Era el primer día de clases, sus padres habían acordado que Ned llevaría a todos sus hijos a la escuela. Ese sería el último año de Jon en la preparatoria (high school), el penúltimo de Robb y el primero de Sansa, mientras que para Arya sería el segundo en la secundaria (middle school) y el primer año de Bran. A Rickon aún le quedaba el quinto y sexto año de primaria (elementary school) antes de poder ir al mismo lugar que Bran.
Sansa no había estado de acuerdo e incluso había intentado convencer a Cat de que ella la llevara pero su madre estaba demasiado ocupada terminando de acomodar todo lo de la mudanza. Bran sabía que su hermana no quería ser vista con ellos porque podría arruinar su reputación a los ojos de Joffrey, desde que los Baratheon los habían visitado Sansa parecía haberse vuelto más insoportable, incluso Arya la molestaba más por su actitud.
El único que no parecía ni remotamente incómodo con los cambios era Robb, usualmente él siempre veía las cosas desde una perspectiva más brillante y hasta ahora eso le había dado resultados favorables.
-Los cambios siempre traen cosas buenas.- les había dicho a Bran y a Rickon el día anterior cuando el primero le había comentado sobre lo nervioso que se sentía con el cambio de escuela. Extrañaba a los pocos amigos que había tenido en su vieja ciudad y con quienes solía compartir una afición por los X-Men. Aunque todavía podía hablar de ello con Arya y Rickon, Bran creía que las cosas no volverían a ser iguales.
-Hemos llegado.- dijo su padre mientras colocaba el freno de mano.- Antes de que se vayan a sus salones quiero que recuerden que los Stark somos como una manada, si necesitamos ayuda podemos contar con la familia ¿entendido?
Sansa estaba impaciente mientras que Arya permanecía cruzaba de brazos tapando su camiseta de los Philadelphia Phillies. Jon y Robb en cambio prestaban atención.
-¿Ya nos podemos ir?- Sansa rompió el silencio, Ned asintió dándole una débil sonrisa.
Todos se bajaron de la van pero la mayor de las hermanas no se tomó siquiera el tiempo de cerrar la puerta. En un instante la pelirroja ya se encontraba caminando hacia el edificio sin echarle una ojeada a sus hermanos.
Ned se terminaba de acomodar la corbata gris mientras hablaba con Jon.
-Se que aún tienes algo de tiempo antes de tu primera clase ¿crees que podrías ayudarme llevando a Arya, Bran y Rickon a sus salones?- antes de que el chico de cabello oscuro pudiese responder, Ned se percató que Arya ya se había marchado.- Bueno, creo que tienes menos trabajo.
Jon asintió y se llevó a sus hermanos a clase. Después de asegurarse de que Rickon había entrado a la primaria, Bran decidió hablar.
-¿Cómo es la secundaria?
Los ojos oscuros de Jon se posaron en Bran, siempre parecían tristes pero a pesar de ello su hermano mayor le regaló una sonrisa como la de su padre.
-Para mí nunca fue diferente. Nadie me hablaba y dudo que alguien lo intente ahora.- Bran intentó esconder su temor pero posiblemente se había reflejado un atisbo de ello porque Jon dijo:-No tendrás problemas en encontrar amigos, eres listo y además tienes ese pasatiempo tan raro de escalar rocas que a las chicas podría gustarles.
Bran aún no se interesaba en las niñas tanto como Jon y Robb, a veces creía tener algún defecto por no ser como sus hermanos mayores quienes además de interesarse en las mujeres solían hacer actividades deportivas. Robb era muy bueno jugando futbol americano mientras que a Jon se le daba bien el béisbol. Aunque ellos tenían personalidades distintas siendo Robb usualmente el más popular entre las chicas y Jon alguien que se dedicaba estrictamente a entrenar, nadie podía negar que eran motivo de orgullo para la familia. Bran en cambio no podía presumir mucho sobre su habilidad de escalar y aunque mostraba gran potencial para el mismo deporte que Jon era posible que nunca llegase a establecer récords como él, incluso su hermana Arya solía superarlo por mucho cuando solían jugar.
Llegaron a la puerta de la secundaria, Jon se giró y le dijo:
-Recuerda lo que dijo papá, somos como una manada. Si alguien te molesta puedes decirnos a cualquiera de tus hermanos mayores y claro, si ves que Rickon tiene problemas ayúdalo tú también.
-Sí.- contestó el chico. Sonó la campana de clases, Bran se alejó a paso veloz mientras que Jon se quedaba mirando para asegurarse que él entrara a su edificio. Cuando el niño llegó a su salón se asomó por la ventana con la esperanza de que encontraría de nuevo a su hermano pero el árbol donde ellos habían conversado ahora permanecía solo mientras sus ramas se extendían al cielo.
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