—¡Yo sé que puedes hacerlo, Tora!— Grita con sus últimas fuerzas y la garganta raspada el joven ojiverde a su contrariada hermana gemela.
Emma se encuentra al punto del llanto y aunque duda, decide irse. Al menos así vivirá lo suficiente como para pedir ayuda. Salta desde la rosa al techo del edificio a su lado cuando por su mente pasa un pensamiento que se siente muy familiar, cual si fuera un recuerdo del que no tenía idea que estaba ahí.
—Me... ¿Me llamó "Tora"?— Aquella de ojos cafés entra en un estado de shock y su vista se nubla.
- - - Flashback - - -
—Juro que siempre te protegeré. Pero si en algún momento necesitas defenderte y no me encuentro junto a ti o a ellos, necesitarás esto...— Le dice a ella un pelirrojo de ojos verdes que parece ser su hermano, mientras que pone en sus manos un collar de plata con tres piedras de aguamarina. —Así sea en esta u otra vida. Siempre estaré contigo.
—¿Y si no me has despertado?— Comenta ella con preocupación y algunas lágrimas en sus ojos.
—En ese caso bastará con que escuches tu nombre, ¿no es así?— Le sonríe el joven para luego besar sus manos con ternura y la mayor paz que pudiera sentir en aquellos tiempos sombríos.
- - - Fin del Flashback - - -
—Pero si yo soy...— Limpia sus lágrimas y saca el collar que le dio su igual de su bolsillo. Lo sostiene entre sus manos y sonríe. —Cuánto tiempo sin verte, mi buen amigo.— Menciona mirando la pequeña piedra de aguamarina del centro para luego ponérselo.
—Ya no más juegos de niños desde ahora...— Baja por el tallo del rosal, maniobrando entre las espinas y llega al piso en un salto.
—¡Suelten a mi hermano ahora, patanes inútiles! No quieren tener problemas conmigo ¿Entienden lo que digo?— Su mirada demuestra fiereza, pero los zorros aún no han percibido el cambio en ella.
—Oh ¿qué tenemos aquí?— Pretende estar sorprendido el yako que sostiene al menor de los Hijirikawa mientras que este apenas y tiene las fuerzas para moverse un poco y tratar de zafarse de su agarre.
—Con que la niña volvió con nosotros a jugar ¿eh?... ¿Qué dices, Asuka? ¿Quieres entrenar un poco?— La mujer mayor sonríe bastante complacida cuando la menor asiente y ambas avanzan lentamente hacia Emma.
- - - Continuará - - -
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