Livius arropaba a Chisa. Su cuerpo parecía diminuto en seméjate cama, pues casi parecía que pudieran dormir diez personas adultas una al lado de la otra. El muchacho acercó una de las sillas, que había en la habitación, a la cabecera de la cama.
- Me cuentas la historia- dijo agarrando la manga de su hermano.
- Esta bien, veamos si me acuerdo, no te aseguro que sea así- dijo mientras pasaba suavemente su mano entre los mechones de pelo caoba de su hermana.
Ella asintió y se acomodó.
-No sé si fue en la época de Evillious, el conquistador o con el siguiente rey… Lo que sí, es que la construyeron entre varios Cadenzas. Entre ellas estaban Mian, Rush y Miyu, que fueron los mejores guerreros de aquella época, eran peligrosos incluso sin usar sus Navy. Ouga fue construida como lugar de reposo y descanso para los Cadenza y sus Navy. Por aquella época abundaban, porque tanto los dragones como otros seres estaban más visibles. Bueno, la primera en construirse fue la de Ulfa cercana a la capital del reino y después se construyó Ouga cerca de la segunda capital del reino. Cada capital está en la otra punta del reino, así que la construcción de estas torres permitía tener ya personas por las cercanías por si había algún problema. Las torres se mantuvieron durante mucho, mucho, mucho tiempo. Aunque hay gente que dice que para cuando apareció el legendario guerrero Rouen, las torres ya habían sido destruidas en la guerra de los veinte años. Con el paso del tiempo leyendas e historias raras se formaron alrededor de las torres. Ahora no me acuerdo de ninguna de las que decían, y mira que había algunas muy espectaculares, pero ahora no caigo…- se lamentaba Livius intentando recordar.
-Está bien- dijo Chisa dando un pequeño bostezo- ¿Y cómo es que hay reyes?
Livius quedó sorprendido con la pregunta, pues no sabía cómo responderla.
- Por nuestra curiosidad por los dragones y otros seres- dijo una voz femenina mientras se abría la puerta.- Pensé que ya estabais durmiendo.
Una joven, alta y delgada mujer, vestida con un simple vestido blanco de gasa y con un candelabro en la mano, había entrado dejando lo encima de la mesa.
-¿Quién eres?- se adelantó Chisa en preguntar.
-Soy el fantasma de los espíritus de las niñas malas que no se duermen, buuu- dijo mientras se acercaba a la cama alzando las manos. Entonces empezó a reír gentilmente.
-No, enserio- dijo Chisa haciendo pucheros.
-Soy Aoba, la mujer de Ortus.
Los hermanos sorprendidos se miraron y luego la miraron a ella. Aoba volvió a reír gentilmente.
-Si lo sé, no lo aparento, pero tengo su misma edad. Pero dejemos eso de lado.
Ahora Chisa se había despejado de todo sueño y le pedía a la mujer que si sabía que respondiera a su pregunta.
- Esta ocurrió hace mucho, mucho tiempo, antes de haber reyes pero después de la pelea de Magarab y Garuda. Sabéis quienes son ¿no?
Los jóvenes asintieron recordando la historia contada por el cuentacuentos.
- Bien pues, después de esa feroz pelea, las personas pensaban que ya podrían vivir con tranquilidad, pero no fue así, los que vivían en la zona sur se veían asediados por los Rocs y los de la zona norte eran devorados por los dragones. Bueno, también había más razones para el descontento de las personas a parte de los seres. Pero fueron los dragones y los Rocs los que pagaron la ira de los hombres, que empezaron a cazarlos y atacar sus nidos. Pero venga, que nos desviamos. En un pueblo de montaña, de los que cultivan y cazan para su propia manutención familiar, un chico pasó su niñez y juventud viendo como las personas cazaban dragones y destruían nidos. Pero claro, los dragones cazaban sus animales y destruían sus cultivos, así que no veían el problema de vengarse. Un día le enviaron a él allí, los adultos perseguían a un dragón, mientras dejaban a la cría malherida para que el chico la rematara.- dijo mientras alzaba las manos como si fuera ella quien tuviera una espada en mano. Chisa y Livius la miraban expectantes. Entonces las bajo de golpe y parando en seco dijo- pero no lo hizo. Simplemente la dejó allí. Mientras se dirigía de nuevo a su pueblo pudo ver humo en su dirección. Al llegar ya no quedaba nada del pueblo, todo estaba sumido en cenizas y llamas. El dragón causante de la masacre y destrucción, agonizaba en mitad de las llamas y los escombros. Con las alas atravesadas y lanzas y espadas clavadas, se arrastró hasta el chico, quien paralizado por el miedo no escapo. Ver aquel ser agonizar y retorcerse delante de sus ojos por fin se dio cuenta del daño que se producían mutuamente las personas y los dragones. Aquel ser dio un fuerte rugido, que fue contestado a la lejanía por uno mucho más débil. Una menguante sonrisa apareció en las fauces del dragón mientras cerraba sus ojos llorosos frente al chico que no pudo con la presión del momento y se desmayó. Al despertar todo estaba igual de desolado, sin ningún cambio. Por lo que volvió en busca de la cría de dragón, y la encontró en el mismo sitio donde la dejó, ahora lágrimas corrían por sus ojos de reptil. El muchacho alargó la mano y el dragón correspondió. Bueno, la verdad que con esto, también os he explicado el origen del primer Cadenza y el primer Navy. El muchacho se cambió el nombre cuando se marchó de esas montañas, pronto se le empezó a conocer como Zeyer, el pacifista, el que gobierna o el primer Cadenza y su Navy un dragón verde amarronado llamado Opast, que aparte de ser el primer Navy, el primero en compartir sus conocimientos con las personas, también fue el primer dragón en ir a los dominios de los Rocs, después de su división.
Chisa y Livius escuchaban con gran atención.
- ¿Y cómo consiguió que las personas se normalizaran con los dragones y los Rocs?
- Seria muy largo contar todas las cosas que Zeyer hizo, pero fue pueblo por pueblo, montaña por montaña, durante años pacificando y hablando con todos, así poco a poco fue consolidando las relaciones. Siempre que había problemas o conflictos acudían a él. Al principio solo estaba en la parte norte de Mistikia, por eso construyó una pequeña y humilde casa en algún lugar en el centro del reino, era un refugio y lugar de descanso para él, aun nadie ha podido encontrarla. Y bueno, pues no satisfecho con las relaciones entre las personas, decidió arreglar el conflicto entre los dragones y los Rocs. También consiguió renombre y fama en la parte sud del reino. Poco a poco por la confianza de las personas fue adquiriendo el poder, que él no uso de la forma que lo hace un Rey, sino que disfrutaba de ir y venir ayudando a todos. Su hijo y descendientes fueron los que empezaron alzar el reinado y el título de rey. Hasta donde se sabe, por línea masculina ningún rey ha vuelto a ser un Cadenza.
-¿Y por reinas?- dijo Chisa mientras parecía parpadear pesadamente.
- Se dice que la reina Dalila, la unificadora, madre de Evillious, el conquistador, y una de las reinas que mejor gobernó, había tenido un Navy. Aunque nunca afirmó ser una Cadenza tampoco lo desmentía.
Livius sintió que ahora ya sabía más cosas sobre la historia de Mistikia, pero aun quería saber más, muchas preguntas recorrieron su mente. Pero no tuvieron tiempo de manifestarse, debido a que aquella mujer ya había recogido el candelabro y volvía a estar en la puerta. Aoba esperó a que Livius también entrara en la cama ya que Chisa se negaba a soltar su manga. Cuando los dos hermanos estuvieron dentro, la mujer sopló las velas, quedando todo oscuro y la última claridad desaparecía tras la puerta al cerrarse.
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