Alice reposaba en el suelo con cierta incomodidad. Los árboles no llegaban a taparla del todo, por ello tenía que permanecer encorvada. Darklore por su parte había cazado un ciervo y ahora se entretenía comiendo, tumbado entre dos troncos.
Ves, todos tenemos nuestros pros y nuestros contras – dijo medio en burla el dragón.
Ya hablaremos cuando te ataquen los lobos por cazar sus presas.- Alice acurrucándose como pudo.
Una gran curiosidad recorrió la mente de Darklore, que no pudo evitar lanzar su directa pregunta.
¿Cuánto hace que conoces a Zess?
Poco después de la muerte de mi progenitora…- dijo casi sin inmutarse.
Entonces ya lo conociste de mayor.
No he dicho eso. A mi madre la mataron poco después de nacer yo. Cerca de pueblo de Zess… Cuando existía en aquel tiempo.- Dijo entreabriendo su gran ojo.
Veo que los humanos son feroces incluso con los Rocs…
No, quien la mató no fue una persona, sino un dragón. Y no por ello odio a todos los dragones.- dijo alzando la cabeza al notar una presencia acercándose.
Tres lobos de diferentes colores se acercaron a Alice. Ella no se inmutó y volvió a recostarse. Darklore miró a su presa, ya no quedaba casi nada, y recordó las palabras del ave. Los lobos avanzaron hasta ponerse entre Alice y Darklore. Se tumbaron sin dar más importancia al asunto.
Son los lobos que acompañan siempre a Karla- explicó el Roc. – Broom, Asta y Hati.
Darklore reconoció de inmediato a Broom, el lobo marrón. Por otra parte, tanto el pelaje de Asta y Hati, hicieron mucho contraste en los ojos del dragón, llamándole la atención. Mientras Asta era un lobo blanco como la nieve, Hati era negro como una noche sin luna.
Sí, ya conozco a Broom. Un placer conoceros Asta y Hati.- dijo Darklore.
El dragón pudo observar que tanto Asta como Broom llevaban vendajes. Hati en cambio estaba bien, solo lamia su pata con mucha obsesión.
Aquellos seres permanecieron callados un buen rato, produciendo un silencio pesado que solo era roto por el piar de los pájaros y el bufido del viento entre las ramas.
Perdón por esta espontánea e indecorosa pregunta pero… ¿Has sido tú quien ha bloqueado las memorias de Livius?- Indagó Alice- Chisa recuerda cosas y es más pequeña que Livius, y él ni siquiera recuerda que pasó antes de que llegaran al circo… Extraño, ¿no?
Ni idea, ¿casualidad?- dijo desviando la cabeza.
Tendrías que ser honesto, o al menos explicárselo a Livius.- dijo Alice ignorando lo anterior.
Yo nací en el circo, ¡no sé nada!- Comenzó a erizar las púas.
Puedes creer que soy joven, y físicamente es así… Pero psicológicamente he experimentado cosas que vas a tardar siglos en vivir, así que no me tomes por idiota y no me digas que no sabes nada porque estabas en fase huevo – dijo en tono de enfado pero sin levantar ninguna vez la onda mental y así no perder el contacto con Darklore.- Los dragones tenéis la capacidad de hablar aún en estado de huevo si quien lo hace tiene poder.
No fui yo… Fue su madre- dijo desviando la cabeza del todo mirando hacia el cielo- ¡Y no tengo porque decir más!
El fuerte impulso de emociones de Darklore rechazó todo contacto mental con Alice. El ave sorprendida, desistió.
De nuevo se instaló un silencio pesante y extremadamente incomodo, aunque nadie se movió del sitió. Como si una fuerza les dijera que tendrían que solucionar esos problemas en ese mismo momento.
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