¡Lulú! Retumbaba en mi mente junto con ese enorme beso que aun llevaba marcado en mi mejilla, me acuesto en mi cama, ya no había duda, me sentía atraída sexualmente una chica, un enorme calor me recorría el cuerpo, refregaba mis piernas entre sí, me estiro la remera que uso para dormir y me tapo la cara con ella. Me encontraba en un estado que jamás había experimentado, no sabía cómo frenar esa sensación. Una idea entra como un estallido a mi mente, no creía lo que estaba a punto de hacer. ¿Lo hago? Me pregunte por un segundo. Mis ganas se apoderaban de mi cuerpo que comenzaba a sudar, rápidamente busco en mi mochila gigante y de ella saco mi cepillo dental que contiene pilas para que su pequeño motor de vueltas y cepille mis dientes. Me tiro en mi cama de un salto, tengo en mis manos lo que necesitaba, lo enciendo y me lo introduzco de lleno en mi vagina, que hasta ese punto hacia muchísima agua. Estaba en un clímax que jamás había sentido, mi rostro estaba completamente rojo y el placer que sentía fue un desahogo que sin duda es lo que estaba necesitando. Después de unos 15 minutos de jugar con mi cepillo me tranquilice muchísimo, un gran alivio, estaba lista para dormir. Sorprendida de mi misma y una sensación extraña a la vez abro mi mochila gigante para guardar mi cepillo, antes de guardarlo me percato que su mango estaba rojo, así es, me había auto desvirgado, mil cosas pasaban por mi mente, lo mejor era echarse a dormir y pasar al día siguiente.
Sentada en la mesa del living mirando por la ventana mientras desayuno mi chocolatada mi mente no dejaba de trabajar, todo lo contrario a lo que me imaginaba. Ya lista agarro mi skate, me coloco mis auriculares y salgo patinando rumbo hacia las pistas. La música sonaba a todo volumen.
(Said woman take it slow, and it'll work itself out fine All we need is just a little patience).
Al llegar me encuentro con mis dos amigos que solo estuvieron unos 20 minutos patinando luego se fueron, algo que me hubiera molestado si mi mente no estaría enfocada en otros asuntos. Por razones de la vida mientras patinaba sola un chico se mete a la pista con su bicicleta BMX, cuando lo veo me doy cuenta que es mi amigo del instituto, digo cosas de la vida o casualidades porque nos conocemos desde siempre y era al que sin saberlo necesitaba hasta que lo vi en la pista, nadie me entendería mejor que él, Francisco estuvo de novio con un chico unos seis meses. Llena de nervios, me acerco a saldarlo, nos sentamos al borde de la pista, me saco mi enorme mochila de oso panda que cubre toda mi espalda. La charla va y viene hasta que me animo a preguntarle.
¿Cómo te diste cuenta que te gustaban los chicos?
A lo cual el me responde eso es algo que se siente, solo te gusta y ya. Me conto un poco su historia que para mi sorpresa era muy similar a la mía, decidí abrirme y contarle toda mi reciente historia.
Tal cual lo escribí anteriormente fue narrada a mi amigo Fran. Luego de hablar un rato largo me dio un dato que me sorprendió aún más. El cree haber visto a Angie en las fiestas que organizan los universitarios en las casas de alquiler de temporada, donde hay alcohol de sobra y descontrol.
Esa era mi chance de descubrir si en verdad me atraen las mujeres o es solo un sentimiento pasajero y mi amigo Francisco me ayudara a ingresar a la fiesta de hoy si es que mi primo y Angie asisten.
Comments (0)
See all