Empezó por Dimitri, el ruso ocupaba la habitación que estaba frente al lavabo, junto a la suya eran las dos únicas que tenían vistas al edificio donde Vinilo sería asesinado.
Entró y se encontró a Dimitri sacando brillo a un cuchillo con grabados sentado ante la ventana. Este percibió su presencia, pero no se movió ni un ápice. Simplemente dijo:
- Señor Gun, ¿Le puedo llamar así? – preguntó -. Sabe que es de mala educación no avisa antes de entrar a la habitación de otro, ¿No?
- Lo sé Slash. Pero me gusta más que fuera de la operación me llames Lorenzo.
- Entonces Lorenzo llámame Dimitri. ¿A qué debo su presencia?
Lorenzo jamás había oído hablar a un ruso con tanta clase y un español tan claro y anonadado no respondió.
- Le he hecho una pregunta Lorenzo, no quiero ser maleducado, pero si no responde le pediré que se marche educadamente.
- He venido a charlar y conocer mejor a mi compañero conductor en este trabajo.
- Haber empezado por ahí – dijo tras una risa – no hablaba tan repipi desde que iba al colegio.
De golpe cambió totalmente la situación, de parecer un educado y estirado hombre pasó a ser como ese compañero de clase que solo está ahí para hacer bromas.
- Perdóname, ¿Pero porque me hablabas así? – preguntó Lorenzo un tanto confuso.
- El gabacho, esa nenaza me pidió que tratara de pasar por una persona normal y educada por si necesitaba hacerme pasar por el chofer de alguien durante esta semana. Algo que va totalmente en contra de mi ser – dijo tras una risotada que Lorenzo sintió como un vendaval.
- Empezare de nuevo pues, me llamo Lorenzo y he oído que eres un conductor de primera – dijo mientras alargaba la mano para estrechársela.
- Yo soy Dimitri, y también he oído maravillas de ti, ¿Es cierto aquello de que lograste acabar con dos asesinos en serie americanos de una sola bala? – Preguntó con los ojos muy abiertos.
- No es verdad, son leyendas que mi amigo Niel exagera para conseguir trabajo, yo estoy en contra, pero él hace lo que le sale de las narices.
- Bueno, seguiré aquí hasta las dos limpiando y afilando mi cuchillo… Eso… Eso ha sonado fatal – se rio de su propia broma durante unos segundos y continuó acariciando el arma con una gamuza.
- Si me necesitas para cualquier cosa dame un toque, estoy en esta habitación – sonó igual de mal, pero Lorenzo se escabulló por la puerta antes de que Dimitri lo comentara. La cerró tras de sí y se dirigió a la de Gaspar.
Esta vez picó a la puerta tres veces, al tercer golpe una chica con un curioso acento francés le abrió. No aparentaba más de 19 años y por sus ojos parecía ser hija de Gaspar, eran idénticos a los suyos - Debes de ser Gun, Gaspar ha salido a buscar unas pinturas que encargó para sus futuros disfraces – tras esto abrió la puerta y con un movimiento de muñeca le invitó a entrar en la habitación.
- ¿Eres la hija de Gaspar?
- No.
- ¿Su secretaria tal vez?
- Tampoco.
- ¿Quién demonios eres entonces?
Una sonrisa pícara, como la de un niño haciendo una broma, apareció en sus labios. Se agarró el pelo y tiró hacia arriba, la calva de Gaspar apareció debajo. Con un tirón se arrancó la nariz falsa y las prótesis que llevaba, se podía ver la diferencia de color en aquellos lugares donde estaban colocadas, como manchas de piel más oscura y arrugada.
- Has caído en mi trampa – dijo entre carcajadas.
- Buen truco – admitió Lorenzo asombrado por las capacidades de Gaspar.
- ¿Para qué me necesitabas Gun?
- Solo venía a presentarme y a pedirte que me llames Lorenzo, hasta el día de la Operación Vinilo.
- Entonces muchacho, llámame Gaspar. Y si necesitas alguna caracterización para tu actuación el próximo lunes, avísame con tiempo y detállame que necesitas.
- ¿Tienes algo en mente para infiltrarte en el edificio?
- Sí, he fichado a un trabajador que empieza las vacaciones mañana. Casualmente ha conseguido un viaje a París que durara hasta el martes de la semana que viene en un sorteo telefónico. En el que puede que yo haya tenido algo que ver. Durante esta semana me hare pasar por él con la excusa que el viaje ha sido cancelado, usare esas gafas que hay en la mesa – señalo unas gafas de pasta gruesas– en el medio del puente tienen una cámara y un micrófono. El trabajador que voy a suplantar es técnico en ese edificio, cada vez que algo se tiene que arreglar él se encarga. Conseguiré planos y la posición de las cámaras. Además pinchare los teléfonos y colocaré micro-cámaras en los puntos importantes.
- Impresionante, ¿Y lo de Dimitri haciendo de chofer?
- Eso amigo mío, es una broma que decidí gastarle, pero puede acabar siendo de lo más útil.
- Te dejo en paz con tus maquillajes y tus herramientas, si necesitas algo avísame.
- Igualmente monami.
Salió de la habitación cerrando la puerta y se dirigió a la zona femenina. De camino no dejaba de pensar que aquellos profesionales, se comportaban como críos. Supuso que al fin y al cabo, los sicarios y la gente que colabora con estos, también son personas. Y como personas normales, tenían ratos para estar serios y sus momentos para evadirse de la realidad. Antes de traspasar la puerta que unía ambas habitaciones, picó avisando que iba a entrar. Tras unos segundos, oyó unos pasos que se acercaron a la puerta y Rose abrió.
- ¿Necesitas algo? – preguntó ella.
- Si – mintió -. Vengo a hablar con Izaskun sobre el objetivo.
- Ha salido, estamos solos. Volverá a la una y media aproximadamente – dijo mientras que con la mano le invitó a pasar.
- ¿Ha salido a buscar información tal vez?
- Exacto. ¿Para el día de hoy tienes algún plan tú?
- De momento, me quiero presentar al equipo, y esta tarde analizaré la zona. Buscaré zonas por las que desaparecer, me mimetizare con el sitio y compraré ropa para pasar desapercibido como un turista italiano toda la semana.
- Muy profesional. Como ya sabes, nuestro cliente paga todo lo necesario para que se cumpla el plan. Y te aseguro que le sale el dinero por las orejas.
- Cambiando de tema, ¿Tienes algún nombre, Rose?
- Tal vez lo tenga, ¿Porque lo quieres saber?
- Simple y vana curiosidad.
- La curiosidad mató al gato, asesino. Por cuestiones de seguridad, no doy mi nombre nunca. Solo estoy aquí para coordinar el asesinato de Josep, así que para todos seguiré siendo Rose.
- Entendido, pero a mí me puedes llamar Lorenzo.
- Tengo cosas que hacer Lorenzo, me retiro a mi cuarto. Puedes quedarte por aquí esperando a Izaskun, pero por tu bien y el mío, ni se te ocurra cruzar el umbral de mi cuarto.
Tras esto, dio media vuelta y desapareció por el pasillo. Entonces Lorenzo volvió a su cuarto, el reloj marcaba la una. Sacó su teléfono móvil y escribió a Niel.
- Niel, necesito un favor.
- De que se trata compañero – contestó pasados unos segundos.
- Busca toda la información que puedas de Rose y de nuestro cliente por favor.
- Entendido, ¿Algo más?
- Si, búscame todas las bandas o mafias de Barcelona y envíame la información de estas, podrían ser de ayuda si les hago algún favor.
- Recibido, cuando tenga noticias te avisare.
- Cuídate hermano.
- Igualmente.
Bloqueó el teléfono y se lo guardó en el bolsillo. Volvió a la habitación de las mujeres y espero a la una y media. Como si se tratara de un reloj, Izaskun entró en el momento exacto que daba la media el reloj de Lorenzo. Este impresionado por su puntualidad, se levantó e inició la conversación.
- Encantado Dizzy, soy Lorenzo, antes no me he podido presentar correctamente.
- Hostia, encantada, llámame Izaskun si quieres. ¿Qué haces por aquí?
- Venía a presentarme y a preguntar qué sabías sobre nuestro objetivo.
- De momento mis contactos no tienen información sobre el sujeto. Mañana tengo una reunión con uno de mis mejores informadores, si quieres te puedes venir. Si soy sincera, es una reunión en un lugar peligroso y si me acompaña alguien capaz de defenderme, me aseguraría la jugada.
- ¿A qué hora y donde será?
- A las once y media de la noche en La Mina. La Mina es un barrio poblado mayoritariamente por gitanos. Antiguamente tenía mala fama, pero con los años esta se fue desvaneciendo hasta incorporarse como un barrio más en la ciudad. Hasta que llegaron Los Hermanos García.
- ¿Los Hermanos García?
- Si, Los Hermanos García son una mafia dedicada al narcotráfico y el tráfico de personas en toda la zona norte de España.
- Entonces Vinilo está relacionado con esta, ¿No?
- Correcto. Ahí está lo más peligroso del asunto, si se enteran de que vamos tras su cabeza, la operación se irá al garete. Y antes de que lo preguntes, he quedado allí porque mi contacto está en la banda e ir allí es la única forma de que él no levante sospecha alguna. ¿Me acompañaras?
- Supongo que es parte del trabajo, así que no me puedo negar. ¿Podré llevar armas?
- Ese es uno de los problemas, los Hermanos controlan la zona y han sobornado a la policía para que haga la vista gorda. Tienen vigilantes en las entradas al barrio que se aseguran que nadie ajeno a la banda entre armado. Pero puedo intentar que mi contacto nos consiga algo una vez dentro. Mañana te daré más información.
Rose apareció por el pasillo y al ver a los dos hablando en la sala principal, se acercó.
- Son casi las dos, Dimitri y Gaspar ya están abajo, ¿Bajamos juntos?
- Vale – dijeron Lorenzo e Izaskun Al unísono, se miraron sorprendidos por la sincronización y se rieron.
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