Hola, mi nombre es Blu Morphy, y soy el espíritu del bosque que quiere ser libre de la prisión en la cual los humanos la han metido a ella y a su ahora compañero, Ikaros, quien parece que tras permanecer tanto tiempo aquí ha perdido sus esperanzas, pero pienso regresarse las.

-Oye Ika, dime ¿ya has estado aquí antes?

-Tengo tanto tiempo tratando de escapar de aquí, que he estado en todos los rincones de este lugar de hecho, fue el primero que visite.

-¿Entonces sabes dónde estamos?

-Hum, sino me equivoco debe ser por donde los humanos ajustan la temperatura de su entorno.

Iba a preguntar algo así como "¿ajustan la temperatura de su entorno?" pero eso retornaría en otra conversación sobre humanos y ya quería evadir el tema, realmente me tenía cansada y solo hacía que me provocaran mucho fastidio. Ya estaba comenzando a sentir frío en mis alas, de hecho, por esos vientos que arrojaba el lugar y gradualmente mis movimientos se hacían mas lentos.

-¿Sa-sabes dónde está la salida?

-Estoy recordando, dame un momento

-¿Cuánto tiempo para ti es un momento?

-Oh vamos, no te pongas pesada de nuevo

-¡E-es que tengo frío! -Finalmente solté tiritando un poco, el solo se quedo callado observando como temblaba algo pensativo, y repentinamente, de un momento para otro, me haló hacia él cubriendo me con cuidado bajo su ala lastimada; estuve por alarmarme pero podría hacerle daño, así que solo respiré hondo para relajarme, estando en silencio y continuando con nuestra caminata por el enorme tramo de hierro.

-No tenías por qué hacerlo

-Sino lo hacía no ibas a callarte

Iba a responder algo pero mi razón pudo más que mi ira, y es que en cierta forma ya le debía demasiado a Ikaros como para ponerme a la defensiva con él, después de todo se supone que fui yo quien lo estaba animando a irse también. Después de una o dos horas llegamos a una intersección con dos caminos, uno tenía salida y el otro parecía ser aun mas largo, mire a Ikaros por un momento.

-¿Alguna sugerencia?

-Podemos bajar en esta zona, buscar comida, y descansar por el resto de la noche, ya me duelen mis pies de tanto caminar

-Buena idea, también estoy cansada -Me separe con cuidado de él y estuve a nada de bajar pero Ikaros siguió hablando y me detuve en seco-

-Peeeero

-Agh ¿ahora qué? -fruncí los labios con una mirada de molestia-

-Primero debo revisar la zona, quédate aquí mientras yo veo que no hayan más peligr...-Ahora el estuvo por bajar pero yo lo detuve tomando su brazo para después halar al lepid macho hacia mi.

-No señorito, eso no va a pasar -el arqueó la ceja indignado- ¿o caso olvidas que estás herido? -vi como abrió grande los ojos por un momento bajando sus antenas como animal regañado, después bajo la cabeza.

-Tsk, cierto -Sonreí con sorna y acaricie su cabeza como si de un cachorro se tratase-

-Yo bajare a ver si no hay moros en la costa

-¿Tú...?

-Te salve de un gato tonto y una humana, confía en mi ¿sí? , además he seguido tus reglas al pie de la letra

El suspiró un momento en silencio, mirándome fijamente con preocupación, de alguna forma ese cambio me puso algo nerviosa; una sensación fría recorrió mi espalda, y cuando se acercó a mi sentí una descarga recorrer mi cuerpo y una opresión en el pecho.

-Todavía hay peligros que no son fáciles de evitar

-Estaré bien

-No, bajemos los dos

-¡Pero Ikaros! -su insistente mirada de perrito y sus antenas bajas terminaron por hacerme ceder- Está bien, pero que sepas que eres pesado ¿eh? -Entonces el sonrió mientras con sus manos tomaba lo que parecían unos hongos de metal y haciendo fuerza con los brazos empezó a girarlos para sacarlos, en eso se abrió la rejilla, rechinando y produciendo un sonido agudo y metálico; esperamos un momento en silencio, pero no escuchamos voces, por lo que no habían humanos.

Ikaros pasó su brazo alrededor de mi cuello, y yo pasé el mio por su cintura, nos sujetamos con fuerza y agitando mis alas descendí lentamente hasta llegar al suelo pisando mi compañero primero y luego yo. En lo que alzamos la mirada, ambos quedamos en shock por un par de minutos, yo estuve a punto de vomitar, haciendo arcadas. Ikaros me sostuvo con fuerza apretándome contra el mientras cerraba con fuerza sus parpados, y es que habían de esos frascos donde estaba atrapada en un principio con líquidos amarillentos que contenían cadáveres... de los nuestros, completamente blancos como si fueran de piedra, y unos colgados en las paredes disecados como animales de caza junto a algunas mariposas y polillas.

-No, no, no -repetía asustada dejándome caer y entrando en pánico, mi amigo no me soltó en ningún momento y se quedo abrazado a mi en el suelo, me lleve las manos a la cara temblando- No quiero terminar así, no.

-No, no vas a terminar así, te prometo que no será así -entonces el me jaló para levantarme, y cubrió mis ojos con sus manos para guiarme- vamos, ven, ocultémonos por aquí.

Caminamos hasta que el se detuvo y destapo mis ojos, lo primero que vi fue una de tantas estructuras de madera que había en todas las zonas que hemos visitado.

-¿Ves que tiene como unos hongos que le sobresalen? si lo halas se abrirá como la caja de la otra zona y podremos ocultarnos allí -Yo aun me encontraba temblando por lo ocurrido hace poco, así que pese a que escuché sus instrucciones de forma lejana, no pude reaccionar de inmediato- ¿Blu?

-L-lo siento, no te escuche bien, solo oí cosas como hongo y ocultarnos.

El suspiró y acarició con suavidad mi espalda hasta llegar a mi hombro, nuevamente se acercó a mi para decirme en voz baja pero calmada.

-Sé lo que viste, sé que no quieres terminar como ellos, sé que tienes la fuerza y voluntad para lograr mucho más de lo que crees, pero si quieres salir de aquí, si quieres volver a ver tu bosque, desesperarte no es una opción -tomó mi segundo hombro y se posó frente a mi para que le mirase a los ojos- ¿Recuerdas la tercera regla? nunca mirar atrás cuando huyes, estamos huyendo aun Blu, huyendo de esta prisión, no puedes mirar atrás, solo mírame a mi, mantén tus ojos en mi, Blu.

-Ikaros... -apenas pude responder ante todo lo que me dijo y sin poder decir más el me había abrazado.

-Ya no quiero quedar de nuevo en un frasco y seguir viendo como matan a los amigos que hago- me apretó aun mas contra el- no quiero que termines allí Blu, tu me preguntaste donde quedaron mis ganas de irme, las busque créeme, por mucho tiempo y finalmente las encontré porque me faltaba un motivo, así que por favor -su voz se tornó firme y fuerte- ayúdame... ayúdame Blu.

-S-si -suspiré relajándome un poco y apegar mi rostro contra su hombro cerrando los ojos-

Estuvimos un rato así, supongo, dándonos fuerzas el uno al otro para seguir adelante, medite un poco lo que me había dicho, comenzamos como compañeros, pero ahora somos amigos, ahora no somos solo aliados, no solo estamos juntos ayudándonos por conveniencia, en muchos años, para mi, mis amigos eran los animales del bosque, y rara vez llegue a cruzarme con algún lepid, ni siquiera en las épocas de apareamiento, ya que las solía evitar. Ikaros es mi amigo ahora, como a mis amigos del bosque, y me prometí a mi misma en ese momento que le cuidaría pasara lo que pasara.

-¿Podrías repetirme lo que debo hacer?.

El asintió y volvió a decirme lo que debía hacer, y cuando se separó de mi, fue la señal para que yo alzara el vuelo y tomara el primer "hongo" de madera que vi para después jalar con toda la fuerza que tenía, pero no pude, jadee un poco y mire hacia arriba, habían dos más así que jale el segundo nuevamente con bastante fuerza, se movió un poco, pero aun no pude abrirlo, faltaba uno, estaba algo cansada pero no iba a ceder, lo hale con bastante fuerza, toda la que me quedaba, lo pude mover un poco lo suficiente como para dejar una abertura pequeña, respiré hondo y tome los bordes de lo que había conseguido abrir, jalando y volando hacía atrás hasta que la abertura tuvo un buen tamaño para poder entrar, entonces baje completamente cansada, dejándome caer acostada en el suelo, Ikaros me dio aire con su ala buena, yo solo sonreí satisfecha.

-Lo conseguí -sentí la brisa que me brindaba, suspirando de cansancio.

-Tu descansa, caminare para ver si consigo comida

-Está bien

-Continua en la parte 2-