Mirarse al espejo y encontrar que uno se ve bien es algo que puede ser bastante complicado. Tan así que uno termina considerando que algo es sorprendente cuando debería ser una normalidad.
No digo que todos los días consideremos que somos hermosos, pero por último llevarnos bien y no querer romper el espejo de un puñetazo. Creo que eso es más amor propio que ponerse una prenda de moda.
Quizás no sea "amor" la palabra, sino "aceptación" y "buena convivencia".
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