—¡Adelántate, Emma!— Grita con desesperación el pelirrojo a su hermana mientras ambos corren de los zorros que vienen tras de ellos.
—¡Olvídalo!— Responde de la misma manera la menor de los Hijirikawa al mayor, dando un vistazo hacia atrás para ver por dónde iban los otros, quienes en realidad no se encontraban demasiado cerca pues no se les divisaba con la vista.
—¡Entonces ve más rápido!— Contrarresta Jack al escuchar sus pisadas más fuertemente y al contrario de lo que se pensaría, deja de correr y le alcanza su hermana —Espera— La detiene bruscamente al punto de casi hacerla caer para luego quedar detrás de unas cajas de madera.
Sus perseguidores logran olfatearlos y parar allí, adaptándose a su forma humana —Pueden correr pero no esconderse, pequeños jajajaja— Se mofa una de los tres zorros ahí encontrados, haciendo una señal a los otros dos para que comenzaran a buscar en el sitio.
—¿Alguna idea de cómo salir de aquí, Jack? Ella tiene razón. No podemos ocultarnos aquí para siempre.— Susurra la fémina a su gemelo con una expresión mesclada entre miedo, confusión e impotencia.
—Sólo podría haber una forma pero no se suponía que fuera así...— Habla por lo bajo el ojiverde, mirándola seriamente.
—¿Qué es?— cuestiona un poco exaltada la ojicafé a aquél encontrado frente a ella
—Es muy arriesgado y puede salirse de control la situación— El chico sigue sin cambiar su posición y pone sus manos sobre los hombros de la contraria, tratando de tranquilizarla
—No es momento para dudar sino para actuar. Debemos volver por nuestro padre ¿Lo olvidas?— Retira a su gemelo con desgano pero decisión en sus palabras.
—¿Estás segura de lo que dices? Es posible reencarnar pero no será así para él ni nosotros si morimos aquí y ahora.— Alza una ceja el mayor.
—Justo por eso hay que mantenernos vivos.— Grita en un susurro la menor por la impresión de escuchar un ruido demasiado cerca de ellos.
—Eres igual de testaruda que Rina— Se digna a sonreír al fin el de cabello ondulado.
—Vengan aquí... Es hora de jugar jejejejeje— Se mofa la yako mientras forma una bola de electricidad y la lanza hacia un montón de basura a unos metros de donde se encontraban ocultos los Hijirikawa.
—Sólo hagámoslo. A este paso no tardarán en encontrarnos.— La menor refleja su sensación de terror en la modulación de su voz y sus ojos, que comenzaban a cristalizarse al ver que su hermano no entiende de lleno su punto.
—En ese caso yo...— El joven deja de pensarlo tanto y en su mirada se reflejan la desesperación y decisión combinadas —Lo siento—.
- - - Continuará - - -
Comments (0)
See all