Please note that Tapas no longer supports Internet Explorer.
We recommend upgrading to the latest Microsoft Edge, Google Chrome, or Firefox.
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
Publish
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
__anonymous__
__anonymous__
0
  • Publish
  • Ink shop
  • Redeem code
  • Settings
  • Log out

(En)sueños

La que Escucha - Sara Guillén

La que Escucha - Sara Guillén

Apr 08, 2022

Eloísa y Matilde observan pasar la caravana. Como cada año, los habitantes se han organizado para honrar a la deidad guardiana del pueblo. En esta ocasión, una joven ha sido seleccionada para representar el rol más importante. Lleva puesto un vestido blanco y su cabello negro ha sido cortado a los hombros, ya que ese es el sello característico de La que Escucha. Cuando pasa frente a ellas, Matilde tira de la mano de Eloísa y ambas se unen a la procesión.
Caminan por un par de minutos hasta llegar a la plaza principal. El lugar ha sido despejado previamente y se han colocado tres cestas. La que Escucha toma la primera y reparte la fruta entre los niños; Matilde recibe un durazno. La segunda cesta contiene amuletos tallados en madera; estos los obsequia a los adultos. Al terminar, se dirige a la tercera cesta, toma la daga de obsidiana que está en el fondo y corta su cabello aún más. El ritual ha terminado. La que Escucha ha regresado al bosque. 
La multitud estalla en gritos de júbilo, saben que pronto los campos volverán a dar sus frutos. Entre la celebración, algunos aprovechan para realizar sus peticiones. No hay mejor momento que este para ser escuchados por su deidad guardiana. Eloísa nunca ha participado en esta tradición. Después de todo, la mayoría de las peticiones no son cumplidas, pero qué pueden hacer, su deidad es la que escucha, no la que cumple. Aún así, Eloísa decide probar suerte. Toma entre sus manos la figura tallada, cierra sus ojos y murmura: Eloísa desea ver el futuro. Es una petición absurda, imposible de cumplir. Tan pronto como termina de formularla no puede evitar arrepentirse, pues piensa que ha desperdiciado su oportunidad.
Eloísa se equivoca, ha sido escuchada y su deseo será concedido. Entonces sí tendrá de qué arrepentirse. Entonces entenderá que lo mejor hubiera sido que sus palabras se perdieran entre la multitud de oraciones entonadas durante esa noche. Con cinco palabras, Eloísa ha conseguido enfadar a La que Escucha. En primer lugar, Eloísa ha codiciado un poder por encima de sus capacidades. El futuro no está hecho para los mortales. En segundo lugar, la incredulidad que tiñe su petición indica una desconfianza en la habilidad de La que Escucha. Dos grandes ofensas han sido cometidas. 
La que Escucha decide que la mejor forma de castigar a Eloísa es concediendo su petición. A partir de esa noche, los sueños de Eloísa se convierten en el escenario para sus visiones. El contenido de estas visiones no es bien recibido por Eloísa. La que Escucha se ha asegurado de mostrar únicamente las desgracias a su alrededor. Y en efecto, Eloísa reconoce el origen de sus sueños y no le gusta para nada el futuro que le espera.
Eloísa decide mantener sus sueños en secreto. ¿Qué caso tenía advertir a las personas si el destino ya está escrito? Solo conseguiría aumentar su sufrimiento al confrontarlos con lo inevitable. Al principio, ellos negarán sus palabras, Eloísa está segura. Sin embargo, el recelo no durará mucho, pues el tiempo les mostraría que sus predicciones eran ciertas y entonces... Eloísa no quiere pensar qué pasaría en esa situación. ¿La correrían de la aldea por considerarla una emisaria de la muerte? ¿Sacarían a su familia también? O acaso, ¿querrían usar su maldito conocimiento para jugar a ser dioses? Ningún escenario es favorable. No importa qué rumbo tome la situación, al final lo único que Eloísa conseguiría sería el rechazo de todos. Así que decide callar.
No es fácil tener que fingir sorpresa ante cada infortunio. Con cada sueño cumplido, algo dentro de Eloísa se debilita. Intenta no dormir para evitar los sueños, pero su cuerpo termina por sucumbir al cansancio. Su hermano Ricardo nota el cambio de inmediato, pero no dice nada, tan solo intenta darle más espacio para descansar. Incluso, se muestra más estricto con su hija Matilde, cuando la niña realiza un gran alboroto. Eloísa agradece la intención, mas nada de eso le ayuda, solamente La que Escucha tiene el poder para hacer algo.
Una vez más, Eloísa realiza una plegaria. Toma entre sus manos la figura tallada en madera: Eloísa desea que los sueños se detengan. Por primera vez, La que Escucha usa sus sueños para darle alivio y no tormento, (o quizás un poco de ambos). La deidad le ofrece una solución: transferir el don otorgado, transferirlo a través del convenio de sangre. Eloísa necesita encontrar un recipiente adecuado, alguien cuya sangre fuera la misma que la suya. Solamente una persona cumplía con ese requerimiento: Ricardo.
¿Sería capaz de hacerlo? Salvarse a través del sufrimiento de Ricardo, esa era la solución ofrecida. Dos días después de conocer esta alternativa, Eloísa sueña con la muerte de Ricardo. Será durante el invierno. Debido al cambio del clima, una gripe se complica hasta dejarlo en cama durante días y, después, la muerte. Esa noche, Eloísa despierta temblando, no está segura si es por el sueño o por la decisión que ha tomado. Piensa en Ricardo, en el don que le regalará y se aborrece por ser tan egoísta.
Eloísa intenta posponer la transición hasta el último momento. No desea ver sufrir a su hermano, ella solo quiere librarse de la maldición. Así que Eloísa espera el invierno, espera las primeras señales de tos, espera a que Ricardo esté en cama. Y hubiera esperado instantes antes de que la muerte lo llevara, pero no tiene forma de adivinar ese momento y no piensa arriesgarse a perder su única oportunidad. Cuando la fiebre aumenta, Eloísa coloca la figurilla entre las manos de Ricardo y sella su destino con las siguientes palabras: Ricardo desea ver el futuro.
Esa noche, cuando Eloísa retira la compresa de la frente de su hermano para sumergirla en agua fría, Ricardo comienza a gritar. Eloísa no detiene sus acciones, sabe que la visión debe llegar a su fin para que él pueda despertar. Después de unos instantes, la voz de Ricardo disminuye de intensidad hasta que se esfuma. El silencio no dura demasiado, ya que inmediatamente Eloísa comienza a llorar.
El cambio había sido exitoso.
Pasan dos noches antes de que su hermano le cuente sobre las pesadillas. Eloísa no confiesa su crimen, en cambio, repite las palabras del doctor: es posible que la fiebre te haga delirar. Ricardo acepta la explicación sin ninguna objeción. No tiene razón para dudar de las palabras de Eloísa. Además, siempre es mejor pensar que tus horribles pesadillas son solo eso: una ficción.
Ricardo continúa teniendo las pesadillas, pero no luce tan perturbado por ellas. La mentira de Eloísa ha hecho más llevadera la carga de las visiones. Las cosas no podrían ir mejor, pero entonces algo sucede: Ricardo empieza a recuperarse. Eloísa no puede creerlo, todas sus visiones se han vuelto realidad. ¿Acaso Eloísa había confundido las fechas? No, en el sueño estaba claro que su hermano moría ese invierno. ¿Entonces qué? ¿La visión era falsa? O podría ser que el destino de Ricardo cambió porque necesitan que la maldición siga vigente.
Todas sus conjeturas son incorrectas. Eloísa lo sabe cuando el doctor los visita en la tarde. Después de revisar a Ricardo, el doctor habla a solas con Eloísa. No se muestra aliviado con la mejora de su hermano, al contrario: hay una resignación en su mirada.
Tu hermano va a morir.
Eloísa no recuerda el resto de la plática, pero sabe que debió hacer algo mal, porque el doctor la mira de forma extraña antes de marcharse. ¿Cómo habrá percibido el alivio en el rostro de Eloísa al escuchar la noticia? Eso no importa ya. En este momento, solo puede sentir alivio. El sufrimiento de Ricardo acabará pronto, Eloísa tomó la decisión correcta.
El día transcurre de manera normal. Aún con la fiebre, Ricardo luce mejor, incluso tiene energías para levantarse de su cama y caminar por la habitación un rato. Eloísa sabe que la mejoría solo es una falsa ilusión, pero no puede evitar sentir cierto nerviosismo ante el prospecto de una recuperación total. El optimismo de Matilde le recuerda lo egoísta de su decisión. Eloísa no quiere que Ricardo se recupere, él nunca debe conocer la verdad sobre sus sueños.
Durante la cena de esa noche, el ambiente entre ellos es tenso. Por un momento, Eloísa piensa que Ricardo sabe todo, pero es imposible que eso sea cierto, así que se relaja. Ricardo luce resignado, él también debe predecir lo que el doctor les avisó. ¿Lo habrá soñado?, ¿habrá descubierto algo más? Esta es, probablemente, su última cena juntos, ambos están conscientes de ello y, aun así, ninguno intenta elaborar una despedida. Matilde es la única ajena al tormento que ambos adultos atraviesan.
Ricardo muere esa noche y Eloísa, finalmente, puede dormir tranquila. Es cierto que desde hace semanas ha dejado de tener visiones, pero entre todo el caos de tener que atender a Ricardo y cuidar a Matilde, Eloísa raramente podía dormir. Además, en el rostro de Ricardo siempre estaba el recordatorio de que la libertad de Eloísa tenía un precio. Pero ahora, después del entierro de su hermano, era como si un peso se hubiera liberado.
Tres días es todo lo que dura esta tranquilidad. En la tercera noche, unos gritos despiertan a Eloísa, los gritos provienen de la habitación de su sobrina. Ella sabe lo que esos gritos significan y es por eso que corre hasta llegar al cuarto. Esto no puede estar sucediendo. Eloísa encuentra a Matilde despierta, sus ojos están rojos y en cuanto la ve se lanza para abrazarla Entre sollozos, Matilde le cuenta su pesadilla.
En ese momento, Eloísa entiende que su maldición no tiene fin. La que Escucha sabí que esto pasaría y por eso le dio la oportunidad de transferir su don. La solución no había sido más que otra forma de castigarla por su insensatez. El egoísmo de Eloísa ha condenado a Matilde. No hay salvación para ella. Una vez transferido el don no hay vuelta atrás. Eloísa mece a Matilde hasta que deja de llorar. Poco a poco su respiración se estabiliza y vuelve a dormirse. Eloísa acomoda a la niña en su cama y la arropa antes de huir de ahí.
De regreso en su habitación, Eloísa recurre a su única opción. Toma nuevamente la figurilla tallada en madera. Eloisa desea no haber transferido su don. Eloísa desea que Matilde no sufra. Eloísa desea jamás haber ofendido a La que Escucha. Así continúa hasta quedarse dormida. Sabe que es inútil, pero es lo único que puede hacer.
Eloísa no vuelve a tener esas visiones, pero en la habitación contigua Matilde duerme cada vez menos. Un día, ella hará preguntas, preguntas que Eloísa desearía no responder, pero que tendrá que afrontar. Eloísa no sueña, pero Matilde sí, y cuando ella conozca la verdad nunca la perdonará.
ElaraSalazar
Elara Salazar

Creator

Eloísa pide ver el futuro. La que Escucha le concederá el deseo que se convertirá en pesadilla.

Autora: Sara Guillén
Ilustradora: Geminna (IG: @_geminna)

#terror #deidades #Fantasia #malas_decisiones #Arrepentimiento #sad_ending #prophetic_dreams #maldicion #ver_el_futuro #Misterio

Comments (0)

See all
Add a comment

Recommendation for you

  • Secunda

    Recommendation

    Secunda

    Romance Fantasy 43.2k likes

  • Silence | book 2

    Recommendation

    Silence | book 2

    LGBTQ+ 32.2k likes

  • What Makes a Monster

    Recommendation

    What Makes a Monster

    BL 75.1k likes

  • Mariposas

    Recommendation

    Mariposas

    Slice of life 220 likes

  • The Sum of our Parts

    Recommendation

    The Sum of our Parts

    BL 8.6k likes

  • Siena (Forestfolk, Book 1)

    Recommendation

    Siena (Forestfolk, Book 1)

    Fantasy 8.3k likes

  • feeling lucky

    Feeling lucky

    Random series you may like

(En)sueños
(En)sueños

724 views0 subscribers

Cinco cuentos. Cinco mujeres. Cinco sueños. ¿En dónde empiezan los sueños y en dónde terminan las pesadillas? ¿Cuál es la diferencia entre la realidad y la imaginación? ¿Qué estás dispuesta a hacer para conseguir tus metas? Ten cuidado con lo que deseas, porque se te puede cumplir.

Seis amigas nos reunimos para crear esta colección de cuentos (cinco como escritoras y una como ilustradora). Les invitamos a leerlos y que sigan soñando (o no).
Subscribe

5 episodes

La que Escucha - Sara Guillén

La que Escucha - Sara Guillén

309 views 1 like 0 comments


Style
More
Like
List
Comment

Prev
Next

Full
Exit
1
0
Prev
Next