. Otros la compadecían. Nadie se atrevía a decirle que merecía más.
Mientras limpiaba una mesa junto a la ventana, lo vio. Elías. Entró sin mirar a nadie, como si el mundo fuera un ruido lejano. Se sentó en la esquina, pidió un café negro y sacó unos planos arrugados de su mochila.
—¿Arquitecto? —preguntó Lucía, la amiga de Aitana, que no perdía oportunidad de investigar.
—Algo así —respondió él, sin levantar la vista.
Aitana lo observó desde la barra. Había algo en él que la inquietaba. No era su silencio, ni su mirada. Era la forma en que parecía no encajar, como si estuviera buscando algo que no sabía cómo nombrar.
Cuando se acercó a llevarle el café, él la miró por primera vez.
—¿Tú conoces bien esa casa? —preguntó.
—La del acantilado. Sí. Mi abuela dice que guarda secretos.
—¿Y tú?
—Yo creo que guarda promesas rotas -dijo Aitana con un toque de tristeza 🥀
Él asintió, como si esa frase le doliera más de lo que debería.
Aitana volvió a la barra sin mirar atrás.
Pero algo en su pecho se había movido. Como si el invierno empezara a crujir.
Datos de los personajes
Carmen (la abuela de Aitana)
- Edad: 78 años
- Apariencia:
- Cabello blanco recogido, piel marcada por los años
- Voz rasposa pero firme
- Viste con ropa sencilla, de tonos cálidos
- Personalidad:
- Nostálgica, sabia, con una conexión espiritual con el pasado
- Cree en los sueños, en los símbolos, en lo que no se ve
- Tiene una relación profunda con la casa del acantilado
- Símbolos asociados:
El café negro,la radio encendida cada mañana, los recuerdos de su esposo
Lucía
- Edad aproximada: 18 años
- Apariencia:
- Cabello corto o recogido, rubio oscuro, con mechones sueltos que le dan un aire vivaz
- Ojos verdes o miel, brillantes, siempre atentos
- Suele vestir con ropa cómoda y moderna: blusas claras, jeans, delantales de cafetería, accesorios pequeños como collares o pulseras
- Su expresión es curiosa, con una sonrisa fácil y mirada directa
- Personalidad:
- Extrovertida, observadora, con un toque de sarcasmo encantador
- Le gusta saber lo que ocurre en el pueblo, pero no por chisme, sino por intuición
- Es leal a Aitana, aunque a veces la empuja a salir de su zona de confort
- Tiene una energía cálida, como quien siempre está lista para escuchar o intervenir
- Conflictos:
- Siente que el pueblo la limita, pero no sabe si quiere irse
- Intuye que Aitana guarda cosas que no dice, y eso la preocupa
- Tiene una historia personal con la cafetería, quizás heredada o ligada a alguien que ya no está
- Símbolos asociados:
- La cafetería como espacio de encuentro
- Las preguntas que nadie se atreve a hacer siente que tiene el deber de hacerlas
Los sueños de las personas que nos hacen falta son tristes Pero también nos recuerdan los momentos felices que vivimos con ellos , Aitana se dirige a la cafetería dónde trabaja con ese pensamiento detallado en su alma .
“A veces el amor llega cuando menos lo esperas. A veces, justo cuando el mundo parece derrumbarse.”
Aitana vive en un pequeño pueblo costero, cuidando a su abuela enferma, la única familia que le queda. Su vida gira en torno a turnos en la cafetería local, recetas caseras y noches en vela junto a la cama de su abuela.
Todo cambia cuando llega Elías, un joven arquitecto que busca restaurar una casa abandonada frente al mar. Lo que comienza como una amistad incómoda se transforma en un vínculo profundo, marcado por secretos, decisiones difíciles y una promesa que podría cambiarlo todo.
Comments (0)
See all