La puerta golpea la pared violentamente, el estruendo pasa desapercibido por el alto volumen de la música. Con mi excesiva adrenalina entro en la casa, obscura, con tenues luces rojas. Hasta toparme con gente bailando, gran cantidad caminando por los pasillos, rápidamente me mimetizo con la multitud, no hay señales de Angie ni mi primo. Francisco aparece atrás mío con un vaso de cerveza bailando al ritmo de la música. Seguramente mi primo no asistirá a la fiesta universitaria. No podía más, el alcohol comenzaba a hacerme efecto, es la primera vez que tomo alcohol en exceso, la música electrónica sonaba, Fran y yo saltábamos y bailábamos, por fin había olvidado mi obsesión por Angie, la noche avanzaba rápidamente y mi cabeza daba vueltas, mis pasos al caminar ya se volvían erráticos. Llega el momento que mi cuerpo me pide orinar, pierdo a Francisco entre la multitud y salgo rumbo al baño, en los pasillos abundaban las personas sentadas en el piso completamente inconscientes y a mí me faltaba poco para formar parte de las personas durmiendo en el piso pero no me importaba, me sentía feliz, todo me producía alegría, llego al baño bamboleándome, abro la puerta y comienzo a vomitar, en la bañera se encuentra una pareja teniendo sexo apasionadamente, comienzo a reírme mientras vomito lo cual provoca la risa de esa pareja. Francisco entra al baño desesperado buscándome, se encuentra una situación en la que su amiga vomita de colores mientras una pareja desnuda no para de tener sexo en la bañera y para colmo todos riendo. "Me vomitas las mangas del buzo pendeja" grita mientras me jala del gorro de su buzo sacándome del baño. "Disculpen a mi amigo, no sabe tomar" Agrega Fran mientras cierra la puerta. Con el envión de salir del baño y en el estado de ebriedad primeriza en la que me encontraba no logro hacer pie y caigo en una habitación obscura, esta tenía una puerta al fondo, no estaba cerrada del todo, al ponerme de pie y por ser curiosa me arrimo y lo que me encuentro del otro lado es lo que estuve buscando toda la noche, solo había un detalle de más aquí. Angie y mi primo estaban teniendo sexo desmedido en una cama ajena.
La música inundaba la casa, Francisco entra detrás mío viendo la misma situación que yo anonadada observaba. "No te desanimes" Me dice al oído. Por una extraña razón no me sentía mal, todo me parecía bueno y divertido. La música hace una pausa y se puede escuchar algo de la charla entre Angie y mi primo, que supuestamente eran amigos pero se la estaban montando.
-¿Ya estas cansada?
Le pregunta mi primo a Angie que reposaba en su pecho y acariciaba el rostro de mi primo.
-¡Tengo mucho sueño!
Responde Angie con una suavidad y una ternura en su voz que cautivaría a cualquiera.
-¡Volvamos a casa! Mañana nos quedarían tres días aquí, descansemos mañana y pasado hacemos la última salida. ¿Te parece bien, que te gustaría hacer mañana?
Quedaban tres días para que Angie se marchara de mi vida para siempre, la alegría se me convirtió en angustia en segundos.
-¡Creo que iré a patinar con Lulú! Prometió enseñarme.
Mi mirada se encendió nuevamente. No podía creer lo que escuchaba, estaba dispuesta a que le enseñe a patinar.
Salgo del cuarto a puras risas con Francisco, corrimos por toda la casa hasta la puerta trasera la cual seguía abierta de par en par. Fran toma la llave que se encontraba puesta cerrándola a sus espaldas. Caminamos por la playa mientras el sol se va asomando lentamente.
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