Austin quiso escapar de la realidad por eso salió corriendo; no tenía un destino en particular por lo que solo siguió recto. Hasta que se cansó de correr y llegó a un solitario parque.

Se sentó en el columpio no podía hacer nada más que llorar, estaba frustrado consigo mismo porque fue su culpa que su amistad terminara; además su despecho aumentó cuando Axcel no lo persiguió ni hizo nada para detenerlo.

-Oh, tenemos aquí un chico llorando, pobrecito. ¿Tu novia te rompió el corazón?

No se dio cuenta, pero tres chicos habían llegado al parque, y se acercaron a Austin querían molestarlo por verlo tan indefenso. Pero esa frase lo hizo enojar ya no lloraba de tristeza estaba enfurecido.

-...

Decir algo para defenderse, le fue imposible.

-Ah, o sea que estaba en lo correcto. Jajaja.

-No es tu incumbencia, ¿puedes irte?, no tengo ganas de hablarte.

Mientras los otros dos rodeaban a Austin, este chico se acercaba cada vez más a él.

-Mph, igual no me interesa, nosotros solo queremos dinero dame lo que tienes y te dejaremos tranquilo.

-Tch... Lo único que tengo es un billete nada más.

-¿Crees que estaremos satisfechos con eso?. Chicos golpéenlo.

Austin era demasiado débil; por lo que recibió la paliza casi sin defenderse. En realidad, mientras lo pateaban pensaba que merecía eso por haber engañado y mentido a Axcel.