De milagro había sobrevivido, gracias a su experiencia y sangre fría había salido ileso. Solo los dos muertos habían visto su cara. Además de que Izaskun y Kane estaban a salvo. Huyó y se metió en una tienda de vestuario masculino, una vez seguro en un probador, cerró el pestillo y llamó a Izaskun.
- ¿Lorenzo? – dijo la voz de Izaskun sin esconder su miedo.
- Si pequeña, soy yo, todo ha salido bien.
- ¿Qué ha salido bien? Ya verás cuando te coja idiota. Te van a dar cien vueltas las orejas del bofetón.
- ¿Sabe algo Rose?
- No, le he dicho que estas fuera por asuntos propios.
- ¿Podrías pedir a Dimitri que me recoja?
- Claro, ¿Dónde estás?
- Le mando mi localización al móvil, si viene hazme una perdida, si no viene no me llames en los próximos diez minutos.
- Entendido.
Cortó la llamada y envió su localización a Dimitri e Izaskun. Al cabo de unos minutos sonó el móvil confirmando que iría a por él.
Como Lorenzo se había manchado de sangre, compró una chaqueta ante la mirada de sorpresa de la cajera.
- Un parto que ha habido en el piso de delante – mintió – no entiendo esa moda de parir en casa. En fin que me ha manchado el bebé al salir porque he sido yo el que se ha asegurado de que estaba bien y sano.
- Entiendo – dijo la cajera con admiración.
- ¿Y es usted medico?
- Solo diré que en cierto modo, arranco los canceres de esta sociedad.
Pagó y dejó a la dependienta con la palabra en la boca. Una vez fuera esperó. Al cabo de una hora Dimitri llegó con un coche distinto al del día anterior. Lorenzo subió y se sentó en el lado del copiloto.
- Cada día un coche nuevo.
- Ayuda a ir de incognito, tengo siete más en los alrededores del hotel.
- Eso está bien, es muy profesional.
- ¿Qué tal si hablamos un poco de lo de anoche? – dijo cambiando de rumbo la conversación.
- Estamos en periodo de pruebas.
- ¿Nada más que contar?
- No.
- ¿Seguro? Porque ayer por la tarde oí mucho ruido.
- Que cotillas sois… Mira para la carretera anda.
- Ahora que me fijo, ¿Estas sangrando?
- No es mía.
- ¿Ya has matado a alguien?
- Fue necesario.
- No te juzgo, pero que ha pasado.
- Ya lo contaré – Lorenzo no tenía ganas de hablar y siguió esquivando preguntas hasta el mismo momento que llegaron al hotel. Al entrar al piso de los hombres llovieron más preguntas de Rose, pero él las esquivó con un simple.
- Después de ducharme responderé lo que quieras, y tú me responderás lo que yo quiera, ahora déjame limpiarme bien – dijo señalando la sangre seca sobre su camisa y su piel.
Ella lo entendió y le dejó en paz.
Se metió en la ducha y dejó que el agua acariciara su cara, estaba fría, pero le ayudaba a pensar con claridad. Había actuado bien, pero demasiado impulsivamente. Había puesto en peligro a Izaskun y la misión por salvar a alguien, no era normal, un sicario roba vidas o las venga, pero no las salva, no directamente. Esta vez la suerte había estado de su lado como otras muchas, pero debería pensar antes de actuar. No se sentía mal, simplemente estaba abrumado por lo sucedido y de mal humor. Estuvo en silencio unos diez minutos más, el agua corría cada vez más fría y él era incapaz de salir de su interior. Cuando su espíritu se serenó, se limpió bien los restos de sangre y se vistió. La ropa sucia la metió en una bolsa, ya se desharía de ella más tarde.
Salió del lavabo y eran las dos y media. Todos estaban sentados en la mesa de su sala común. No habían comido y al parecer tampoco habían pedido nada.
- Lorenzo, empezaremos hablando de ti – dijo Rose.
- Me vale.
- ¿Que has hecho hoy? – Preguntó la misma.
- Pues María, tras salir de aquella habitación, yo e Izaskun hemos ido a dar una vuelta al edificio donde el objetivo será ejecutado.
- ¿María? – preguntó Dimitri.
- Luego hablaremos de eso – dijo Rose – prosigue Lorenzo.
- Lo que decía, Niel borró toda imagen nuestra en las cámaras. Investigamos el edificio y luego miramos en el parquin. Allí había unos furgones, en uno de ellos se oían ruidos así que con precaución lo abrimos. Dentro estaba Doraemon
- Vaya nombre más ridículo – dijo Gaspar.
- En realidad se llama Eric, era nuestro contacto en la Mina. Estaba infiltrado en los Hermanos pero fue pillado e iba a ser utilizado para hacer un trueque entre los Hermanos y Kane.
- Entonces - tomó la palabra Izaskun – Doraemon nos explicó que todo era una trampa para matar al señor Kane. No había tiempo que perder, la muerte de Kane podría afectar a nuestros planes. De modo que fuimos al lugar donde se hacía el intercambio de rehenes. Llegaron los Hermanos y empezaron a disparar. Lorenzo se quedó para que no siguieran a Kane, y Kane junto al rehén, Doraemon, sus hombres y yo huimos. A partir de ahí ya no se más.
- Básicamente – dijo Lorenzo – maté a dos Hermanos y huí de la plaza. Ahora si no hay más preguntas, te toca María.
- María es Rose – dijo Dimitri convencido.
- Muy inteligente grandullón – dijo Izaskun con tono irónico - dejando lo obvio de lado, ¿Quién eres tú? – señaló a Rose.
- Mi nombre es Rosa María García Casabona, soy la hija de Josep Liñán.
Todos quedaron mudos al oírlo.
- No tiene gracia esa broma – dijo Dimitri forzando una sonrisa nerviosa.
- No miento, soy su única hija.
- ¿Eres tu quien nos paga? – preguntó Izaskun.
- Si, mediante una cuenta privada del banco de mi padre, para eso necesitaba a Julián – señaló a la puerta y apareció Julián por ella con una silla.
- Con permiso – dijo al entrar, se sentó en la mesa redonda y comenzó a presentarse – me llamo Julián Llacs, soy un hacker experimentado. He sido el que ha borrado las huellas digitales de María y ha ocultado toda su información. Además de buscarle vuestros historiales.
- Eres el Niel de María, por decirlo rápido.
- ¿Conoces a Niel? – preguntó él.
- ¿Qué tal si dejáis para otro momento ese tema? – cortó Izaskun.
- Mejor será – dijo Julián algo cabizbajo.
- ¿Por qué quieres matar a tu propio padre?
- Simple, es un corrupto y se dedica a hacer daño a la gente.
- No me parece suficiente para contratar a tanta gente y gastar tanto. ¿Nos ocultas algo?
- No.
- Si no nos dices la verdad, no podremos seguir con esto.
- Ese bastardo… mató a mi madre – dijo mientras lágrimas asomaban sus ojos – la maltrataba cuando yo era pequeña, yo fui testigo de eso muchas ocasiones y a veces la oía sollozar en mitad de la noche. Un día se le fue la mano y la hizo caer de espaldas con tan mala suerte que se golpeó con un mueble y se desnucó.
- ¿Por qué no lo arrestaron ni hay constancia de ello? – preguntó Lorenzo.
- Simplemente porque cuando eres alguien respetado por la sociedad ya sea por un cargo o por el dinero que posees, eres capaz de manipular hasta al más poderoso de la policía. En la autopsia se estipuló que la muerte fue un accidente doméstico.
- ¿En ese momento huiste al extranjero? – preguntó Izaskun.
- Eso fue cuatro años después, mi padre se volvió a casar y tuvo dos hijos. Yo tenía diez años cuando nacieron.
- Los Hermanos García… Sotocapos de la mafia – dijo Lorenzo.
- Correcto. Son gemelos y nos llevamos unos diez años y medio, ahora rondan los 26. Nacieron en el seno de la mafia y aunque son mestizos entre catalanes y alemanes, se les puede confundir con gente de aquí, siempre se parecieron más a mi padre.
- Y debo suponer que Julián borra todos los traspasos de dinero desde tu cuenta a las nuestras – dedujo Gaspar.
- Correcto. Hay algo más que quiero que sepáis, si acabáis con mi padre, mis hermanastros serán ambos capos de la mafia. Mi padre es alguien cruel cuando está al mando, pero esos dos, tras tantos años metidos en ese mundo serán peores.
- ¿Lo dices por mí? – preguntó Lorenzo.
- Especialmente sí. Yo de ti los descabezaría antes que a Vinilo, porque si pasan a ser capos de la mafia, las consecuencias podrían ser catastróficas. Barcelona sufriría una guerra callejera tremenda entre ellos y los Kane.
- Estamos bien jodidos pues – respondió Lorenzo.
- Bueno, de ese modo os aseguráis la colaboración de Kane, quieras o no sales ganando.
- ¿Qué plan tenemos para matarlos? – dijo Izaskun.
- Se esconden en La Mina, como la última vez no creo que podamos entrar…
- ¿Y si entremos como lo hicieron los Kane aquella vez? – dijo Izaskun.
- ¿En plan kamikaze?
- Si, pero que el kamikaze sea un señuelo para distraer la atención. Entonces Lorenzo entra a escondidas y se los carga, sale rápido y huimos.
- Suena bien, pero ¿Quién será el loco que haga de kamikaze? – preguntó Gaspar.
- Yo – se levantó Dimitri – pero necesitaré un coche que aguante un tiroteo.
- ¿Lo puedes conseguir? – preguntó Rose.
- Si, pero me llegaría en una semana mínimo.
- Lo necesitamos ya.
- ¿Y si lo robamos? – propuso Rose.
- Seria una solución supongo, pero ¿A quién y cómo?
- El banco tenía varios en el parquin, podríamos coger uno. No había seguridad ni cámaras – propuso Izaskun.
- Pero tras salvar a Eric, seguro que alguien está vigilando ahí abajo…
- Cierto. No podemos arriesgarnos tanto.
- ¿Y si hacemos un espectáculo en la calle y robamos un furgón policial? – dijo Dimitri muy convencido.
- ¿Qué clase de espectáculo Dimitri?
- Un aviso falso de bomba en un sitio importante, hacerles ir a algún sitio y robar el furgón, tras esto lo llevamos a un sitio seguro y cambiamos matricula y una capa de pintura, ¿Qué podría salir mal?
- Todo – dijo Rose muy molesta – sabrán quien ha llamado y nos cogerán.
- A no ser que llamemos desde un sitio indetectable o donde nadie pueda saber quien llamó – dijo Gaspar.
- ¿Y dónde hay un sitio así? – preguntó Rose.
- Niel – respondió Lorenzo – dadme unos minutos.
Lorenzo salió de la sala y buscó su portátil, al volver Julián no estaba. De camino avisó a Niel de lo que necesitaban.
- Julián dijo que no quería que Niel le viera, al parecer le da vergüenza – respondió Rose.
Colocó el portátil sobre la mesa y tras unos segundos Niel apareció en pantalla.
- Saludos – dijo Niel – Lorenzo ya me ha puesto al corriente de lo que necesitáis, como ya sabréis las llamadas hoy en día se hacen vía satélite, los satélites llegan a casi cualquier lugar del mundo, y registran desde donde se hace la llamada. De manera que es imposible que no sepan desde donde se hace la llamada, pero esto tiene una debilidad, si la misma llamada se hace desde diferentes lugares no sabrán cual es el verdadero y no os detectaran tan fácilmente. Lo que os propongo es una especie de virus informático que hace que los teléfonos de una zona manden la misma señal telefónica. De esa manera despistareis la atención a una zona, pero tras la llamada tendréis que salir volando de esa zona. ¿Cuándo pensáis hacer la llamada?
- Mañana viernes, si tienes el virus preparado.
- Entendido, me pongo ya a ello, hasta mañana – dijo mientras desaparecía del monitor y cortaba la videollamada.
- Ese cabo ya está bien atado, ¿Dónde la bomba?
Un fuerte gruñido interrumpió la charla. Era el estómago de Dimitri.
- Que tal si lo hablamos después de comer, estoy hambriento.
Todos se rieron de la situación y aceptaron de buen agrado la idea.
Comments (0)
See all