Cerraron la puerta con llave y la pasaron por debajo de la puerta.
Lorenzo se encargaba de ir el primero vigilando el frente y de la retaguardia Izaskun. Llegaron al portal, había dos de los Hermanos acribillados a balazos. No necesitarían más esas armas de modo que Lorenzo recargó una y se la quedó.
Se movían pegados a la pared y evitando hacer el mínimo ruido, al girar la esquina, ante sus ojos apareció de espaldas un Hermano apuntando a uno de los Kane de rodillas. Lo estaba a punto de ejecutar.
No pensó, simplemente apuntó y dejó que la bala atravesara el hombro derecho del criminal. Este sorprendido y aturdido cayó hacia adelante, pero no tuvo tiempo ni de gritar, puesto que el hombre de rodillas aprovechó el descuido para taparle la boca y mediante una llave en el cuello se lo rompió.
Miró a sus salvadores y les hizo una seña para que lo siguieran mientras que con la otra mano recogía el arma del difunto. Había salido bien la jugada, ese hombre les debía la vida y eso abría un camino hacia los Kane.
Empezaron a correr, parando en las esquinas para echar un ojo. Lorenzo al ver que Izaskun se quedaba rezagada, le dio una de las pistolas al integrante de Kane y la cogió del brazo. De esa manera y con mucho cuidado, lograron salir de la mina por donde habían entrado.
Se alejaron lo suficiente para asegurarse de que no había peligro y llamaron a Dimitri. Mientras este iba a recogerles, el extraño de la familia Kane rompió el silencio.
- Gracias, me habéis salvado. Espero que mis compañeros hayan corrido la misma suerte. Me llamo Francisco, soy de una banda rival, los Kane…
- Ya conocemos tu banda – interrumpió Izaskun – también conocemos a Doraemon, somos… amigos diría yo.
- En realidad se llama Eric, Doraemon es el mote que le pusieron en los Hermanos cuando lo infiltramos hace un tiempo.
- Iré al grano, necesito que mandes un mensaje a tu jefe. Dile que me llamo Gun y que tengo en mente matar a Josep Liñán el próximo lunes, como ya sabrás es el padre y capo de los Hermanos García. Explícale que te hemos salvado y que tal vez su ayuda sea clave en nuestro plan. En el caso que le interese, que se ponga en contacto con Doraemon y nos dé una respuesta, en caso contrario supongo que lo tendremos que hacer solos.
- Entendido, Gun, esta misma noche se lo comunicaré, tal vez sea el paso final para acabar con ellos. Pero yo os debo mi vida, diga lo que diga mi jefe, si me necesitáis pedid mi número a Eric.
Tras esto, se adentró en un oscuro callejón y a medida que se alejó fue haciéndose más borroso hasta ser completamente invisible.
No pasaron más de unos minutos hasta que Dimitri dobló la esquina a toda prisa, ambos subieron a la parte de atrás del coche y se dirigieron al hotel directos. Era la una y media de la madrugada y aquel había sido un día agotador, solo querían tumbarse y dormir, y si se acordaban al día siguiente, ya contarían lo ocurrido en La Mina.
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