Hace mucho tiempo atrás, en tiempos posteriores a la Gran Guerra que azotó el mundo durante seis años, hubo una poderosa camada de Lobos que poseían cuerpos humanoides. Hijos de Fenril, el Dios Lobo, aquellos híbridos eran conocidos por los humanos como los Licántropos: seres mitad humano y mitad lobo. Esta Camada era conocida bajo el titulo de: Los hijos de la Luna. Siendo señores de una gran parte de los bosques europeos, aquellos Licántropos hacían lo que querían y nadie se atrevía a contradecirlos debido a sus habilidades, poderes, fuerza, olfato junto a una de las más poderosas armas que ellos podían contar: su anonimato.

Los Hijos de la Luna podían convertirse en Lobos cuando quisieran, pero ellos se infiltraban entre las demás personas adoptando una forma humana. Lo que les permitía espiarlos sin que ellos lo supieran y cuando encontraban algo que no les agradaba, entonces mataban de manera inmediata al posible alborotador. Su dominio fue extenso, hasta el día que nacieron los hijos del líder de la Camada: Blue y Red.

Ambos hermanos eran como el día y la noche, Blue era un Licantropo amable, bondadoso y de un gran corazón junto a una gran piedad que no solo se limitaba a los de su clan sino también a los demás humanos a quienes veía con la misma piedad que una persona vería en un cachorrito abandonado. Por el otro lado Red era salvaje, rebelde y bastante agresivo, con una personalidad más ruda que su hermano, siendo menos compasivo con sus presas. Todo parecía indicar que Red tomaría el mando tras el combate de sucesión, sin embargo, y para sorpresa de todos, Red se negó a dicho título debido a que él se consideraba a sí mismo un Lobo Solitario antes que un líder de manada. Aun así eso no significaba que no quisiera matar a su hermano en combate para luego retirarse solo por el simple placer de acabar con ese santurrón de una buena vez.

El combate fue reñido e intenso, sin embargo Blue tenía el apoyo de la manada mientras que Red tenía el aliento de unos pocos que pensaban igual que él. Ambos hermanos dieron todo de sí y, en contra de todo pronóstico, Blue ganó la batalla pero no acabó con Red sino que le perdonó la vida; pero a cambió exilió a su hermano de la manada junto a aquellos que lo apoyaban, dándoles la opción de quedarse o seguirlo.

Red tomó su motocicleta y se retiró siendo seguido por sus simpatizantes mientras que Blue tomó el mando de la Manada.

Ahora las cosas habían cambiado y los Licantropos ya no molestaban o cazaban a los humanos de las cercanías sino que se encargaban de ayudarlos. La paz que Blue deseaba se había cumplido, sin embargo lo que parecía el final de la historia en realidad era solo el inicio porque hubo muchos simpatizantes de Red que no se fueron sino que decidieron quedarse con el fin de matar a Blue y querer restaurar la antigua gloria de los Hijos de la Luna. Siendo aquí donde nuestra historia por fin comienza.