Tras un par de días de travesía pacífica en medio del río Cerbero, mi amigo barquero me ayuda a desembarcar en “Cienfuegos”, un territorio bastante hostil en el que el color verde brilla por su ausencia.
¿Quizás será porque esta zona se encuentra habitada por dragones de todo tipo, color, tamaño...y temperamento?
Sí, mi querida amiga, volvemos otra vez al ser mitológico que aparece de diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.
Para estas alturas ya deberías haberte dado cuenta de que Fayrlantis está plagado de todo tipo de criaturas mitológicas, así que por favor no me mires con cara de “¿en serio, otro lugar plagado de criaturas míticas?”
Pues, ya ves como sí. Otro lugar plagado de criaturas míticas. Y creeme que en Cienfuegos hay dragones tanto de origen europeo como de otros origenes.
Ya sabes que la creencia en dragones se sustenta en las diversas tradiciones sobre ellos. Estos aparecen en muchas culturas. Y aquí en este lugar están reflejadas todas las ideas que, en nuestro mundo, se tienen acerca de ellos.
Aquí en Cienfuegos, para que te hagas una idea, hay devoradores de dioses (o sus enemigos, los de los dioses), hay del tipo de los que se alimentan de las doncellas que se le ofrecen en sacrificio (por supuesto, querida, en Fayrlantis hay tribus que creen que estarán protegidas si hacen algo así), hay dragones devoradores de hombres…
En cuanto al carácter hay dragones malévolos, dragones que son símbolo de sabiduría, dragones que son considerados entre los lñideres porque contar con su amistad brinda cierto poder o cierta fuerza...Bueno esto último se entiende si tienes en cuenta el hecho de que se tratan de criaturas terriblemente desconfiadas.
Para demostrarme ese punto, mi amigo barquero me llevó al lugar en el que se alojan Huanglong (Dragón chino de color amarillo ), Leviatán (jajaja. Si te juro que es cierto. El dragón-serpiente del que se habla en el libro de Isaias de la Biblia se encuentra aquí) y El Dragón de Vilardell (un dragón clasico que aterrorizaba Sant Celoni, entre Gerona y Barcelona, muerto por Soler de Vilardell) junto con su hermano el Lagarto de la Magdalena (un dragón que aparece en una leyenda de Jaén).
Por seguridad no pudimos acercarnos mucho. Estaban durmiendo y si son despertados de forma abrupta...digamos que no se levantan de muy buen humor. Por cierto, antes de que se me olvide¿recuerdas que te dije en una entrada anterior que las náyades tenian enemigos?
Bueno pues...esos enemigos residen aquí, en Cienfuegos. ¿Adivinas de quienes se trata? De los dragones. Es normal, creo yo. Agua y Fuego son absolutamente incompatibles y no pueden coexistir pues se anulan el uno al otro, de una forma u otra.
Quien sabe que sería de nosotros si alguno de ellos hubiese llegado a despertar cuando todavía estabamos en el lugar y hubiesen olido, aunque sea de refilón nuestro aroma.
Teniendo en cuenta que nuestra estancia en el lago de las nayades era relativamente reciente...no habríamos salido vivos de allí.
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