Salí corriendo.
Estoy harto. Estoy cansado de todo. No lo soporto, ya no aguanto. No puedo más. Soy un idiota y dejé que toda esta porquería siguiera haciéndome daño.
Uno de los tantos problemas que tengo es que siempre me topo con gente tóxica, no soy verdaderamente capaz de darle a la gente así un alto al momento de darme cuenta de cómo son y como terminan arruinando mi vida. Y si no me topo con gente tóxica me topo con gente que termino amando demasiado y al final terminan dejándome o distanciándome de mí, quieran o no. Este último problema ha sido la gota que derramó el vaso para que yo estallara.
Llegué a casa con el corazón latiendo demasiado rápido. Estaba jadeando. Me sentí tan aturdido en ese momento tanto por la falta de control en mis emociones y tanto por la forma en que salí corriendo como idiota al terminar las clases, incluso por un momento pensé que me iba a desmayar en la mera entrada de mi casa. Tengo las piernas adoloridas por haber corrido tanto en un buen rato, las sentía temblorosas. Me late tanto el corazón que tengo la sensación de que se me fuera a salir del pecho, como cuando tengo mis ataques de ansiedad, como si me fuera a morir o a desmayar.
Mi respiración era realmente agitada, sentía como si me estuvieran aplastando las costillas o como si me estuvieran dando un puñetazo muy fuerte ahí, no sé exactamente como describirlo.
Al entrar no vi a nadie, ni a mi hermana ni a mi padre ni a la novia de mi padre. De seguro mi padre se llevó a la tipa esa a algún restaurante o a algo así. De todos modos no me importa realmente mucho el que estén ellos en casa o no, me siento más cómodo cuando estoy yo solo. Entré en mi habitación y la cerré de un portazo, necesito pensar en todo esto, y este es un buen momento para hacerlo.
“¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?”
Esas eran las palabras que me repetía una y otra vez en mi cabeza mientras me azotaba fuertemente la frente contra la puerta de mi habitación, apoyando intensamente mis manos en la puerta, haciendo que se me marcara en la parte de las uñas de color blanco, a la vez que gimoteaba mis lágrimas resbalaban sobre mis mejillas y mi cuello. Ya no lo soporto más, odio todo esto.
Reconozco que en estos momentos me veo demasiado exaltado pero maldita sea, cuánto he aguantado en tanto tiempo demasiadas cosas.
Es suficiente.
Muchas veces he pedido ayuda y la verdad es que creo que la poca gente que ha intentado ayudarme solo finge hacerlo o ayuda a medias, así que si nadie me va a dar ayuda de verdad, yo me ayudaré.
Ya basta de ser débil; Ya basta de ser manipulado y hostigado por la gente. Tengo todas estas vacaciones que apenas empezaron para cambiar mi forma de ser. Puedo lograrlo. Solo tengo que exigirme a mí mismo de manera física y mental.
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