Aquella noche cerramos casi a las cuatro de la mañana, cuando el cielo comenzaba a aclararse lentamente debido al sol que se asomaba por entre las montañas, nos habíamos detenido frente a un supermercado de 24 horas antes de ir a casa, por petición de Kilian, quien se entretuvo un buen rato comprando cosas que ni siquiera llegue a enterarme de que eran, ya que me había quedado afuera en medio de la calle esperándolo. Cuando salió del local, minutos más tarde, llevaba entre sus manos una bolsa repleta de cosas, solté un largo respingo ante semejante despilfarro de dinero por su parte. A pesar de la discusión ocurrida horas atrás, Kilian había vuelto a ser el mismo de siempre, todo lo contrario a mí, quien no lograba aun sacarme sus palabras de mi fuero intento, causando que me fuera cada vez más difícil ir a la par en la conversación, e incluso en mi comportamiento que parecía demasiado mecánico, como si fuese alguna clase de robot programado.
— ¿Qué dices si vemos el amanecer?
— Vale. — acepte encogiéndome de hombros, después de todo no tenía ni el más mínimo rastro de sueño o cansancio, gracias a que había prácticamente estado en la cama por todo el día anterior.
Me tomo de la mano sin siquiera darme el tiempo suficiente para rechistar, dado que me arrastro por la acera y me condujo emocionado hasta la terraza de nuestro edifico, en donde el al llegar me libero de su agarre para poder irse derechito al borde de ladrillos que rodeaba la azotea apartándonos levemente de caer a la nada, con algún paso en falso. Se subió con agilidad a esta última, y se sentó allí con una sonrisa brillante, me daba la espalda absolutamente relajado de estar a metros del suelo. Lo observe sintiendo como mi piel se erizaba ante el temor de que se fuera de bruces, pero el parecía no notar mi miedo, ya que seguía mirando los alrededores encantado con todo lo que se encontraban sus ojos desde esa altura.
— Deberías bajarte de ahí, puede ser peligroso. — comente caminando lentamente hasta donde se encontraba.
— Relájate, Luke. — se carcajeo entusiasmado como nunca antes, rebusco algo en la bolsa que llevaba entre las manos, de donde saco una lata de gaseosa que me ofreció con esa mirada que no sabría como describir, era una mescla entre cariño y tristeza, una que quizás era por mi actitud errática dese lo que habíamos hecho. — Ven, siéntate conmigo.
— Ni hablar. — farfulle tomando la bebida veloz como un rayo, comenzaba a sentir mi garganta reseca.
— Confía en mí.
Trague saliva ruidosamente, mientras con pasos temblorosos me aproximaba a él, acortando esa poca distancia que nos separaba entre la vida y la muerte, me senté con mi corazón desbocado a su lado intentando con todas mis fuerzas no mirar hacia abajo, pero fue algo inevitable, el sudor frio recorrió mi espalda, al ver las calles desoladas tan distantes del lugar en el que me hallaba, la respiración entrecortaba comenzaba a molestarme, definitivamente desde ese borde no me sentía para nada seguro, hasta que Kilian entrelazo nuestras manos sobresaltándome con el repentino acto.
— ¿Sabes porque a veces hago tantas cosas arriesgadas y absurdas?
— ¿Por qué eres bien pendejo? — murmure antes de respirar profundamente, ya que mi cabeza comenzaba a dar vueltas debido al vértigo.
— Te equivocas. — me corrigió sin borrar esa extraña felicidad en su expresión. — Estar al límite, con un pie entre la vida y la muerte, o entre lo correcto e incorrecto, hacer todo lo que se me da la gana, decir lo que realmente pienso sin tapujos; me hace sentir vivo, siento que puedo respirar sin problemas todo este aire puro, y que todo es grandioso a pesar de no ser de esta manera, si me contengo y no me arriesgo a lanzarme al vacío, siento que quedare con las ganas de lo que podría suceder, estaré durante meses pensado en ¿y si hubiera lo intentado? ¿y si hubiera hecho tal cosa? — susurro mirándome fijamente con sus ojos acaramelados hipnotizándome lentamente con su belleza. — No soy muy buen amigo de la curiosidad; ya que siempre quiero descubrirla; cueste lo que cueste.
— Entonces lo que sucedió anoche, es otra de tus ideas locas para sentirte vivo. — deduje con una sonrisa que me esforcé en sacar, mientras el dolor invadía mi sangre. Sin poderlo evitar tuve que apartar la mirada de su expresión compungida con mi conclusión, para dejarla vagar atormentada por el follaje a lo lejos de Salamdeul.
— No, Luke. — farfullo con su semblante demasiado serio para mi gusto, tomo mi rostro entre sus manos obligándome a verlo de frente, algo que definitivamente no deseaba, porque sabía muy bien que mi rostro comenzaría a teñirse de rojo ante la vergüenza ante sus palabras. — Lo que siento por ti ahorita, no se compara en nada a las sensaciones que he experimentado, tu eres lo único que repetiría sin cansancio, no solo por una prueba de si podría ser divertido, o no. De si me gusta o no, aunque realmente me gustas mucho. Pero, contigo las cosas son muy distintas.
Contuve el aliento al escucharlo, sentí en mi interior un montón de mariposas disparadas estrellándose con las paredes de mi vientre, produciéndome cosquillas con cada centímetro que se reducía entre los dos. Mordí mi labio inferior nervioso por la forma tan peculiar con la que me veía, analizándome sin timidez cada movimiento que hacía. Kilian me sonreía con ternura, provocando que mi sonrojo fuera en aumento, y fue la sensación aun peor cuando se inclinó sobre mí dispuesto a besarme, su nariz roso la mía suavemente, pero involuntariamente cuando estaban nuestros labios a punto de juntarse, volteé la cara en dirección al cielo que comenzaba a teñirse de naranja debido al intenso sol entre las montañas.
— Ya… Ya amaneció. — solté de sopetón obligándolo a apartarse a regaña dientes, Kilian asintió distante con su expresión afligida, pero aun en semejante situación tan incómoda mantenía como todo un profesional esa deslumbrante sonrisa que me aceleraba el corazón cada vez que la veía. Me sentía un verdadero idiota por desaprovechar la oportunidad que me brindaba, pero necesitaba un poco de tiempo para comprender lo que realmente sentía por él, quería estar solo dialogando conmigo mismo sobre ello, y tener un acercamiento de ese tipo no me ayudaría en nada.
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