Escuchó el ruido de las olas mientras la noche avanzaba hacia la playa. Desde muy pequeña le gustaba ver el crepúsculo y aunque recordaba haberlo vislumbrado desde un rascacielos, Dany prefería ver el sol ocultándose en el mar.
Vis aún no aparecía, se había ido sin avisar a eso de las 5:30 de la tarde. Vivían ellos solos en un bungalow que les prestaba sin preguntas ni reclamos el señor Roger Mopatis, un viejo amigo de la familia. De vez en cuando Dany ayudaba a Mopatis en la tienda de artículos deportivos y si quedaba algo de tiempo ella tomaba su vieja tabla de surf para intentar montar unas cuantas olas.
Aunque Honolulu era un lugar paradisiaco Dany seguía sintiéndose sola. La mayor parte de las personas que llegaban eran turistas, después de mucho intentarlo ella se dio cuenta de que la únicas personas que siempre estarían ahí eran su hermano mayor y el tutor de ambos.
Después de pensarlo bien entró a la casa, se sentó en el sofá y encendió el televisor. Lo único que estaba a esa hora eran viejos episodios de Alfred Hitchcock Presents. Miró unos cuantos minutos y le cambió a MTV en donde aparecieron Tears For Fears tocando los primeros riffs de Everybody Wants To Rule The World. Era mejor que preocuparse por el paradero de su hermano mayor.
Dany se acurrucó en el sillón dejando solo una luz prendida para esperar a Vis. Sabía que su hermano detestaba que ella permaneciera despierta pero Dany realmente temía que un día Vis tuviese el mismo destino que el resto de su familia. Ella aún lo recordaba perfectamente.
En esa ocasión todavía vivían en Los Angeles. El hermano mayor de Viserys y Daenerys, Rhaegar (quien prefería ser llamado Ray por su familia y amigos), le había dicho a su padre que se había enlistado para combatir en Vietnam. Debido a su ira incontrolable, Aerys Targaryen tuvo un derrame cerebral, razón por la cual se le internó en uno de los mejores hospitales de la ciudad. Ray se había llevado a sus hermanos por un jugo a la máquina dispensadora dejando a Elia, su esposa, sola en la sala de espera.
-Quiero que me prometan que cuidarán de papá mientras estoy lejos.- dijo mientras Dany intentaba abrir la lata que tenía en sus manos.- Solo será un año.
-Pero él no quiere que te vayas.- comentó Vis ignorando a Dany quien aún tenía problemas para beber su jugo.
-Es por el bien de de todos. Además si se sienten solos pueden visitar a Elia para jugar con Reggie y Aiden, estoy seguro que a ellos les alegraría que los visiten.- Ray sonrió intentando esconder su consternación.
Ninguno de ellos tenía idea que la noche de la partida de Ray tanto su padre como Elia y los niños sería asesinados. Antes de que Vis y Dany llegasen del colegio, el coche en el cual los transportaban había sido interceptado. Otro chofer, probablemente de los que trabajaban con su padre, los llevó hasta el aeropuerto, les dio dos mochilas y dos boletos de avión con destino a Hawaii.
-El señor Targaryen dejó instrucciones dentro de su equipaje. Siganlas al pie de la letra.- sin decir más, el desconocido desapareció en la noche.
Al llegar a Hawaii los esperaba el señor Mopatis quien inmediatamente intentó explicarles lo mejor posible lo que había sucedido. Fue así que Vis y ella supieron que eran los únicos herederos de una fortuna misma que no podrían reclamar hasta que fuesen mayores. Tampoco podían volver a Los Angeles, Roger Mopatis les había dicho que las muertes de la familia no habían sido crímenes simples, alguien estaba cazando a los Targaryen y si acaso sabían el paradero de los dos que quedaban ni siquiera la policía podría ayudarlos.
Mopatis les consiguió papeles falsos y los registró como si fuesen sus sobrinos. Desde entonces Dany les estaba agradecida por su hospitalidad y le servía en todo lo que ella pudiera. Vis en cambio parecía frustrado con su nueva vida la cual, debido a las medidas de seguridad de su nuevo tutor, mermaba sus oportunidades de tener una adolescencia normal.
Fue hasta que cumplió 18 años que Vis abandonó la escuela y comenzó a juntarse con personas sospechosas, Mopatis sospechaba que la mayoría eran traficantes o ladrones. Vis solía llegar con ropa y hasta hace un mes no tenía coche. Un día sin más llegó en un convertible rojo, mismo que descaradamente estacionó enfrente del bungalow. Mopatis lo regañó, algo sorprendente puesto que él usualmente evitaba reprenderlos. Desde entonces Vis escondía el coche en el patio trasero y lo cubría con una lona vieja por si en algún momento algún vecino se asomaba por la cerca.
Dany seguía viendo videos musicales hasta que afuera se escuchó el rugido de varios motores. Por la puerta apareció su hermano en compañía de un grupo de hombres con aspecto salvaje, muchos de ellos usaban chamarra de cuero con estoperoles, jeans desgastados y botas de motociclista.
-¡Hermanita!- dijo el muchacho Targaryen quien ese día se había puesto un traje color blanco a la Miami Vice.- Quiero que te acerques y saludes a mis nuevos amigos.
Dany miró al grupo de salvajes en la sala y con temor se acercó. Uno de ellos, posiblemente el líder, la miró fijamente mientras ella se quedaba quieta para evitar enfurecerlos. Sentía los ojos de ese sujeto recorrer su cuerpo mientras Vis sacaba cervezas del refrigerador y el alcohol de la barra que no le pertenecía.
El extraño hizo un gesto que solo su banda entendió. Todos ellos salieron de la casa y encendieron sus motos. Tras de ellos iba Vis con un six pack de cervezas.
-¡Oigan! ¡La fiesta aún no empieza!- antes de recibir un respuesta, los salvajes se esfumaron dejando a Dany y a su hermano en la desolada calle.- ¿Qué les dijiste?
-Nada.- contestó la chica preocupada. Sabía que Vis tenía el mismo temperamento que su padre y temía que él también pudiese terminar en el hospital.
-Ese era Drogo y sus salvajes.- dijo el joven mientras soltaba las latas en la sala con un estrepitoso ruido.- Ellos iban a llevarnos a Los Angeles, nos protegerían pero tú tenías que arruinarlo todo.
Se escucharon los pasos de Roger llegar hasta ellos, tenía en su mano una tabla con clavos en un extremo. Evidentemente se había vestido con prisas porque su camisa de flamingos seguía abierta.
-¿Qué ha sido todo ese alboroto? ¡Ustedes no deberían estar afuera!
Dany obedeció y se encerró en su cuarto dejando atrás a Vis y a Mopatis discutir. Cualquier cosa era mejor que despertar la cólera de su único hermano.
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