Terminaron de comprar todo lo que necesitaba Axcel para sus clases por lo que iban de regreso a sus casas, vivían extremadamente cerca así que siempre iban por el mismo camino.

Pero a Austin le estaba molestando el silencio incómodo entre ellos así que juntó toda su valentía para preguntar la razón.

- Amm.. Axcel, ¿pasó algo? ¿hice algo para molestarte?

- ¡! No, ¿por qué?

- bueno... se siente un poco extraño el ambiente.

-... Pues, en realidad hay algo, pero... Lo siento estoy algo confundido.

- Tranquilo puedes decirme lo que sea después de todo somos mejores amigos.

Austin puso su mano en el hombro de Axcel, pero se estremeció solo con su toque por lo que se alejó instantáneamente por instinto.

Pero en ese momento pasaron junto a una tienda, y Axcel se apresuró y se pegó en la ventana como si fuera un niño emocionado en una tienda de juguetes. Pero aun así Austin notó ese extraño comportamiento.

Austin se acercó para ver qué cosa era lo que lo tenía todo emocionado. Y era una camiseta autografiada de Mess. A Axcel le encantaba el futbol y él era su ídolo y ejemplo a seguir ya que a pesar de sus dificultades ahora es considerado el mejor jugador del mundo.

-¡Oh dios!, jamás creí encontrar una camiseta con su autógrafo.

Austin al mirarlo le pareció ver a un tierno perrito moviendo la cola. Intentaba desesperadamente contener su risa, pero Axcel ni lo notó.